
El Congreso capitalino pidió a las secretarías de Cultura y de Medio Ambiente locales iniciar el procedimiento para la declaratoria del Río Magdalena (el último río vivo de la CDMX) como Patrimonio Natural de la Ciudad de México con el fin de procurar su conservación, preservar la diversidad biológica y mejorar la calidad de vida de los habitantes de la zona.
El diputado morenista César Emilio Guijosa Hernández aseguró que en dicho cuerpo de agua habitan 48 especies de tipo endémico, tres especies de plantas vasculares, nueve de anfibios, 17 de reptiles, siete de aves, 11 de mamíferos y una de algas.
“A lo largo de la historia, el Río Magdalena se ha erigido como un símbolo vivo de la Ciudad de México. Este río no solo es esencial para el equilibrio hidrológico y la recarga de acuíferos, sino que también constituye un refugio para una gran diversidad biológica”.
El diputado detalló que, a pesar de las múltiples iniciativas de rescate y saneamiento, actualmente enfrenta serios desafíos que van desde la contaminación y la alteración del cauce, hasta deficiencias en la infraestructura, “que requieren de una intervención urgente y coordinada que combine tecnología, conocimiento ancestral y participación ciudadana”.
“Conservar el río Magdalena es un acto de justicia, ya que al cuidarlo se preserva la vida, es reconocer que esta ciudad no puede seguir negando su origen y geografía en su memoria”, dijo.
También destacó que se trata de un acto de responsabilidad pública que nos obliga a garantizar el respeto, la solidaridad, la justicia y la gratitud hacia la tierra, hacia el agua y hacia quienes han cuidado este río por generaciones.
La solicitud, aprobada por la mayoría del pleno, llama a la coordinación interinstitucional entre la Secretaría de Cultura y la Secretaría del Medio Ambiente para que la preservación del río se haga de manera integral, mediante un diagnóstico exhaustivo que abarque aspectos hidrológicos, ecológicos y sociales.