
El grupo parlamentario del Partido Verde en el Congreso de la ciudad de México propuso que las personas privadas de la libertado, en los diferentes Centros Penitenciarios en la capital reciban “gatoterapia”, es decir, terapia asistida con gatos, con el fin de mejorar el comportamiento de los reclusos y su bienestar mental.
La diputada Rebeca Peralta, quien presentó la propuesta, comentó que el “ronroneo de esperanza” se trata de una oportunidad única ya que sólo los animales tienen la capacidad de ofrecer afecto sin juicios y compañía sin condiciones, lo que resulta ser una herramienta poderosa para la transformación personal en los centros de reclusión, que son lugares asociados con dureza y aislamiento.
Además destacó que dicha convivencia aportaría en la reinserción social de quienes ya cumplieron con su condena, “no se trata simplemente de tener seres vivos no humanos en los centros de reclusión, sino que, conlleva a una intervención pensada, estructurada; aprovechar esa conexión única para fomentar cambios positivos”, dijo.
“Los gatos tienen características que los hacen especialmente idóneos para este tipo de terapia en un entorno institucional. Suelen ser animales tranquilos, por su tamaño, no requieren grandes espacios y su cuidado puede adaptarse bien a la vida dentro de un centro de reclusión. A ellos no les importa el pasado de la persona, responden al cuidado y al cariño en el presente”.
Gatoterapia a reos se realiza con éxito en otros países
La legisladora ejemplificó que en otros países como Estados Unidos, específicamente en Indiana, el Departamento de Corrección buscó alianzas con refugios encargados de acoger animales abandonados para ponerlos al cuidado de los reclusos.
Los perfiles más aptos realizan tareas como cuidar de los felinos, bañarlos, jugar con ellos, fabricarles juguetes y casitas. Y si los internos presentan mala conducta, se les limita el ingreso al centro donde los gatos están resguardados.
“Esta acción ha tenido una respuesta muy satisfactoria, pues el comportamiento de los miembros del proyecto ha mejorado mucho”.
En Canadá y Chile, los internos que conviven con gatos han mostrado mejoras como la reducción del estrés, ansiedad y depresión; fomento de la empatía, responsabilidad y autoestima. Así como mejora del estado de ánimo y combate al aislamiento social; reducción de la agresión y conductas violentas.
“Pasar de ser cuidado a ser cuidador puede ser profundamente transformador”, destacó la legisladora.
Para que este programa sea exitoso, también es necesario establecer protocolos claros para garantizar el bienestar tanto de las personas como de los animales involucrados, siguiendo estándares éticos.
Peralta aseguró que apoyar la inclusión de la Terapia Asistida con Animales significa apostar por una visión más humana y completa de la reinserción.
También compartió que el Centro Femenil de Reinserción Social Tepepan ya cuenta con la presencia de 36 gatos, los cuales se han convertido en un gran apoyo para las personas privadas de libertad.
“Lo que he tenido oportunidad de ver es que, las personas internas que conviven con los gatos han expresado sentir bienestar físico y mental, cambios en su forma de pensar o su percepción hacia las personas y otras más han mostrado mejoras en su comportamiento”, precisó.