
La tarde del domingo 22 de mayo, cerca de cuarenta mil personas asistieron al concierto gratuito organizado por el gobierno de la Alcaldía Iztapalapa en el Parque Cuitláhuac para continuar con los festejos del Día de las Madres.
Mujeres, jóvenes, adultos y niños comenzaron a llenar la explanada del parque a partir de las cinco de la tarde para esperar la música del cantante puertorriqueño Maelo Ruiz, quien desató el baile con canciones que lo han consagrado dentro del género de la salsa, como “Regálame una noche”, “Si volvieras a mí”, “Amiga”, y la clásica “Te va a doler”.
El público conformado en su mayoría por mujeres, no dejó de ovacionar y mostrar su cariño al cantante quien lo agradeció más de una ocasión. Antes de concluir, la alcaldesa de Iztapalapa Clara Brugada Molina, subió al escenario para entregarle una escultura en forma de corazón. “Entregamos el corazón de Iztapalapa a uno de los exponentes de salsa más importantes del mundo. Maelo Ruiz te llevas el corazón de Iztapalapa, porque esta gran población se merece lo mejor… Las mujeres más poderosas de Iztapalapa son las mamás. Felicidades a todas”, mencionó y el ambiente se tornó más efusivo.
El gozo y la algarabía siguieron alimentándose con la música tropical de la Sonora Santanera y la voz de la cantante María Fernanda, quienes con su estilo singular influenciado por el danzón, el mambo, el bolero y la cumbia, consolidaron el clima festivo del lugar, que a las siete y media de la noche lucía como una enorme pista de baile a punto de reventar.
“La Boa", "Amor de Cabaret", "El ladrón", fueron las piezas más solicitadas, pero sin duda fue la canción de cierre “Perfume de gardenias”, la que provocó el coro masivo y que miles de personas levantaran sus celulares con la luz encendida para generar un momento muy especial que selló el espectáculo de esta agrupación.
Para cerrar la gran noche, llegó el turno de Lila Downs, quien subió al escenario junto con su banda La Misteriosa donde miles ya la esperaban para corear su nombre y aplaudir su presencia. La cantante comenzó a derrochar el carisma que la caracteriza con la poderosa “Son del chile frito”, canción que causó euforia y un baile deshibido.
Luego vino una pieza de las que también acostumbra incluir para llevar al público a un estado más entrañable y conmovedor: “La Martiniana”, un son tradicional del Istmo de Tehuantepec, Oaxaca, conocido particularmente por su estrofa "No me llores, no, porque si lloras, yo peno. En cambio, si tú me cantas, yo siempre vivo y nunca muero..." que el compositor y escritor Andrés Henestrosa popularizó.
Pero el baile y el canto continuaron con temas como "Cariñito", "Urge", “La cumbia del mole”, “Los caminos de la vida”, música para mover el cuerpo, corear y conectarnos con raíces y expresiones muy mexicanas.
“El corazón de Iztapalapa ya lo tienes desde hace mucho, pero hoy simbólicamente te entregamos este reconocimiento por tu gran actuación y por hacer felices a las mujeres más poderosas de nuestra demarcación: las mamás. Gracias Lila, nos representas por ser resistencia, por llevar las raíces y tradiciones mexicanas. Eres una representante de lo mejor de México para el mundo”, afirmó la alcaldesa al entregarle el corazón rojo y una fotografía del mural creado en su honor por artistas urbanos en las calles de la alcaldía.
“¡Viva Iztapalapa! ¡Vivan las mamis!”, dijo la cantante y abrió sus brazos con una enorme sonrisa; luego se despidió con uno de sus éxitos más solicitados “Mezcalito”, dejando a las cerca de 40 mil personas que asistieron agradecidas y cautivadas.
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