Mis estimados lectores, detractores y amigos, ¿cómo están? Siempre es un verdadero placer saludarles y reencontrarme con ustedes a través de esta columna, un espacio dedicado al diálogo y la democratización de la información, que nos permite estar a la vanguardia, obtener conocimiento y, por qué no, descubrir algún dato curioso.
Enero se ha ido volando y, con ello, llega a nuestra mente una pregunta obligada de temporada: ¿cómo vamos con esos propósitos? Esta cuestión nos invita a reflexionar, ya que, como muchos de nosotros, algunos ya hemos comenzado con las dietas, el regreso al gimnasio y los chequeos médicos. Conversando con familiares y amigos, me percaté de que uno de los propósitos más citados es “leer más libros”. Aunque para muchos esto pueda parecer una tarea ardua, en realidad no lo es, ya que leer no solo consiste en “pasar la vista por lo escrito para comprender los caracteres”; la lectura es, en esencia, nuestra forma de interpretar el mundo.
La lectura, más que un simple hábito, debe ser un momento de placer, un espacio donde interpretamos el mundo desde nuestra propia visión. El propósito de este año es incrementar nuestra lectura, no solo académica, sino también de ocio. He descubierto que esta experiencia se vuelve aún más fascinante cuando combinamos lo que leemos, con lo que vemos en las series y películas, ya que esto nos permite entrar en un diálogo, un debate entre lo que imaginamos y lo que se plasma en la pantalla, y nos abre a nuevas teorías, interpretaciones y mucho más.
En los últimos meses, las plataformas de streaming se han dado a la tarea de llevar algunas de las lecturas más icónicas de la literatura latinoamericana a series y películas, y de ello les hablaré a continuación. Mi recomendación es que lean el libro primero y luego vean la serie, o viceversa, o incluso ambos a la vez.
“Cien años de soledad”, en Netflix: Esta obra de Gabriel García Márquez, uno de los pilares del realismo mágico y la literatura universal, ha sido adaptada en una serie que les volará la cabeza. Netflix logró llevar a la pantalla el pueblo de Macondo, la familia Buendía y hasta al gitano y sabio Melquíades. Sin duda, una de mis favoritas para esta temporada, imperdible.
“Pedro Páramo”, en Netflix: Siguiendo la misma línea del realismo mágico, Juan Rulfo narra el viaje de Juan Preciado al pueblo de Comala en busca de su padre, Pedro Páramo. En esta novela se abordan temas como la muerte, el poder y la soledad, con un contexto del siglo XIX adaptado en su totalidad, y con un orgullo mexicano absoluto. Es importante destacar que la serie fue grabada en locaciones de San Luis Potosí, Nayarit y la Ciudad de México. Recomiendo leer el libro al menos dos veces para comprender a fondo la película.
“Como agua para chocolate”, en Max: Basada en la famosa novela de Laura Esquivel, esta serie explora temas de amor, tradición y gastronomía en el contexto de la Revolución Mexicana. Aunque ya existe una película de 1992 que es una de mis favoritas, la serie se la voló, nutriendo varios aspectos de la película, elogiando la fidelidad al libro, la adaptación, las actuaciones, el vestuario, el reparto y las escenografías. Es una serie romántica, ideal para los amantes de este género y la comida mexicana.
Además de estas obras de renombre, nos queda la tarea de leer y ver las películas y series de los siguientes títulos: "La casa de los espíritus" de Isabel Allende, disponible en Prime Video; "Los Adioses", sobre la vida de Rosario Castellanos, en Netflix; "El amor en los tiempos del cólera", con música de Shakira, en Prime Video; y una de mis favoritas, "Arráncame la vida" de Ángeles Mastretta, también en Netflix.
Queridos lectores, nos queda muchísimo por leer y aún más por ver. Recuerden que la lectura es la interpretación del mundo, ¡así que manos a la obra! Les invito a hacer un plan de fin de semana que combine una buena lectura con series y películas de calidad.
Me despido deseándoles un excelente cierre de mes. Abríguense y recuerden buscar cada día ese pequeño rayo de luz que los guíe hacia la felicidad. Hasta la próxima.
Jorge Alejandro Peña Landeros
Director de Biblioteca