Metrópoli

Amonestaciones en empleos y lesiones físicas para usuarios víctimas del retraso en L9 del Metro

Pantitlán fue escenario de accidentes, riñas y destrozos por parte de usuarios que intentaban abordar el sistema, pues en la desesperación por no llegar tarde a sus destinos, ocasionaron estampidas donde adultos mayores y personas con discapacidad resultaron lesionados

CAOS

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Entre cada estación los usuarios tuvieron que esperar hasta 30 minutos para que un tren arribara a la estación.

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Pérdida de bonos de puntualidad, represalias en empleos, faltas de asistencia en escuelas y lesiones en distintas partes del cuerpo, son las consecuencias que los pasajeros de la Línea 9 del Sistema de Transporte Colectivo Metro sufrieron esta mañana. Estos percances fueron producto del grave retraso de la que fue víctima esta ruta de convoys, pues entre cada estación los usuarios tuvieron que esperar hasta 30 minutos para que un tren arribara a la estación.

El enojo de los pasajeros se originó después de que las redes sociales del Metro anunciaban cortos tiempos de espera en dicha Línea, además de que se aseguraba que continuamente llegarían trenes vacíos para desahogar las estaciones. Pantitlán, parada que ha sido objeto de críticas por suposiciones de posible colapso, fue escenario de accidentes, riñas y destrozos por parte de usuarios que intentaban abordar el atiborrado sistema de movilidad, pues en la desesperación por no llegar tarde a sus empleos y escuelas ocasionaron estampidas donde algunos adultos mayores y personas con discapacidad resultaron lesionados.

La impaciencia en la terminal color café ocasionó que las personas que se ubicaban afuera de las rejas que dosifican la entrada de personas para no exceder el límite de transeúntes en los andenes, rompieran, forzaran y destrozaran dichas vallas, pues en palabras de los afectados, resultaba inverosímil que una Línea tan importante para el sistema estuviera detenida y sin alguna intención por parte de las autoridades por resolver el conflicto.

Adultos mayores lesionados

El respeto por la salida después de la entrada y la cortesía de permitir que niños y ancianos ingresen primero, fueron acciones que esta mañana se extinguieron en el recorrido de Pantitlán a Tacubaya, por lo que los pasajeros tuvieron que recurrir a empujones y patadas que en algunos casos resultaron de gravedad, como el desmayo de un menor en el pasillo de correspondencia. 

María, quien aborda en la estación Ciudad Deportiva para trasladarse hacia las oficinas del ISSSTE en Buenavista, relató el calvario que tuvo que pasar para ingresar al convoy y llegar a Pantitlán, ya que durante el recorrido fue objeto de golpes y empujones que agravaron su discapacidad motriz.

"Fue el peor día de mi vida, de verdad sentí que me iba a morir porque nadie respetó que fuera un adulto mayor, me empujaban, pateaban, pisaban como si no estuviera y me tenía que aguantar, no reclamaba porque todos estaban agresivos y fuera de control. No iba a hacer un viaje largo, solo al ISSSTE Buenavista y esa experiencia me dejó muy lesionada, con mucho miedo de volver a subirme al Metro; no puedo caminar muy bien porque tengo un problema en el que las piernas me fallan y tantos golpes me dejaron peor, una señora me sacó el aire cuando entramos a Ciudad Deportiva porque me dio un codazo en el estómago", declaró la mujer.

"No le echo al culpa a la señora porque ni se dio cuenta, fue su desesperación por llegar lo que la hizo actuar así, pero las autoridades no ven que puede pasar una desgracia muy grande cuando el Metro es un caos. Las personas que seguido pasamos por aquí sabemos que esto no es normal, sí hay mucha gente pero nunca pelean ni rompen las rejas; los accidentes de la mañana fueron porque hay muchos trenes descompuestos, tal vez como esta Línea está apunto de caerse les vale lo que pase con ella", subrayó.

Indiferencia hacia los latentes accidentes

Por su parte, estudiantes y trabajadores describieron cómo el "campo minado de Pantitlán" (calificativo que le otorgaron al CETRAM de la estación debido a sus grietas, pisos destruidos y fallas estructurales) se transformó en un sitio de pelea y lucha por ingresar a los andenes, pasillos en donde los deseosos por acceder a un tren se pateaban y golpeaban, pues su preocupación por no perder sus bonos de puntualidad en sus trabajos o la regular asistencia en los colegios, originaba indiferencia por las personas tiradas que no recibían atención por parte de las autoridades del Metro.

"Sentía muy feo ver a la gente tirada que no aguantó los empujones y se cayó porque los pisos y escaleras están deshechos, pero era más importante llegar a mi examen, entonces eran los lesionados o yo. Esto no debería de estar pasando, los 'focos rojos' que predicen una tragedia en Pantitlán no deberían de encenderse, pero todos los accidentes que está teniendo el Metro son porque no invierten en las líneas que a todas luces se están desmoronando. Que más de la mitad de los trenes de la café estén fuera de circulación no es un secreto, en TikTok muchos trabajadores han subido videos de los 'cementerios del Metro' ¿Por qué no los arreglan? No hay dinero para esto pero ¿Sí para conciertos?", expuso un estudiante de la UNAM.

"En la oficina donde trabajo los bonos de puntualidad son muy importantes, eso me ayuda para completar gastos, no crean que es para lujos. Da mucho coraje que te sales a las siete de la mañana de tu casa para llegar antes de las nueve al trabajo y nada de eso importa cuando a las autoridades les vale tu vida, el trayecto y el dinero que puedas perder. Desde los tiempos de Peña subieron a cinco pesos el metro, ahora con la Cuarta Transformación las cosas no mejoraron, es una lástima que a ellos les va a tocar dar la cara cuando Pantitlán se caiga", relató una secretaria.

"Hay gente herida y muy lesionada que pudo haber muerto, está a punto de repetirse lo que pasó en el antro 'New's Devine', otro caso que se quedó sin resolver. En la mañana vi cómo las rejas que tiraron les cayeron en la cara a unas señoras, eso las pudo lesionar, hasta un ojo pudieron perder por la negligencia de no darle atención a la Línea 9", opinó.

Servicio emergente inexistente

Los afectados por la saturación reclamaron que las autoridades capitalinas no brindaron servicios de apoyo como RTP, Metrobús o Trolebús en el trayecto de Tacubaya a Pantitlán, situación que los mantuvo sometidos a la catástrofe que se suscitó en la Línea 9 del Metro, misma que desde su planeación, los gobernantes calificaron como una ruta exprés que en el futuro desahogaría la conflictiva Línea 1.

"Si sales a buscar un Metrobús u otra alternativa como en Tláhuac para llegar rápido, no la vas a encontrar. Tomar un taxi es imposible porque te va a cobrar mucho por el tráfico; estamos sometidos a esto, a esperar a que los que controlan el Metro hagan avanzar más rápido los trenes o manden de otras Líneas para ayudarnos. Perdemos trabajo, escuela y dinero muy valioso pero no les importa", sostuvo un usuario.