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Un regreso a esa etapa en la que los gráficos en 2D permitían encontrarnos con un mapa extenso y la falsa sensación de exploración, limitada por los recursos que el jugador va consiguiendo

Videojuegos: Metroid. Samus Returns

El término metroidvania se utiliza en diseño de niveles para referirse a un extenso mundo conectado por pasillos, corredores, puertas, túneles y demás caminos que pueden ser explorados, pero que representan barreras artificiales para el jugador, hasta que tenga las herramientas necesarias para abrirse paso. Sus lexemas provienen de “Metroid” y “Castlevania”, que se caracterizaron sus juegos en 2D.

“Samus Returns” es precisamente un regreso a esa etapa en la que los gráficos en 2D permitían encontrarnos con un mapa extenso y la falsa sensación de exploración, limitada por los recursos que el jugador va consiguiendo. Pese a lo frustrante que pueda parecer, en su concepción fue una alternativa al diseño plataformero al que se estaba acostumbrado, además de ser un legítimo desafío para el jugador.

La historia de esta nueva entrega para la consola portátil de Nintendo, nos ubica temporalmente después del primer juego de la saga (debutado en 1986 para la NES), en una misión conferida a Samus por la federación Galáctica para exterminar a los Metroid en el planeta Zebes. Quizá a los más veteranos les suene familiar esta sinopsis, eso se debe a que esta entrega es una reimaginación del juego “Metroid II: Return of Samus”.

Con sus similitudes y sus debidos tributos al material original, “Samus Returns” se sostiene como un juego formidable, entretenido y con una curva de dificultad balanceada para los jugadores que no estén acostumbrados a este tipo de mecánicas. La implementación de un movimiento de contra ataque y el uso del stick direccional para apuntar responden a las tendencias del juego actual, haciéndolos más accesibles para los jugadores primerizos, sin afectar demasiado el estilo de juego original para aquellos que tuvieron el primero.

Lamentablemente el apelar a la nostalgia, como acostumbra tanto Nintendo, no siempre tiene los mejores resultados. A pesar de que el juego se disfruta bastante y rinde buen homenaje, se nota que su sistema ha envejecido bastante mal. Como ya se dijo, el stick y el contra ataque son marcas claras de esta época, pero convierten al juego en reto que depende de la exageración de un solo elemento, y la práctica constante de un timing perfecto con el que puedas deshacerte de una gran cantidad de enemigos. Parecido con lo que pasa en “Cuphead”, los enemigos responden a un patrón que es sencillo de descifrar, pero difícil de acertar.

En su punto más alto, el juego exigirá reflejos precisos y una paciencia poco usual, que podrían resultar repelentes para el jugador casual, tanto en el apartado de enemigos como en el muy envejecido diseño de niveles. Este juego no es precisamente un regreso glorioso a la saga, pero funciona bien como ante sala al esperado “Metroid 4”, planeado para la Nintendo Switch.

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