“El cansancio cotidiano y los reclamos por parte de las personas a quienes atendemos todos los días es parte de nuestro trabajo, pero al final de cada jornada nos quedamos con una satisfacción enorme, de haber servido a nuestros semejantes y la propia, de haber cumplido con nuestra labor”, comentó Mónica Soriano, coordinadora de los brigadistas “Ponte Pila”, durante en el primer día de la aplicación de la vacuna de refuerzo contra la Covid-19 para adultos mayores en la Biblioteca Vasconcelos, en la alcaldía Cuauhtémoc y habilitada como sede de vacunación contra el coronavirus.
El primer día de la jornada de vacunación de refuerzo no fue lo esperado, ya que la asistencia de las personas en la sede habilitada para recibir el fármaco fue muy escasa, pero aún así los brigadistas de “Ponte Pila" organizaron a las pocas personas que ansiosas acudieron para recibir la dosis extra de Pfizer.
Portando el inconfundible chaleco verde, la labor principal de este equipo de apoyo en la sede de vacunación es la de atender las necesidades de los asistentes, a los que brindan auxilio en la revisión de sus datos personales hasta acompañar a quienes llegan en silla de ruedas hasta el último momento y una vez cubierto el requisito de la vacunación.
“Estamos aquí desde las 6 de la mañana y apenas y nos dio tiempo de desayunar, pero tenemos la camiseta bien puesta", dijo Mary, que con entusiasmo orientaba a los pocos asistentes que aguardaban recibir la dosis de refuerzo.
La joven, que no ocultó su entusiasmo, señaló que una de sus motivaciones para participar en estas jornadas de vacunación contra el SARS-CoV-2 es la de adquirir experiencia y ayudar a las demás personas, pue este es un trabajo que se hace de corazón.
El grupo “Ponte Pila”, integrado por 80 personas, con paciencia, orden y calma, recorre constantemente la habilitada sede de vacunación antiCovid para cerciorase de que todos los interesados en recibir el fármaco de refuerzo cumplan con los requisitos antes de ser inoculados.
“El truco es ser paciente, no perder la calma y tratar a las personas con respeto, te mentiría si te digo que esto es fácil, pero alguien tiene que hacerlo”, comentó en tono alegre Gerardo, otro de los brigadistas que con su entusiasmo invitaba a los asistentes a cuidarse a pesar de que recibiría una dosis extra del fármaco.
El joven cuenta a Crónica que una de las motivaciones que lo llevó a sumarse a este grupo fue la muerte de su padre, por causa de la Covid.
“Me hubiera gustado haber hecho algo más por mi padre, pero tristemente no fue posible, fue la mejor forma que se me ocurrió para honrarlo” y ayudar a otras personas para protegerse de esta enfermedad creo es un buen aliciente, expresa el joven de 35 años.
Durante este primer día de vacunación antiCOVID, fue poca la afluencia de personas en el centro de vacunación, pese a esto, en las tareas de organización y asesoría también participaron brigadistas del equipo Correcaminos, que portando su chaleco café apoyaban a vecinos de la alcaldía para agilizar el proceso de vacunación.
“Esto lo hacemos con gusto, lamentamos que la asistencia de personas sea poca, pues pensamos que sería como en otras ocasiones, pero es importante que la gente no deje de cuidarse", señaló Nayeli, otra de las jóvenes brigadistas.
Ni la poca asistencia de personas o incluso las malpasadas han logrado terminar con el buen ánimo de los brigadistas en esta jornada de vacunación, pues con una sonrisa en el rostro continúan ayudando a las personas de la mejor forma posible.
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