Cientos de personas arriesgando su vida en patrullas que actuaron como transporte emergente, pasajeros cuyos brazos y piernas iban colgadas de un vehículo que los pudiera trasladar a la estación del Metro más cercana, niños, estudiantes y personas con discapacidad montadas en cajuelas de camionetas, es el escenario que vivieron los usuarios de la Línea 9, la ruta de color café que se oscurece de manera dispar. Mientras para los transeúntes, dicho recorrido se despedaza al paso de los trenes, para los gobernantes es un trayecto luminoso, potencial y eficaz. Ciudadanos en pánico y adultos mayores recorriendo grandes avenidas son los resultados de la negligencia, desatención y desdeño de los funcionarios que se negaron a atender una Línea que nació como exprés, pero que murió como una bomba de tiempo que está a punto de estallar.

A pesar de que en las redes sociales del Metro se publicó un comunicado en el se afirmó que los ciudadanos afectados serían apoyados con transporte y que no sufrirían importantes contratiempos para llegar a su destino, los transeúntes manifestaron que la poca empatía, el menosprecio y la falta de interés son el reflejo del rotundo fracaso de la Línea nueve del Metro, ruta que diariamente es abordada por una clase trabajadora, atenida a las promesas de los aspirantes a cargos de elección popular, quienes se convirtieron en lo que juraron destruir, personas que se olvidaron de que también son ciudadanos y que solamente están interesados en una eterna competencia por ganar cargos políticos, cuya finalidad radica en poseer autoridad y dejando atrás el servicio a la ciudadanía.

Como si se tratara de dos regiones que se encuentran separadas por miles de kilómetros, los habitantes de la metrópoli vivieron dos realidades muy distintas, por un lado, entre las personas que recorrieron las estaciones Velódromo, Puebla y Ciudad Deportiva abundaba el sentimiento y rostros de enojo, coraje, tristeza y desilusión por un Gobierno que no les supo responder con una movilidad digna; mientras que en otro punto de la CDMX Claudia Sheinbaum celebraba y adelantaba sus planes para la futura campaña presidencial de 2024, así como los logros que ha tenido la capital durante su gestión.

A pesar de los festejos, felicitaciones y las afirmaciones de Sheinbaum en las que gritó: “vamos bien, dejamos un buen resultado", los damnificados comentaron que a la "corcholata" se le olvidó que el grueso de la población que vive dentro de la demarcación que gobierna es usuaria del transporte público y no está de acuerdo con el abandono que éste ha tenido. Contrario a sus festejos, los afectados del accidente de la Línea 9 declararon que la postulación de Sheinbaum es una falta de respeto para los mexicanos.

Puentes al borde del colapso

Sara, residente del municipio de Texcoco es mesera en un bar de la colonia Roma, diariamente aborda el Metro en la estación Chilpancingo y desciende en Pantitlán para subir a una combi que la lleve al territorio mexiquense. Sin embargo, la noche del martes su recorrido fue distinto, pues a pesar de que el caos que se vivió en el sistema provocó comentarios de risa e ironía, la ciudadana creyó que moriría al bajar de los puentes de Velódromo.

“Cuando nos bajaron el Velódromo los puentes se ladearon, crujían y las expresiones de todos eran 'ya valió'; me puse a llorar porque estoy cansada de que nos tomen como ratas de laboratorio, estoy enfurecida de que Sheinbaum esté diciendo que dejó las cosas bien cuando pudimos haber muerto por el peso que tenía el puente; esto no debería de estar pasando porque nos prometió que todo iba a cambiar, que no iba a ser como los anteriores, pero me di cuenta que no, si hubiéramos muerto ¿Qué hubiera hecho? Justificarse y cuando abriera el puente ir cantando como cuando abrió la Línea 12. Pero nuestro desquite va a ser en las votaciones, que ni espere un voto de los que sufrimos ayer", dijo.

“Nos vale si fue una falla humana, no se imaginan lo que pasamos ayer, ese miedo y el terror no se compara, hubo gente que tuvo ataques de ansiedad, pero eso Sheinbaum no lo ve, nada más quiere ganarle a Marcelo, porque eso ya no es querer gobernar, es capricho por ganarle y aunque me critiquen yo fui una de las que dijo que no votaran por ella si queríamos un cambio”, recalcó la mujer.

Amenazan con desquitarse en las elecciones

Rocío, adulta mayor quien habita en el municipio de Nezahualcóyotl fue otra de las afectadas del accidente en la línea café; ella tuvo la mala fortuna de abordar el Metro en Puebla, después de asistir a una consulta médica en el IMSS. Junto a su hija, fueron obligadas a descender en Ciudad Deportiva, sitio en donde algunas patrullas ofrecían el servicio de traslado a Pantitlán; sin embargo, esos vehículos se encontraban en su máxima capacidad, por lo que prefirieron esquivar los autos, combis, motocicletas y camiones en la avenida Viaducto.

“Mi mamá no puede caminar bien y tuvimos que caminar con el miedo de que nos atropellaran, las motos se te iban encima porque era un caos y todos querían llegar, no puede ser que a los viejitos los tengan colgados de una patrulla arriesgando su vida ¿Esos son los buenos resultados que dejó Sheinbaum? Después de tratar así a los pobres debería de ofrecer una disculpa, pero según ella esta línea está muy bien y no se va a caer, solamente ella cree eso", declaró la hija de Rocío.

"Íbamos en los carriles centrales porque no había otra manera de llegar, los viejitos no se merecen esto, cuando toda su vida le dieron tanto a la ciudad. Por favor Claudia, no sigas adelante con tu campaña y arregla la ciudad, todavía estás a tiempo antes de que pase una tragedia, estamos en tus manos y cierra la Línea 9, si no lo haces, no esperes un solo voto de los usuarios del Metro", concluyó.