
Las declaraciones del Chicharito sobre los roles y responsabilidades que atribuye a las mujeres en una condición cuasi natural son un retroceso en materia de género e invisibilizan los graves efectos de la cultura patriarcal en temas tan sensibles como la violencia machista, la brecha salarial o el burnout detonado por la sobrecarga de labores de cuidado no remuneradas.
“Justo en este tipo de discursos retrógrados se aloja la semilla de lo que llamo feminicidio emocional. Hombres que disfrazan su vulnerabilidad y caballerosidad de ausencia de responsabilidad sobre su rol en una sociedad igualitaria. Hombres necios que juzgan a la mujer por comodidad. No estamos fracasando; estamos sobreviviendo, reaprendiendo a decir no y exigiendo corresponsabilidad. No necesitamos máscaras de hombres sensibles para insistir en mandatos que nos atribuyen labores de cuidado y sostenimiento del espacio privado como nuestra vocación”, afirma la Dra. María Elena Esparza Guevara, fundadora y presidenta de Ola Violeta AC.

La organización mantiene una campaña permanente titulada #HablemosConLosHombres, dirigida a integrarlos como parte de la solución y no solamente del problema, convencida de que si ellos no ven las ventajas de trabajar por una sociedad igualitaria poco podremos lograr en la ruta hacia la igualdad sustantiva.
Los dichos de Javier Hernández forman parte del gender backlash o retroceso de género y se refiere a la reacción hostil y conservadora frente a la agenda de inclusión e igualdad sustantiva, claramente exacerbada por liderazgos como Donald Trump en Estados Unidos o Javier Milei en Argentina. Fue uno de los temas centrales en la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW69), en la cual Ola Violeta participó en marzo de este año en la sede de la ONU en Nueva York.
“Mientras algunos hombres famosos como él descubren que tienen emociones, millones de mujeres en todo el mundo cubren doble o triple jornada laboral, aunque sólo reciban remuneración por la que hacen fuera del hogar. En México, son mujeres 3 de cada 4 personas dedicadas a cuidar a infancias, personas adultas mayores o con discapacidad, familiares y, en estas fechas, hasta las visitas de provincia; según datos de INEGI, cerca de la mitad de las mujeres cuidadoras de nuestro país deben dormir menos tiempo y casi un tercio de ellas están agotadas. La Encuesta Nacional del Uso del Tiempo revela que, por semana, las mujeres realizan 6 horas más de trabajo no remunerado que los hombres”, explica Esparza Guevara.
Ola Violeta hace un amplio llamado a recordar que en nuestro país siete de cada diez mujeres declaran haber sufrido al menos un incidente de violencia de género, de acuerdo con la ENDIREH más reciente, y las mujeres ganan entre 15% y 35% menos que sus pares hombres. Minimizar convocatorias a recuperar los roles y estereotipos de género que ha costado décadas de lucha deconstruir es ser cómplice de las violencias cotidianas contra nosotras. Es un autogol a la sociedad.