
Este año se prevé que la Basílica de Guadalupe sea visitada por más de 12 millones de personas, en el recinto no solo se ven peregrinos, también se ven turistas (algunos creyentes y otros curiosos) se acercan para ver las danzas, cadenas de oración y hasta para alimentar a los perritos callejeros.
El “Día de la Virgen de Guadalupe” es una de las festividades religiosas más destacadas en México, y la Basílica de Guadalupe es considerado uno de los recintos religiosos más importantes del país.
La fe de las personas es más grande que cualquier obstáculo, llámese distancia, enfermedad, edad, o economía. La mayoría se prepara espiritualmente y económicamente con un año de anticipación para no faltar en estas fechas a la Basílica de Guadalupe, a donde llegan con sus cantos, danzas, antorchas y flores. En algunos casos, estrenan trajes típicos porque para ellos “es un honor ir de gala”.
Algunos de los peregrinos revelaron a este diario que gastan entre mil y mil 500 pesos por persona durante su viaje (los que llegan de estados cercanos a la capital como Puebla, Hidalgo o lugares como Toluca), esto a pesar de que hay personas que les regalan los alimentos y contemplando que de pasar la noche en la Ciudad de México, se quedan en la casa del peregrino. Quienes llegan de más lejos como Chiapas y Tabasco tienen que ahorrar 3 mil pesos durante todo el año para poder agradecerle personalmente a la virgen en estas fechas.
Muchos adelantan su llegada porque saben que el 11 o 12 de diciembre es casi imposible el paso en la villa y no tienen espacio para realizar libremente sus danzas, cadenas de oración, rezos y tienen que esperar mucho más tiempo para entrar a misa; además, en marco del Día de la Virgen también realizan festejos en sus pueblos, así lo relataron a Crónica algunas peregrinaciones que han llegado desde otros estados.
En el recinto la presencia de la Guarida Nacional ya es notoria, muchas personas se acercan a ellos para pedir orientación; a la distancia también se ven módulos de seguridad con elementos policiales.

A lo lejos se veía una joven alimentando a los perros que se resguardaban del sol en las entradas de la basílica, sin escatimar, sacaba de una bolsa un plato y servía croquetas con un sobre de comida suave a cada uno de ellos, además les daba un vaso con agua.
“Yo vengo a ver a la virgen, pero también le traigo comida a los perritos que andan aquí. No se vale que sigan a la gente desde tan lejos, y los abandonen aquí. Darles de comer también es una acción de gratitud, como una ofrenda, no nos cuesta”, comentó mientras servía la comida.

Visitantes de otras naciones no se pierden la festividad
Este diario constató que había visitantes que llegaron desde Estados Unidos, Colombia, Corea, Italia y Alemania, algunos iban en recorridos dirigidos por guías, otros en pequeños grupos. No todos eran creyentes, pero eligieron tours para conocer las tradiciones mexicanas; quienes profesaban la misma fe quedaron fascinados con el lugar, algunos se conmovían hasta las lágrimas y compararon el recinto religioso con el Vaticano.
“No podíamos dejar de venir, es como si visitas Roma y no vas al Vaticano”, comentó uno de los italianos a este diario.
La emoción de Jennifer y su mamá también era evidente, ellas llegaron desde Colombia, y el pequeño con el que venían llamaba la atención de los demás porque pedía fotos con su característico acento.
“Venir a ver a la virgen es un sueño cumplido, nos ha concedido varios milagros, la queremos con todo nuestro corazón”, comentó Jennifer y lamentó que regresarían a su país justo antes del 12 de diciembre, “de haber sabido hubiéramos alargado más el viaje, pero aquí estamos dando gracias y muy felices”.
Jóvenes corredores de Antorcha Guadalupana Lucero de la Mañana
La peregrinación Antorcha Guadalupana Lucero de la Mañana, llegó desde Yajalón, Chiapas, es un grupo de 13 jóvenes corredores, tienen entre 13 y 40 años, liderados por Don Pedro; llevan 9 años asistiendo a la Basílica y recuerdan con mucho cariño a dos de sus compañeros que fallecieron en un accidente (en Chiapas), demostraban estar muy felices y orgullos de lo que han logrado, destacaban por sus coloridas túnicas que tienen al frente la imagen de la Virgen de Guadalupe y en la espalda la imagen de Cristo.

Pedro aseguró que ellos se preparan durante todo el año, “los días 12 de cada mes peregrinamos; las familias van pidiendo a la imagen y nosotros la llevamos. Como integrantes cada uno damos una cuota de tres mil pesos para cubrir con los gastos de combustible, casetas y comidas”.
Ellos salen de Chiapas en una camioneta adornada con una manta similar a la de sus túnicas y al llegar a Chalco, Estado de México, los corredores comienzan su ruta, “depende del aguante de cada uno, hay jóvenes que piden correr desde cinco, diez, o algunos quince kilómetros”, explicó Pedro.
En la Ciudad de México sólo se alojan una noche, en la Casa del Peregrino, que brinda hospedaje gratuito, cuenta con cientos de catres, regaderas y baños, y donde coinciden con más “hermanos”.
Mazahuas alegran la villa con sus danzas
Los mazahuas llenaron de alegría y fiesta la villa, era un grupo como de 30 personas, todas las mujeres vestían por igual —la mayoría de la tercera edad y una que otra niña— con una falda púrpura, un suéter beige, un reboso rosa mexicano y sombreros con flores, entre ellas sólo había un joven encabezando la danza. Todos portaban un arco con flores que movían al ritmo de la música que se escuchaba en todo el lugar.
La gente que pasaba por la zona se detenía a ver su danza, entre ellos algunos turistas los grabaron y quedaron encantados con el colorido atuendo.
El joven, Carlos, dirigió unas palabras en lengua mazahua a Crónica y al pedir la traducción explicó lo dicho: “Somos la Danza Mazahua Flor de María venimos del pueblo de San Pedro El Alto y San Pedro El Chico (Estado de México) pueblos mazahuas, venimos con mucho gusto a danzar a nuestra virgencita y a cumplir nuestra promesa de venir”.

“A través de nuestra danza le brindamos homenaje a nuestro padre celestial. Nuestra danza es un canto de alabanza que le ofrecemos a nuestra madre santísima”, comentó una de sus compañeras y explicó que se trata de una ofrenda que hacen anualmente desde el 2006.
Otro de los grupos que destacaba, era uno cuyas integrantes vestían trajes tradicionales y se comunicaban en náhuatl, contaron a Crónica que venían en una peregrinación de más de mil personas, llegaron caminando desde Huauchinango, Puebla; su trayecto para llegar a la Basílica duró cuatro días y sólo estarían ahí algunas horas para recobrar fuerza y emprender el mismo día el camino de vuelta.
Cada uno de esos integrantes sólo tuvo que juntar mil pesos para poder llegar a la Basílica y mucha fuerza para lograr hacerlo caminando. “Vienen personas con nosotros que nos van regalando comida toda la semana, pero aun así se gastan unos mil pesos”, contó Margarita, de 21 años.
El 12 de diciembre se conmemora la aparición de la Virgen María, bajo la figura de la Virgen de Guadalupe, al indígena Juan Diego en el cerro del Tepeyac, en 1531. Es una festividad que mezcla elementos religiosos y culturales, se celebra con misas, peregrinaciones, danzas, cantos y altares dedicados a la Virgen; al lugar llegan millones de mexicanos para rendir homenaje y también turistas, incluso no creyentes, para conocer las tradiciones mexicanas.
