Pocas sensaciones dejan en las personas una sensación de asfixia como lo deja el tener que escapar de algo.
En las persecuciones —ya sé que se trata de nosotros o de algún personaje de ficción— confrontamos la impotencia de un ambiente que nos sobrepasa. Escapamos porque no tenemos posibilidad de hacerle frente a aquello que nos persigue: bestias feroces, guardias armados o la misma oscuridad pueden ir tras nosotros.
Los vídeojuegos tienen una capacidad única para hacer que nos identifiquemos con el personaje que controlamos, y en el caso de “Inside” pueden hacernos vivir la desesperación y la adrenalina de aquel que escapa. Este juego desarrollado por Playdead es uno de esos raros casos que logran transmitirnos un mensaje complejo y medido al mismo tiempo, ya que nos hacen reaccionar de forma visceral ante lo que vivimos, y lo logra utilizando mecánicas de control tan simples como utilizar la cruceta para correr o saltar y un botón para tirar o empujar.
Al control de un niño, cuyo destino y procedencia desconocemos por completo, huiremos de perseguidores en una constante carrera hacia adelante en la que las posibilidades de quedarse atascados son casi nulas. No es un problema de dificultad, es una cuestión de intuición así que, una vez conocidas las mecánicas básicas, conseguirá que pasemos por puzles y obstáculos sin ni siquiera darnos cuenta de que estaban ahí.
En “Inside” ni sus plataformas ni sus puzles son especialmente memorables, pero esos dos conceptos (sumados a cómo Playdead cuenta aquí su historia) hacen de cada uno de ellos una experiencia fantástica.
Aquí no hay líneas de diálogo ni letras impresas sobre la pantalla, sólo una historia que se cuenta a base de saltos por escenarios surrealistas y consecución de puzles de los que sólo requieren un segundo de calma.
Este juego replantea la narrativa clásica de la literatura o el cine y la adapta a un nuevo medio. Como en una novela o en una película, la narrativa tiene un significante, un discurso y un significado, una historia. Su peculiaridad es que ésta se transmite sin decir una palabra. “Inside” utiliza la ambientación, los símbolos y las mecánicas para contar su historia. Por eso el minimalismo de sus escenarios o la parquedad de su música son tan importantes, porque sirven para enfocar la atención del jugador en escenas concretas especialmente relevantes para entender la historia de fondo, y para guiar sus emociones en momentos muy determinados.
El juego de Playdead es un paso adelante, respecto a la narrativa del vídeojuego. Es una obra que no requiere de cinemáticas ni de diálogos para transmitir. Para descifrar “Inside” hace falta jugarlo y jugarlo, a su vez, es entender su mensaje y comprender su enfoque.
El rol que el juego tiene dedicado a su público no es el del fugitivo, sino el del libertador.
lg
Copyright © 2024 La Crónica de Hoy .