
En los primeros meses de administración, los alcaldes afirmaron que al erradicar el abandono y el descuido de las áreas comunes expulsaría a la delincuencia de los espacios públicos, en algunos casos bajo proyecciones como la “Teoría de la ventana rota”, formulada en la década de 1980, que explica que para que una alcaldía cuide a sus habitantes, debe de garantizar espacios públicos de calidad, que los vecinos se apropien del espacio en las calles, sin embargo, detalla especialista, ese trabajo es insuficiente cuando no se combaten los delitos de fondo.
En las alcaldías que destinaron mayores recursos económicos a la rehabilitación y mejora de espacios públicos, parques y deportivos, las estadísticas delictivas no disminuyeron, inclusive, creció la percepción de inseguridad, así como la incidencia de crímenes.
Según el experto, esto se debe a que tanto los programas policiales y la mejora poco constante de los espacios públicos, casi siempre utilizada para fines electorales, y recaen en que las pocas acciones sean únicamente cosméticas, sin que los alcaldes, Ministerios Públicos, elementos de seguridad y obras de mejora de la imagen urbana tengan coordinación para la persecución de las bandas delictivas. Por lo tanto, consideran que a las alcaldías, deberían, como es el caso de los municipios, otorgarles más posibilidades de trabajar con equipo de seguridad de investigación e inteligencia.

Más inversión al espacio público, pero aumentó la percepción e incidencia delictiva
En entrevista con Crónica, Victor Hernández experto en seguridad y Director del Instituto Latinoamericano de Estudios Estratégicos (ILEES), afirma que es irreal que los ediles apliquen la hipótesis de que la promesa de mejoramiento del espacio de inmediato bajará la criminalidad, cuando los trabajos no son sistemáticos.
Para el experto, la obsolescencia de las teorías que implican que únicamente con la mejora del espacio público aumenta la seguridad, se desmiente con ejemplos como el de la alcaldía Benito Juárez, que durante sus administraciones han presumido tener los mejores parques y servicios públicos del país. Con 267 millones de pesos presupuestados para obras que ese Gobierno nombra como mantenimiento y rehabilitación de centros educativos, vialidades secundarias, mercados e infraestructura, la demarcación no desocupa su segundo lugar de ser el territorio con más delitos por cada 100 mil habitantes.
En marzo del 2024 se cometían 48.1 crímenes por cada 100 mil personas, para el mismo mes del año siguiente la cifra subió a 54.6. En abril del primer año se ejecutaron 51.8 delitos por la misma cantidad de población y aunque un año después disminuyó a 44.8, en mayo del 2025 volvió a crecer a 50.1; con el tercer lugar en faltas contra el patrimonio (906). En percepción de inseguridad la alcaldía también empeoró, aunque cada medición mantenía su media de 11 puntos, la mayoría de las veces la mejor del país, de marzo del 2024, a 12 meses después, incrementó 9.3 puntos.
“Estos programas deben de ir acompañados de una estructura de cuidados y de medición del impacto, aunque existen interacciones en otras ciudades, se queda crudo porque son limpiezas en una sola exhibición. El PRD era propicio a regalar botes de pintura y pintar colonias del mismo color, es algo que se hace una sola vez y no se le da seguimiento”, dijo.
“La delincuencia en México aparece en todas las zonas, inclusive en las más controladas, el problema es más profundo, de Estado de Derecho, que la Fiscalía y la policía están separadas y no se pueden coordinar, si la correlación fuera únicamente arreglar espacio público, un lugar bonito no tendría que tener delitos, como Pedregal y Santa Fe y son esos lugares donde existe el mayor número de robo de autopartes, pero sí contribuye tener espacios pulcros y una comunidad involucrada para prevenir esos delitos”.
Tláhuac es otro de los ejemplos en el que la recuperación del espacio público no es suficiente para disminuir los delitos si no se cuenta con una estrategia de seguridad de inteligencia e investigación. En 2024, e monto asignado y ejercido para la construcción y/o rehabilitación de espacios públicos, como la trotapista en el deportivo San José, mejoras en el deportivo El Perú, rehabilitación de la alberca Bicentenario de la Independencia y el parque Alcanfores ascendió a 67 millones 985 mil 238 pesos.
En esos trabajos se pavimentó una superficie total de 143 mil 104.37 metros cuadrados y se colocaron cinco mil 683 luminarias. Para 2025, la demarcación respondió que no cuenta con montos asignados para atender espacios públicos.
No obstante, marzo del 2025 no fue el mejor mes para la alcaldía en seguridad. En el 2024 se reportaron 212 delitos contra la familia, con creciente del nueve por ciento al mismo mes del año siguiente, de 212 a 232; ilícitos hacia la sociedad aumentó de cuatro a 10 y contra bienes jurídicos afectados, fue su repunte más notorio, de 123 subió a 160, es decir, 26 por ciento. En percepción de inseguridad entre su gente tampoco obtuvo buen resultado, en un año incrementó 8.5 puntos el porcentaje de vecinos que no consideran a Tláhuac como un lugar seguro para vivir (63.4 a 71.9).
“La pobreza o la falta de oportunidades no es la única variable que explica el delito, es más probable que algunos delitos los cometa alguien que creció sin oportunidades, pero no es lineal, si fuera así, todo lugar rico sería seguro y los pobres inseguros. El norte del país, que concentra la maquila, tendría que ser el lugar más próspero de México y Yucatán el más consumido por la guerra, porque concentra el PIB más pequeño del país, y ocurre lo contrario; Yucatán tiene una tasa de homicidios de tres por cada 100 mil habitantes y el norte está sumido en guerra desde hace 20 años”.
