Con el objetivo de mejorar los procesos de identificación forense en casos donde los cuerpos han sido expuestos a altas temperaturas, el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF) desarrolla un proyecto de investigación sobre el impacto del fuego en restos óseos humanos. La investigación está a cargo de Diana Jazmín Reyes Pérez, estudiante de la Maestría en Genética Forense e Identificación Humana de la Universidad de Guadalajara.
El proyecto, titulado “Impacto de la termoalteración en restos óseos humanos (cráneo, pelvis y fémur) en la evaluación de las características morfológicas y antropométricas utilizadas para la estimación de la edad y el sexo en población mexicana”, busca evaluar la utilidad y limitaciones de los métodos tradicionales cuando los huesos presentan alteraciones causadas por fuego, y así adaptarlos al contexto forense mexicano.
Reyes Pérez explicó que en situaciones de trauma térmico, las estructuras anatómicas se deterioran a tal grado que no siempre se puede obtener un perfil de ADN completo, por lo que la antropología forense se convierte en una herramienta clave para estimar el perfil biológico de las víctimas.
Uno de los principales retos es que los restos óseos cambian de forma, color y estructura al haber estado en contacto con el fuego, lo que dificulta la aplicación de métodos genéticos. En estos casos, el análisis de características morfológicas y antropométricas permite estimar la edad y el sexo. Por ejemplo, las suturas craneales, la forma de la cavidad orbitaria o de la mandíbula permiten estimar el sexo y edad. En la pelvis, la escotadura ciática mayor es uno de los indicadores clave para determinar el sexo, mientras que la circunferencia del fémur también brinda información útil.
Otro aspecto relevante es la coloración de los huesos, que varía según la temperatura a la que estuvieron expuestos. Por ejemplo, si el hueso es de color marrón, puede indicar exposición entre 100 y 200 grados centígrados. En cambio, si es blanco, la exposición fue de 600 grados o más, lo que lo convierte en un material frágil.
La investigadora subrayó que en México existe poca literatura científica sobre la termoalteración en restos óseos, por lo que este proyecto busca llenar ese vacío. “Sería la primera tesis en México que publica resultados de este tipo”, afirmó. También señaló que en Argentina y Colombia ya se han realizado investigaciones similares, con resultados positivos.
El proyecto se desarrollará durante aproximadamente un semestre en las instalaciones del Centro de Identificación Humana del IJCF, y forma parte de los esfuerzos del instituto por fortalecer la identificación de Personas Fallecidas Sin Identificar.