
Ante un mes de lluvias sin precedentes desde 1968 y con crecientes afectaciones en diversas alcaldías, el Gobierno de la Ciudad de México presentó este lunes un ambicioso plan de transformación del modelo hídrico capitalino: el programa de 100 puntos de acupuntura hídrica, una estrategia orientada a infiltrar millones de litros de agua pluvial al subsuelo, reducir inundaciones y recargar el acuífero de la cuenca.
Lluvias extremas: nuevo escenario climático
El mes de junio cierra con 33.7 millones de metros cúbicos de precipitación acumulada, casi el doble del promedio histórico. En palabras de la jefa de Gobierno, Clara Brugada, este volumen coloca a junio de 2025 como el más lluvioso en 57 años.
“Ya no podemos decir que son lluvias atípicas. Lo que vivimos es la nueva normalidad”, advirtió.
Las lluvias del domingo 29 y madrugada del lunes 30 alcanzaron picos inéditos. De acuerdo con el secretario de Gestión Integral del Agua, José Mario Esparza Hernández, en Álvaro Obregón —una de las zonas más afectadas— se midieron más de 107 milímetros de lluvia, superando el umbral que activa la Alerta Púrpura (70 mm) y estableciendo un nuevo récord para esa región en dos décadas.

Cambio de paradigma: de ciudad impermeable a ciudad esponja
En este contexto, el gobierno capitalino anunció que apostará por un viraje profundo en la gestión del agua.
“Históricamente, nos hemos peleado con el agua. Primero desecamos lagos, luego la lluvia la tratamos como amenaza. Y al mismo tiempo, sobreexplotamos el acuífero”, recordó Brugada durante el evento celebrado en la colonia Ampliación Emiliano Zapata, en la Sierra de Santa Catarina, Iztapalapa.
El nuevo programa busca corregir ese desequilibrio estructural mediante una estrategia inspirada en la medicina tradicional china: la acupuntura hídrica. “Así como se colocan agujas en puntos críticos del cuerpo, intervenimos puntos estratégicos de la ciudad donde hay desequilibrio hídrico. Es una manera de hidratar el subsuelo en zonas donde históricamente sólo se ha extraído agua”, explicó la mandataria.
La estrategia se desplegará en 100 puntos clave de la capital, empezando por Iztapalapa y extendiéndose a otras demarcaciones como Álvaro Obregón, Tláhuac, Tlalpan y Magdalena Contreras.

Obras de infiltración y recuperación de vasos reguladores
El secretario Esparza detalló que el programa contempla obras de infiltración profunda, captación pluvial en construcciones públicas y privadas, y la rehabilitación de vasos reguladores, presas urbanas y cuerpos de agua que han sido obstruidos o mal utilizados. Uno de los principales objetivos es duplicar la cantidad de agua infiltrada año con año.
En esta primera etapa se proyecta infiltrar 26 millones de litros de agua al subsuelo, cifra que irá en aumento conforme se incorporen más puntos de acupuntura. Asimismo, se realizará el desazolve y saneamiento de vasos en zonas críticas, como el sistema de presas del Río Becerra, en Álvaro Obregón, donde la acumulación de basura contribuyó a recientes afectaciones.
“La operación del Plan Tlaloque —activado durante emergencias por lluvias— ha sido eficaz gracias al equipamiento y coordinación entre dependencias”, añadió Esparza. Este plan incluye vigilancia meteorológica en tiempo real, despliegue de brigadas por zona y comunicación con el Estado de México e Hidalgo, debido al carácter metropolitano de la cuenca.

Iztapalapa como caso modelo
La jefa de Gobierno refirió que colonias como San Miguel Teotongo, Potrero, Apolocalco y la Ampliación Emiliano Zapata son ejemplo de la paradoja hídrica: sufren tanto por escasez de agua en tiempos de estiaje como por severas inundaciones en temporada de lluvias.
“Aquí llueve como nunca, pero hay zonas donde no llega el agua potable. Vamos a resolver ambos problemas de manera integral”, prometió.
En ese sentido, adelantó que se destinarán recursos para mejorar el abasto de agua potable en el Cerro de la Caldera y otras zonas altas de Iztapalapa, y se impulsarán pozos de absorción en construcciones públicas y privadas, incluyendo las nuevas edificaciones del gobierno capitalino y desarrollos inmobiliarios, como establece la legislación vigente.
La mandataria anunció además la recuperación del canal de Chalco y el Río Serpentino en Tláhuac, como parte de las acciones complementarias al programa de acupuntura.
Construcción de la “ciudad esponja”
Clara Brugada llamó a una transformación cultural: dejar atrás la obsesión por el pavimento.
“Mientras en otras ciudades del mundo están levantando el cemento para permitir la infiltración, aquí lo seguimos pidiendo como símbolo de modernidad”, criticó. Y lanzó un reto: “Quiero que una calle levante la mano y diga: aquí no queremos pavimento, queremos seguir filtrando agua. Eso es conciencia ciudadana”.
El modelo de “ciudad esponja” al que aspira su gobierno apuesta por camellones, parques, calles sin pavimento, techos verdes y sistemas de captación, todo orientado a capturar y aprovechar el agua de lluvia localmente.
La visión integral incluye además fortalecer la infraestructura social, garantizar programas sociales y mejorar la movilidad. Durante el evento, Brugada recordó que siguen vigentes apoyos como “Desde la Cuna” para niñas y niños de 0 a 3 años; becas de transporte para universitarios; pensiones para personas de 60 a 64 años; el programa de Ingreso Ciudadano Universal para mayores de 57 y, próximamente, la reactivación de MERCOMUNA, que impulsa la economía local con vales de consumo canjeables en mercados y tiendas barriales.
Coordinación interinstitucional y visión metropolitana
El secretario Mario Esparza enfatizó la necesidad de trabajo coordinado y de una visión que rebase límites administrativos.
“No podemos olvidar que compartimos cuenca con el Estado de México y con Hidalgo. La gestión del agua es también un asunto metropolitano”, explicó.
Destacó que el Centro de Mando Hídrico funciona como eje de coordinación entre dependencias, con participación del C5 del Agua, Protección Civil, Secretaría de Seguridad, alcaldías y organismos de agua federales y estatales. Gracias a este sistema de vigilancia y respuesta inmediata, se han evitado afectaciones mayores en eventos como el del 29 de junio.
“Vamos a seguir cumpliendo con las tareas que nos hemos propuesto. Hoy es el agua, mañana será el transporte o los programas sociales. Pero siempre vamos a poner por delante a quienes más lo necesitan”, concluyó la jefa de Gobierno, rodeada de vecinas y vecinos de una de las zonas más vulnerables de la ciudad, pero también de las más resilientes.