En la zona limítrofe entre la alcaldía Iztapalapa y el municipio Nezahualcóyotl, sobre la Avenida Texcoco, se recolectan más de 120 toneladas de basura a la semana, generados por la gran afluencia de comerciantes y citadinos en los tianguis de El Salado y de San Juan.

Más de cuatro kilómetros son ocupados por puestos de ropa, comida, herramientas, juguetes y demás los días miércoles y domingos, pero es al final de la jornada cuando se torna perceptible una de las tantas problemáticas que aquejan a quienes circulan comúnmente por la arteria: la acumulación de desechos.

Son bolsas, papel, vasos y platos desechables, chasis de vehículos, muebles desgastados y otra gran cantidad de desperdicios los que discurren por la avenida en diferentes puntos de la ciudad, mismos que no son levantados hasta que llegan camiones de basura que semana tras semana emprenden una tarea de mantenimiento que requiere más de cuatro horas.

Aun así, la labor no es suficiente para quienes habitan por la zona, pues constantemente denuncian cúmulos restantes que no reciben atención y que además implican focos de contaminación e infección.

“A pesar de que en la noche pasan a recoger la mayoría de la basura que queda sobre un gran tramo de la avenida, cuando camino aquí los lunes por la mañana sigue habiendo puntos que están repletos de cochambre. Y es que no es sólo cosa de los tianguistas, los mismos vecinos vienen a dejar su basura o incluso hay quienes van caminando y si se vienen comiendo algo tiran los restos ahí deliberadamente. También hay lugares que duran toda la semana invadidos y ya son acostumbrados para que dejen bolsas de basura. Hace falta cultura y educación”, contó a Crónica un vecino de la colonia Juan Escutia, en Iztapalapa.

Otros ciudadanos afectados lamentaron la ausencia de botes de basura sobre la avenida, así como la poca atención que los tianguis y comerciantes reciben por parte de las autoridades.

“Podrían poner botes de basura en los principales camellones. En las avenidas Texcoco, Neza o Pantitlán son prácticamente inexistentes. Deben cuidar los tianguis porque dejan muchísima basura cuando quitan sus puestos, en específico he visto el basurero que deja el que se pone los miércoles sobre la Texcoco a la altura de Acatitla. Los cerros de basura están más de dos días obstruyendo la vialidad”, expusieron.

Hasta el momento, los tiraderos de basura clandestinos siguen apareciendo con frecuencia y más allá de ser atendidos, no se ha establecido un orden con los tianguistas y los vecinos que acuden a vaciar desperdicios sobre los camellones. Ni el alumbrado público, la presencia de la policía y el paso de camiones recolectores son suficientes para regularizar el problema.