“La estamos pasando mal, por un momento pensamos que la situación ya estaba mejorando, lo cierto es que estamos igual que cuando empezó la pandemia”, afirmó Hugo Carmona, gerente del restaurante Fisher’s en la colonia Roma.
Debido a la creciente ola de contagios de COVID-19 y a la irrupción de la variante Ómicron, los restaurantes de la Ciudad de México se observan desolados, con poca afluencia de comensales, los restauranteros se muestran preocupados por esta situación, pues aseguran que estan pagando caro, las festividades del fin de año.
Hugo, relata a Crónica que en lo que va de enero hay una baja de 60 por ciento en clientes respecto a diciembre, lo que ha generado incertidumbre para el resto de los locatarios, los cuales atraviesan por la misma situación.
Crónica realizó un recorrido por la colonia Roma y Zona Rosa, en donde la mayoría de restaurantes respaldaban la declaración de Hugo.
Ricardo Ortiz, gerente de una cafetería en la zona aseguró que diciembre fue una temporada muy buena, aunque enero ha tenido un repunte lento a diferencia del año pasado.
“Estamos seguros que mucha gente no se cuidó, por más que uno les comentó sobre el uso de cubrebocas, gel antibacterial y sana distancia. Creo que no entendimos y estamos pagando las consecuencias”, expuso.
Precisó que otro problema que padecen son los contagios de Covid entre su personal, por lo que están operando con una plantilla de 50 por ciento, además de que están previendo descansar a más empleados, a fin de minimizar el impacto.
“Si nos llegan a bajar el aforo, si no viene gente, si nos cierran, es un golpe fuerte. Tendremos que reducir la plantilla de personal, los poquitos que quedan se van a llevar menos dinero a casa porque viven de la propina, esta situación nos tiene contra la pared”, agregó.
Ubicado en la calle Londres, el popular restaurante “La casa de Toño” a traviesa por la misma situación, el gerente del restaurante coincidió en que hay una baja de 50 por ciento de clientes respecto a diciembre pasado, donde comenzaban a registrarse signos de recuperación, luego de dos años de pandemia.
“Fue un mes bueno, pero no tan bueno como otros años, la gente está espantada por el brote de COVID-19”, expresó.
Mientras tanto los establecimientos de la calle Génova en Zona Rosa aseguran estar severamente afectados por la cuarta ola.
Mauricio Aguilar, dueño de Sabores Prohibidos, comentó que la afluencia de clientes en su negocio se ha visto disminuida, mientras que los contagios ya han afectado a seis de sus empleados lo que lo ha obligado a reducir su plantilla de trabajadores.
“Se acabo el sueño de diciembre y empezamos enero como si fuera una pesadilla, en lo que va del mes ya me quede sin seis de mis trabajadores, esto nos esta afectando mucho, esta nueva ola de contagios nos ha causado incluso mermas en nuestros ingresos”.
Asegura que el negocio se encuentra en números rojos, pues, aunque el mes pasado el flujo de clientes era constante, ahora atienden un aproximado de 10 personas por día.
Los restaurantes coinciden que el decremento en la clientela es resultado de la cuarta ola de contagios, por lo que hacen un llamado a la ciudadanía a respetar las medidas sanitarias.
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