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Este miércoles se registraron tres balaceras en calles de Tijuana y en el Hospital General de la ciudad, con saldo de tres muertos, tres heridos y al menos cinco detenidos, pero las autoridades continúan con las investigaciones.
Unas 500 personas fueron evacuadas del Hospital General durante el enfrentamiento entre sicarios y policías que inició un grupo de los primeros que entró en busca de un herido, sin que resultaran lesionados pacientes o trabajadores del nosocomio.
Durante unas cuatro horas, elementos de las policías Federal Preventiva, Estatal Preventiva, Ministerial y Municipal, además de miembros del Ejército, revisaron el nosocomio en busca de los sicarios armados, con los enfermos más graves resguardados.
A partir de las 11:00 horas tiempo local, personas aterradas huían del hospital, tratando de protegerse de los disparos que escuchaban en el interior del edificio. Algunos pacientes salían aún con las bolsas de suero, seguidos por enfermeras y médicos.
Las primeras versiones eran confusas, pero todas se referían a un grupo de cinco a ocho hombres armados que ingresaron a urgencias disparando, en busca de un herido que iban a rescatar, y cuando la Policía llegaba, uno de los delincuentes huyó a pie.
El comandante de la Policía Ministerial del Tijuana, Jaime Niebla González, dijo que los hechos se iniciaron por una persecución de agentes de la Policía Federal Preventiva (PEP) a una camioneta Silverado que huía cerca de la Central Camionera.
La camioneta se impactó contra un autobús y los tripulantes se enfrentaron a balazos con los agentes que iban tras ellos, y en esa persecución uno de los presuntos delincuentes murió, otro resultó herido al igual que un civil.
Niebla González relató que ambulancias de la Cruz Roja trasladaron a los heridos al hospital, allí también llegaron un custodio y un policía de la Estatal Preventiva que acompañaban a curación a un interno de la penitenciaría.
En ese momento, un grupo de cinco a ocho sicarios entró al estacionamiento del hospital y desde allí empezó a disparar contra los agentes, y continuaron su camino hasta la sala de urgencias.
En este enfrentamiento murieron el agente de la Policía Estatal Preventiva, Miguel Ángel López Torres, y el custodio, también de esa corporación policiaca, Rodolfo García Parrales.
Elementos del Ejército, de la Agencia Federal de Investigación y de las corporaciones policiacas sitiaron los alrededores del nosocomio, en tanto se trasladó a 60 enfermos al jardín del CREA, al Seguro Social y a un nosocomio privado.
Fuego en la frontera
La fronteriza ciudad de Tijuana vivió una violenta jornada con saldo de dos policías y un presunto delincuente muertos, así como tres lesionados, luego de varias balaceras.
Cinco presuntos sicarios del crimen organizado fueron detenidos por corporaciones policiacas del estado y la Federación, tras mantener por cinco horas sitiado el Hospital General con pacientes adentro.
Las autoridades presumen que se trata de asesinos a sueldo que se internaron en el nosocomio para dar muerte o rescatar a un miembro del crimen organizado que había sido herido en una balacera ocurrida en un lugar cercano.
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