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La profesora presentó su libro “Astronomía ¿Para qué?”, de Editorial Sexto Piso, en un ameno evento interactivo

CRONOFIL: Julieta Fierro enamoró al público con una entretenida e interactiva conferencia sobre la astronomía

Cuando se mencionan las materias de física, química, matemática, biología o incluso la misma astronomía, los alumnos lo asocian con clases aburridas y difíciles de aprender lo cual ocasiona que se alejen instintivamente de estas ramas científicas; sin embargo, si estas clases las da un gran maestro o una increíble maestra es todo lo contrario, ya que convertirá esas asignaciones en una experiencia inolvidable para los estudiantes, los quienes verán con ojos diferentes estas disciplinas.

Esto es lo que logró Julieta Fierro cuando se presentó en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, con su obra titulada “Astronomía ¿Para qué?”, en vez de dar la clásica charla y conferencia con un moderador para platicar sobre el libro y en este caso temas relacionados con la astronomía, decidió implementar una estrategia completamente diferente, que consistió en hacer un evento interactivo con el público.

Cada vez que Julieta explicaba un tema solicitaba la ayuda de un miembro del público, por ejemplo, una chica agarró una esfera de color blanco y negro, la movía como indicaba Fierro para simular las fases de la Luna, un chavo tomó un globo y lo estiraba hacia una bola negra para representar lo que hace un agujero negro, un pareja usó unos trenes para explicar la mecánica cuántica, una chava utilizó un mecanismo casero para ver como la fuerza de atracción gravitacional hace que la Luna no caiga sobre la Tierra, entre otro más experimentos.

Dos cosas se destacaba durante el desarrollo de la plática, la primera las excelentes explicaciones por parte de Julieta, que eran muy sencillas y sobre todo eran fáciles de entender, incluso para aquellas personas que se les dificulta aprender temas relacionados con las ciencias, lo segunda era la emoción de la gente, se observaba tanto en señores como en señoras el deseo que los llamaran para participar, como si quisieran volver a su época de estudiantes, los jóvenes por 50 minutos olvidaron que existían los celulares y sus miradas estaban dirigidas hacia la profesora, era como estar en un salón de clases de alguna preparatoria o universidad.

Cuando terminaba la participación de las personas en los experimentos, la profesora Julieta les daba un pequeño detalle que consistía ya sean en dulces o en un libro, lo que genera una reacción de ternura por parte del público, cuando finalizó el evento recibió un fuerte aplauso de la gente.

Un claro ejemplo de cómo una maestra o maestro puede hacer una enorme diferencia para que las personas se puedan interesar en estos temas, y sobre todo que en las manos correctas no hay ninguna materia mala.

 

 

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