Desde su lanzamiento en el año 1998, la Estación Espacial Internacional (EEI) ha sido tanto un símbolo de cooperación internacional como un faro para la investigación en la órbita terrestre.
Durante sus años en funcionamiento, la EEI ha sido habitada continuamente durante más de dos décadas, representando así un logro sin precedentes en la historia de la exploración espacial, aunado a lo anterior, la estación ha sido lugar de decenas de experimentos científicos, observaciones terrestres y sobre todo nos ha proporcionado a la humanidad la oportunidad de vivir y trabajar fuera del planeta. No obstante, como es el caso con las misiones espaciales, nuestra estación espacial presenta hoy en día desafíos que dan lugar a un futuro incierto para esta base de investigación.
La EEI ha superado incontables obstáculos hasta el día de hoy, desde pequeñas fallas técnicas con los sistemas a bordo hasta cambios en la política internacional, sin embargo, hoy en día existen desafíos a los cuales la estación nunca antes se había enfrentado.
Vida útil: si bien la estación fue diseñada con el objetivo de permanecer mucho tiempo en el espacio, su diseño original sólo contemplaba un tiempo de misión de 15 años en órbita terrestre, como es evidente, en 2023 la expectativa de vida de la estación ha sido ampliamente superada y si bien muchos componentes han sido reemplazados algunos continúan envejeciendo con el paso del tiempo y surge la pregunta ¿Cuánto tiempo más podrá funcionar de manera correcta la estación espacial?
Competencia privada: con el sector aeroespacial en constante evolución y con el surgimiento empresas privadas como SpaceX y BlueOrigin el futuro de la Estación Espacial Internacional es incierto al existir cada vez más opciones para llevar a cabo investigación en el espacio, siendo algunos menos costosos que mantener en operación la estación espacial.
Financiación: con la geopolítica mundial en constante cambio, un presupuesto ajustado y prioridades cambiantes alrededor del globo, la financiación de la estación por parte de los países participantes podría estar en riesgo con la reciente aparición de diversos conflictos internacionales.
No obstante, a pesar de los desafíos que se presentan y la competencia creciente en el sector espacial, el futuro de la EEI aún es optimista, puesto que se encuentran en discusión diversas estrategias para mantener la relevancia de dicho puesto de investigación.
Entre las estrategias propuestas se encuentra la expansión de las naciones participantes para así poder aumentar la diversidad de investigadores y aumentar la vida útil de la EEI, también, frente a un sector privado que avanza a pasos agigantados, la comercialización de la estación podría ser una realidad con empresas como AxiomSpace que buscan agregar módulos comerciales a la EEI y ofrecer oportunidades tanto para la investigación como el turismo espacial.
Finamente, con los programas espaciales hacia la Luna y a Marte en desarrollo y con un lanzamiento planeado para finales de la década, la oportunidad que la EEI brinda como puente entre la órbita terrestre y los planetas solares podría ser crucial para la preparación y capacitación de astronautas antes de partir a sus destinos finales, manteniendo así a la estación en el centro de la exploración espacial.
El futuro de la Estación Espacial Internacional está lleno de incertidumbres y desafíos, pero también de oportunidades emocionantes. Como plataforma de investigación, cooperación y preparación para futuras misiones espaciales, la EEI seguirá siendo un activo invaluable para la humanidad y sobre todo, la estación es un constante recordatorio de lo que la humanidad puede lograr cuando distintas naciones trabajen en pos de un objetivo común: explorar nuestro vasto universo.
El autor es originario de Guadalajara y estudia ingeniería aeroespacial en el ESTACA (École supérieure des techniques aéronautiques et de construction automobile) en París.
Ha participado en olimpiadas de física, biología, matemáticas y química, en las que ha obtenido medalla de oro a nivel nacional, estatal y regional; en química representó a México en la “54 olimpiada internacional de Química en Tianjin, China”, en donde obtuvo mención honorífica, la presea Golden Monkey y este año participó en la “55 olimpiada internacional de Química en Zurich, Suiza”, en donde compitió con más de 350 estudiantes de 90 países y obtuvo la medalla de bronce para México.
Ha participado en proyectos para impulsar la ciencia en los jovenes tanto en México como en otros países, siendo parte del comité Nacional de Química de Honduras, entrenador en el área de fisicoquímica de la selección nacional de Honduras y forma parte de proyectos en el sector aeroespacial como el Encuentro Mexicano de Ingeniería en Cohetería Experimental (ENMICE), dedicado a promover ciencias espaciales en el país.
En el área informática tiene experiencia programando en lenguajes tales como Python, C++, C#, JavaScript y Swift; asimismo, maneja HTML y CSS para la creación de sitios web y en relación con los idiomas habla español, inglés, francés y portugués.
Además, cursa la carrera de Piloto Privado en el Instituto Tecnológico de Aviación A.C. (ITAC), es autor de diversos artículos para la Agencia Espacial Mexicana y escribe quincenalmente la columna titulada «Ciencia para todos» en el periódico La Crónica de Hoy Jalisco.
@Rodrigo_MorenoP