En bicicleta, Agentes de la Policía Metropolitana de Ecatepec recorren las calles de la cabecera municipal, implementando un operativo de proximidad social para prevenir delitos en una zona con alta afluencia de personas. Esta estrategia ha logrado reducir ilícitos como robos a cuentahabientes y transeúntes, mejorando la percepción de seguridad entre los habitantes.
Un total de 20 elementos conforman este agrupamiento, que patrulla durante 12 horas diarias las inmediaciones de San Cristóbal. Además de disuadir actividades delictivas, su presencia ha ayudado a disminuir el consumo de alcohol y estupefacientes en espacios públicos como el jardín municipal, el kiosco y la explanada, lugares donde antes estas situaciones generaban inseguridad.
“Con una presencia constante hemos podido reducir el índice delictivo. Antes era común el robo a cuentahabientes, gente fumando marihuana o tomando alcohol en la vía pública, pero ahora ya no se ve”, explicó Juan Ignacio Bermúdez Paredes, jefe del segundo turno del agrupamiento.
Los policías en bicicleta también brindan apoyo a adultos mayores, ya sea auxiliándolos tras sufrir caídas o ayudándolos a reencontrarse con sus familias cuando se extravían. Estos casos son canalizados a la Célula de Búsqueda de Personas de la policía municipal, que se encarga de reintegrarlos a sus hogares de manera segura.
Los fines de semana, el operativo se intensifica debido a la gran afluencia de personas que visitan el Teatro al Aire Libre, los bailes públicos y las áreas de juegos infantiles. En al menos tres ocasiones, los agentes han intervenido para localizar a menores que se perdieron en medio de las multitudes.
“Un domingo, un niño de cinco años salió del área de juegos sin que sus padres lo notaran. Activamos la búsqueda de inmediato y lo encontramos a unas cinco calles de distancia, para luego entregarlo a su padre”, relataron los agentes Rocío Mandujano y Alan Mercado, quienes participaron en el operativo.
Durante las recientes fiestas patronales de San Cristóbal, el Agrupamiento de Bicicletas mantuvo una vigilancia permanente en puntos clave como el kiosco, el atrio de la iglesia y las calles aledañas, donde se congregaron entre 500 y 3 mil personas. El balance final fue positivo, sin incidentes mayores que reportar.
Los uniformados destacan que este modelo de vigilancia cercana ha mejorado la relación con la comunidad. “Buscamos estar cerca de la gente, evitar conflictos y contribuir a solucionar problemas. Muchos de nosotros vivimos en la zona, y eso genera confianza”, afirmó Bermúdez Paredes. Esta estrategia ha logrado cambiar la percepción de los ciudadanos, que ahora ven a los policías como aliados en la seguridad de su entorno.