
En medio de una transformación global en la industria de los semiconductores, el ITESO consolida su papel como formador de talento especializado para responder a los retos del sector. Desde hace casi dos décadas, la universidad ha invertido en infraestructura, programas académicos y colaboración con empresas para fortalecer el diseño de circuitos integrados, una rama crucial de la ingeniería electrónica.
El impulso más reciente proviene del contexto internacional. Entre 2020 y 2023, la escasez global de chips causada por la pandemia, la alta demanda de dispositivos electrónicos y las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China puso en evidencia la dependencia de Asia como principal productor de estos componentes. Esto motivó iniciativas como la Ley de Chips y Ciencia en Estados Unidos, que busca reconfigurar la cadena de suministro con países cercanos como México.
En este escenario, Jalisco ha cobrado relevancia por su historial en electrónica. Empresas como Intel, Continental y Bosch tienen presencia en la región, y muchas de ellas colaboran con universidades como el ITESO. Omar Longoria, coordinador de la Maestría en Diseño Electrónico, explica que Guadalajara es conocida como el “Silicon Valley de México” gracias a los corredores industriales surgidos desde finales de los años sesenta y al respaldo gubernamental que permitió el establecimiento de empresas tecnológicas.
Este ecosistema industrial ha favorecido la vinculación académica con la industria, que en el caso del ITESO se traduce en Proyectos de Aplicación Profesional (PAP), acceso a materiales especializados y laboratorios disponibles 24 horas al día. Además, los estudiantes reciben asesoría directa de docentes con experiencia en áreas como diseño de circuitos y telecomunicaciones.
El interés del ITESO por los chips y semiconductores no es reciente. Entre 2006 y 2014, la universidad ofreció una Especialidad en Circuitos Integrados, y se prevé que pronto se reabra la Especialidad en Diseño en Sistemas en Chip. A nivel de posgrado, algunos estudiantes han desarrollado circuitos funcionales como parte de su formación: en 2020, dos alumnos de maestría crearon un chip que mejora la calidad de señales de audio.
En total, el ITESO ha logrado manufacturar seis circuitos integrados, incluidos dos digitales. Uno de los más relevantes fue desarrollado en 2019 en colaboración con el Cinvestav, con la participación de académicos como Cuauhtémoc Aguilera, José Luis Pizano y el propio Longoria. El chip era capaz de calcular el inverso de la raíz cuadrada, una operación útil en áreas como videojuegos, inteligencia artificial y telecomunicaciones.
A futuro, el plan académico del ITESO contempla incorporar una asignatura sobre diseño de semiconductores a la carrera de Ingeniería Electrónica para el ciclo escolar Otoño 2025. Con esto, la universidad busca que sus egresados no solo comprendan el funcionamiento de estos dispositivos, sino que también participen en su conceptualización y creación.
La apuesta del ITESO se alinea con el reciente anuncio de la creación del Centro Nacional de Diseño de Semiconductores, que tendrá sedes en Puebla, Sonora y Jalisco. En este contexto, la formación de talento desde instituciones como el ITESO será clave para posicionar a México como un actor relevante en la nueva era tecnológica.