Universidades

Académico del CUCS desmonta mitos sobre la actividad física en personas asmáticas y propone estrategias médicas personalizadas

Médico del CUCS: el sedentarismo es peor que el asma controlada

Médico de la UdeG explica cómo adaptar el ejercicio físico en personas con asma
El asma no impide moverse Académico del CUCS orienta sobre deporte seguro en personas asmáticas

Tener asma no es una sentencia para dejar de moverse. Todo lo contrario: con un acompañamiento médico adecuado, muchas personas con este padecimiento pueden incorporar actividad física de manera segura y hasta terapéutica. Así lo afirma el doctor César Octavio de Loera Rodríguez, académico del Departamento de Fisiología del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS) de la Universidad de Guadalajara, quien ha dedicado parte de su labor a aclarar ideas equivocadas sobre esta condición.

En entrevista con la Gaceta UdeG, el especialista en medicina del deporte subrayó que el verdadero problema no es el ejercicio en sí, sino el desconocimiento sobre cómo enfrentarlo. “El asma se puede controlar, y una vez que está bajo control, la persona puede ejercitarse sin mayor complicación, incluso con beneficios para su salud”, explicó.

Este enfoque contrasta con la idea extendida de que las personas asmáticas deben evitar cualquier esfuerzo físico. De acuerdo con de Loera Rodríguez, caminar, nadar, andar en bicicleta o trotar suavemente pueden ser opciones seguras si se realizan en ambientes adecuados y con la medicación prescrita.

Entre las actividades más recomendadas está la natación, debido a la humedad del ambiente que ayuda a mantener las vías respiratorias menos irritadas. Sin embargo, no toda actividad funciona igual. Por ello, el académico enfatiza la diferencia entre actividad física, ejercicio y deporte: la primera es cualquier movimiento que gasta energía (como subir escaleras o caminar); el ejercicio implica una rutina con objetivos definidos; y el deporte, una actividad más exigente, muchas veces competitiva.

“Cuando se trata de asma, no es lo mismo caminar media hora que entrenar para un triatlón. La exigencia y el control son distintos, y eso hay que tomarlo en cuenta para evitar crisis respiratorias”, señaló.

También habló de la llamada asma inducida por el ejercicio, una variante que se manifiesta cuando una persona —a veces sin diagnóstico previo— comienza a realizar actividad física intensa y presenta síntomas como ahogo o dificultad para recuperar el aire. En estos casos, un diagnóstico temprano permite evitar riesgos innecesarios.

Además, el doctor en Ciencias Biomédicas por la UdeG explicó que, aunque el tratamiento médico no varía entre hombres y mujeres, las mujeres pueden experimentar síntomas más severos o persistentes debido a factores hormonales, lo cual debe tomarse en cuenta en las estrategias de atención.

Respecto a los deportes más recomendables para personas asmáticas, mencionó disciplinas como el yoga, pilates, natación o ciclismo recreativo, siempre que se adapten a las capacidades individuales y al entorno. “El clima, la contaminación y la temperatura son variables que influyen. Por eso es importante contar con un plan personalizado y supervisado por profesionales de la salud”, agregó.

La investigación y el trabajo médico desde el CUCS contribuyen a derribar estigmas y a ofrecer herramientas que mejoren la calidad de vida de quienes viven con asma. Lejos de recomendar el sedentarismo, la propuesta es clara: informarse, controlar y moverse con inteligencia.

Lo más relevante en México