Alrededor de 40 integrantes de múltiples asociaciones en contra de la "fiesta taurina" convocaron a una marcha que tuvo como punto de partida el Zócalo capitalino hacia el Congreso de la Ciudad de México, con la finalidad de que las autoridades locales convoquen a una sesión en la que se suspendan de manera definitiva las corridas de toros.

Los colectivos avanzaron por la calle Francisco I. Madero hacia Donceles, donde bajo el grito de "no a las corridas", "cuando un ser vivo sufre no es fiesta" y "no te diviertas con el dolor de los animales", se colocaron en la puerta de la Asamblea Legislativa y exigieron que los 64 legisladores aprobaran la Ley que impida la tauromaquia en la Plaza México de la alcaldía Benito Juárez.

El enojo de los manifestantes es dirigido hacia la bancada de Morena del recinto de Donceles, ya que ante la negativa del presidente de la Comisión de Administración Pública Local, Gerardo Villanueva, para avalar que en el Congreso se discuta la cancelación del espectáculo, provocó que los inconformes señalaran a los integrantes de la partida de bloquear la iniciativa y no priorizar el bienestar animal.

El diputado local del Partido Acción Nacional (PAN), Diego Garrido, reveló que la iniciativa para prohibir "la fiesta brava" no se ha podido incluir en la orden del día debido al rechazo de Villanueva, pues aunque Garrido, al ser uno de los dirigentes de la Comisión previamente avaló que se llevara a cabo el debate, es necesaria la aprobación del morenista.

Hacia los señalamientos del Partido Acción Nacional (PAN) y los manifestantes, las mujeres que se colocaron en las puertas del Congreso emularon las escenas que viven los toros durante la matanza, como la destrucción de la espina dorsal y el lomo al momento en el que los toreros cuando les clavan las banderillas.

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