“Esa es la premisa del Gobierno actual, que mientras más dinero aporten a los programas sociales, habrán menos delitos, pero no es el caso, el homicidio rebotó, iba con una tendencia a la baja y este año subió, ese que era su único logro ya no lo pueden presumir; la extorsión está fuera de las manos desde hace 10 años. Si ese fuera el caso, los millones de pesos tendrían que disminuir ligeramente la criminalidad, cada año se cometen 30 millones de delitos”, mencionó el especialista.

Inversión en programas sociales sin continuidad
Uno de los ejemplos de que la ejecución de obras no es lo único que implica mayor seguridad es la alcaldía Tlalpan. Del 2024 a 2025, el concepto para la rehabilitación y/o construcción de espacios públicos disminuyó 46 por ciento, al pasar de 111 millones 136 mil 814 pesos en el primer año a 69 millones 197 mil 545 en el segundo; sin presupuesto para compra de luminarias y pendiente para mercados.
Y es que aún con la baja en la mejora de esas áreas, la demarcación fue de las que reportaron notables bajas en las carpetas de investigación abiertas por delitos denunciados, con 19 delitos contra el patrimonio menos en mayo del 2024 al mismo lapso del 2025 (606 a 587), y 17 crímenes menos hacia la vida del referido periodo (72 a 55). Asimismo, en ese mes del primer año ocurrieron 249 delitos contra otros bienes y 12 meses después bajó a 220.
La alcaldía Azcapotzalco tuvo la intención de mejorar sus espacios públicos. De la administración anterior, en la que se invirtieron 91 millones 606 mil 235 pesos a rehabilitación de áreas comunes como parques y jardines, así como a infraestructura comercial, sin destino económico a mantenimiento a deportivos. En el 2025 el Gobierno planeó 149 millones 779 mil 62 pesos, además de la mejora de zonas de ejercicio, rehabilitación de la superficie de rodamiento, banquetas y guarniciones. Aún con las acciones, la percepción de inseguridad, según el INEGI, se disparó en 6.6 puntos de marzo del 2024 al año siguiente, de 55.3 a 61.9 puntos.
“El problema de la procuración de justicia es que quien investiga los delitos y quien está en la calle son dos personas diferentes, los policías no pueden realizar actos de investigación hasta que la víctima acuda al Ministerio Público. Hay 80 mil policías con mil Minsterios Públicos que pueden atenderlos diariamente, se hace un cuello de botella y mientras las Fiscalías no pierdan el monopolio de la investigación, se hacen medidas cosméticas, comprar pistolas, pintar patrullas, construir módulos de seguridad aunque estén vacíos, eso no tiene incidencia real en cómo se comporta el mundo criminal”.
“No funciona que en una colonia se pinten banquetas y en otra hagan un mega operativo policial y en otra se den tarjetas, se tiene que hacer en zonas completas, porque si se descuidan otras partes de la ciudad, el mundo criminal se mueve, es mejor hacerlo completo, si no, que no se desperdicie ese dinero”.
Más carpetas de investigación, aún en zonas limpias
La alcaldía Cuauhtémoc continúa con niveles muy superiores de incidencia delictiva. En mayo del 2025, la demarcación mantuvo un promedio de 89.3 crímenes por cada 100 mil habitantes, la misma cifra que en ese periodo del año anterior. Aún cuando en marzo del 2024 los delitos bajaron de dos mil 831 a dos mil 817, en rubros como los ilícitos contra la libertad personal aumentó de 12 a 15, los delitos contra la sociedad de 39 a 50 y las transgresiones hacia bienes jurídicos subieron de 655 a 720.
En 2024 se destacó un rubro de limpieza para la Unidad Habitacional Tlatelolco de seis millones 278 mil 568 pesos; a pesar de ese esfuerzo, en el complejo de viviendas se reportaron más de dos asesinatos en los últimos 12 meses, sumado a quejas vecinales por abandono, lo que se reflejó en la percepción de gente que se siente insegura, 8.6 puntos más en un año (51.7 a 60.3).
“El estado se debe de amarrar las manos y darle continuidad a los proyectos, es un poco antidemocrático porque quitan el márgen de maniobra para el Gobierno entrante, pero de lo contrario ninguna iniciativa cuaja. Una buena intervención comunitaria es la que se acaba y deja capacidades en la comunidad intervenida para que haya continuidad, si se rehabilita, se debe de instalar la conciencia de que vale la pena, los programas tendrían que ser sustentables”.
Iztacalco, aún con su subida de 131 por ciento y especial atención a la construcción de senderos seguros, a los que destinó 17 millones de pesos en 2025, en marzo y abril de ese año se reportaron 39 y 84 crímenes más que en esos lapsos del 2024, con alzas importantes en delitos contra el patrimonio, 351 a 488 y 368 a 470 respectivamente.
En marzo de 2025, Miguel Hidalgo se ubicó como la quinta alcaldía con más crímenes por cada 100 mil habitantes, con 24. Ese Gobierno ha presumido la inyección a obra pública, iluminación y construcción de sitios seguros, que mejorarían la seguridad. En ese mes se acumularon mil 127 carpetas de investigación, con subidas en delitos contra la vida y la integridad corporal, 31 a 51; en total de todos los crímenes, 12 más que en ese periodo del año pasado. En tanto, el porcentaje de personas que se sienten inseguras subió 9.7 por ciento en 12 meses (32.3 a 42).
Para la recuperación del espacio público se disminuyó 36 por ciento de inversión, de 47 millones 476 mil 717 pesos a 32 millones 782 mil 451 en un año.
“En la Ciudad todo está dislocado, tiene mucho más poder un presidente municipal de un municipio perdido, que un alcalde en el capital, porque sólo administran algunas cosas muy concretas, como poda, pero todo lo decide el Gobierno central, por eso nunca es problema de nadie cuando algo no funciona”.