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En entornos con temperaturas más bajas y vientos intensos, existe un riesgo significativo de hipotermia, e incluso, la posibilidad de congelación y daño permanente a los tejidos del cuerpo

CIENCIA PARA TODOS: La sensación térmica y sus efectos en nuestro cuerpo

El invierno ha llegado, envolviendo al hemisferio norte en una brisa gélida y generando la necesidad de ser cada vez más precavidos con la ropa que elegimos al aventurarnos al aire libre. En medio de la planificación para enfrentar las bajas temperaturas, surge un concepto crucial que a menudo puede generar confusión: la temperatura real y la sensación térmica.

Ambos términos están estrechamente relacionados, pero es esencial comprender la sutil diferencia entre ellos para garantizar nuestra seguridad en entornos adversos. La sensación térmica, un concepto acuñado por primera vez durante una exploración antártica, es una medida de la temperatura que percibimos cuando nos exponemos al aire libre. Este valor depende de múltiples factores, como el punto de rocío, la velocidad del viento, la humedad atmosférica y las condiciones del cielo, ya sea despejado o nublado.

Para ilustrar este concepto, podemos recurrir a la Tabla de Valores de Sensación Térmica por frío de la Agencia Española de Meteorología (AEMET). Por ejemplo, si nos encontramos a 0 grados Celsius en un día con un ligero viento de 5 km/h, la sensación térmica será de -2 grados. Sin embargo, si mantenemos la misma temperatura en el aire y aumenta la velocidad del viento a 80 km/h, la sensación térmica puede descender drásticamente hasta -10 grados.

Calcular la sensación térmica no es simplemente una cuestión de curiosidad meteorológica; es una herramienta valiosa para que las personas se preparen adecuadamente para las condiciones exteriores. En entornos con temperaturas más bajas y vientos de mayor intensidad, existe un riesgo significativo de hipotermia, e incluso en casos más extremos, la posibilidad de congelación y daño permanente a los tejidos del cuerpo.

La sensación térmica se convierte así en un indicador crucial para tomar decisiones informadas sobre la vestimenta y la duración de la exposición al frío. Es un recordatorio de que la temperatura real puede ser engañosa, ya que factores como la velocidad del viento pueden intensificar la percepción del frío. Esta conciencia es especialmente importante para actividades al aire libre durante el invierno, como caminatas, deportes invernales o simplemente para quienes deben enfrentar las inclemencias del clima en su rutina diaria.

En conclusión, la sensación térmica va más allá de ser simplemente un dato meteorológico; es una herramienta esencial para salvaguardar nuestra salud y bienestar en climas adversos. Al comprender y tener en cuenta este concepto, podemos tomar medidas más efectivas para protegernos contra los riesgos asociados con las bajas temperaturas y los vientos intensos. Así, la sensación térmica se erige como una aliada indispensable en nuestra lucha contra los elementos durante la temporada invernal.

El autor es originario de Guadalajara y estudia ingeniería aeroespacial en el ESTACA (École supérieure des techniques aéronautiques et de construction automobile) en París.

Ha participado en olimpiadas de física, biología, matemáticas y química, en las que ha obtenido medalla de oro a nivel nacional, estatal y regional; en química representó a México en la 54 olimpiada internacional de Química en Tianjin, China”, en donde obtuvo mención honorífica, la presea Golden Monkey y este año participó en la 55 olimpiada internacional de Química en Zurich, Suiza”, en donde compitió con más de 350 estudiantes de 90 países y obtuvo la medalla de bronce para México.

Ha participado en proyectos para impulsar la ciencia en los jovenes tanto en México como en otros países, siendo parte del comité Nacional de Química de Honduras, entrenador en el área de fisicoquímica de la selección nacional de Honduras y forma parte de proyectos en el sector aeroespacial como el Encuentro Mexicano de Ingeniería en Cohetería Experimental (ENMICE), dedicado a promover ciencias espaciales en el país.

En el área informática tiene experiencia programando en lenguajes tales como Python, C++, C#, JavaScript y Swift; asimismo, maneja HTML y CSS para la creación de sitios web y en relación con los idiomas habla español, inglés, francés y portugués.

Además, cursa la carrera de Piloto Privado en el Instituto Tecnológico de Aviación A.C. (ITAC), es autor de diversos artículos para la Agencia Espacial Mexicana y escribe quincenalmente la columna titulada «Ciencia para todos» en el periódico La Crónica de Hoy Jalisco.

@Rodrigo_MorenoP

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