Metrópoli

Colectivos ciudadanos, jóvenes y habitantes de distintas colonias marcharán del Hemiciclo a Juárez hacia la Embajada de Estados Unidos

Tercera marcha contra la gentrificación recorrerá Paseo de la Reforma este sábado

Pintas encontrar de estadounidenses fueron colocadas sobre el Foro Lindbergh, en la Condesa, una de las zonas con mayor presencia de norteamericanos. FOTO: DANIEL AUGUSTO/ CUARTOSCURO.COM (Daniel Augusto)

Este sábado 26 de julio, una nueva marcha recorrerá el centro de la Ciudad de México con la exigencia de frenar el desplazamiento de comunidades tradicionales provocado por la transformación acelerada del entorno urbano. Bajo la consigna de defender el derecho a permanecer en sus barrios, colectivos ciudadanos, jóvenes y habitantes de distintas colonias marcharán del Hemiciclo a Juárez hacia la Embajada de Estados Unidos.

Convocada por el Frente por la Vivienda Joven, esta protesta representa la tercera movilización ciudadana en lo que va del mes, en respuesta a lo que denuncian como un proceso de exclusión estructural disfrazado de modernización. La cita es a las 14:00 horas y recorrerá avenidas emblemáticas como Juárez y Reforma, por lo que se prevén afectaciones viales.

Un fenómeno global con consecuencias locales

La gentrificación ha dejado de ser una preocupación aislada para convertirse en un fenómeno urbano con consecuencias palpables: desplazamiento de poblaciones históricas, aumento desmedido en los precios del suelo, pérdida del carácter comunitario y fragmentación social.

Vecinos de colonias como Roma, Condesa, Juárez y Santa María la Ribera han sido testigos del ascenso de plataformas digitales de alojamiento, desarrollos de lujo y flujos turísticos que han encarecido la vida cotidiana. Aunque se han hecho inversiones visibles, denuncian que estas han respondido más a la lógica del mercado que a las necesidades de quienes han habitado históricamente esas zonas.

“La transformación de nuestras calles no es neutra. Se nos expulsa con cada edificio nuevo, con cada renta imposible de pagar”, advierte un integrante del colectivo convocante.

Vivienda como derecho, no como mercancía

El Frente por la Vivienda Joven ha exigido al Gobierno capitalino y federal una serie de acciones concretas para detener el despojo, entre ellas la regulación estricta de plataformas como Airbnb, la expropiación de predios retenidos con fines especulativos, y la implementación de políticas que protejan la vida comunitaria y el acceso equitativo a la vivienda.

Para los organizadores, el fenómeno no puede desligarse de dinámicas internacionales. Han señalado que la llegada masiva de personas extranjeras —en particular desde Estados Unidos— ha acelerado el proceso, al incentivar un mercado inmobiliario que prioriza la ganancia sobre el arraigo.

Según datos de organizaciones especializadas, más de un millón de estadounidenses viven actualmente en México, muchos de ellos atraídos por el bajo costo de vida y la posibilidad de teletrabajar desde el extranjero. Esta tendencia, que se acentuó durante la pandemia, ha tenido un impacto directo en el mercado habitacional de la Ciudad de México.

Protestas precedentes y contexto

Las dos marchas anteriores, realizadas el 4 y el 20 de julio, reunieron a cientos de manifestantes en zonas como la Condesa y Tlalpan. En ambas se reportaron actividades culturales, asambleas vecinales y expresiones artísticas que buscaron visibilizar el problema. Sin embargo, también se documentaron pintas y tensiones con las autoridades.

Esta nueva jornada se enmarca en una lucha que crece desde los barrios, donde la inconformidad ha derivado en formas organizadas de resistencia: ferias populares, encuentros autogestivos y redes de solidaridad que buscan recuperar el derecho a vivir dignamente en la ciudad.

Mientras tanto, más de 50 mil familias mexicanas enfrentan cada año el reto de rentar una vivienda en la capital con ingresos que apenas alcanzan para cubrir lo básico. Para muchas, el dilema es claro: permanecer en la ciudad o migrar a la periferia.

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