
Los recorridos y asambleas nombradas "Diálogos maderenses", en la cuales Francisco Chíguil, alcalde de la Gustavo A. Madero escucha las necesidades más importantes de los vecinos, no han dado resultado en las colonias periferias de la demarcación. Aunque en semanas recientes, las autoridades capitalinas visitaron el barrio de Cuautepec para prometer a los habitantes una mejor calidad de vida y restructuración de espacios, las esperanzas se diluyeron cuando las peticiones para pavimentar las calles no fueron resueltas y los accidentes y lesiones en los vecinos que intentan transitar por las calles devastadas ocurrieron con mayor frecuencia.
A inicios de marzo, el secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch y Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, anunciaron en la colonia Cuautepec, los resultados y estrategias del nuevo proyecto de seguridad en la demarcación, ya que los delitos y atracos eran situaciones que no se podían continuar postergando. Asimismo, las autoridades comunicaron que junto a Chíguil, se comenzaría en las vialidades un proceso de rehabilitación y pavimentación; a pesar del compromiso, a casi un mes de las declaraciones, los representantes vecinales de ese sitio son ignorados y sus súplicas por la reconstrucción de la zona no obtienen respuestas.
Cuando los comisionados de cada sector vecinal insisten en abordar a los funcionaros de la GAM, para manifestar el pésimo estado en el que se encuentran las calles y evidenciar los constantes accidentes y lesiones que sufren los adultos mayores que intentan atravesarlas, los delegados de la alcaldía que estuvieron en la pasada conferencia de marzo desconocen los compromisos que recitaron en el parque de la colonia.
Aunque el alcalde Francisco Chíguil presumió en sus redes sociales la entrega de sillas de ruedas a habitantes de Cuautepec, la acción resulta incongruente cuando éstos residentes son forzados a circular en tierra y piedras, arruinando las sillas y ocasionando graves lesiones en las que algunas veces los paramédicos tienen que intervenir.
"Mi madre tiene que pasar todos los días en estas calles que son de pura tierra y piedritas, si tuviéramos pavimento ella sola se podría mover. Ya son muchos accidentados en estas avenidas y le hemos tenido que hablar al 911 para que vengan a auxiliar", comentó un vecino de Cuautepec.
Asimismo, vecinos con diferentes tipos de discapacidad exponen cómo las lesiones que tienen en su cuerpo fueron ocasionadas por la devastación de las vialidades. Los "maderenses" culpan al alcalde de no ser equitativo con las periferias de la GAM, pues éste solamente restaura las avenidas donde abunda la presencia de turistas y medios de comunicación que brindan amplia cobertura a eventos masivos.
"Chíguil nunca se ha venido a parar aquí y en estas calles que son de pura loma viven muchos ancianos que ya no pueden bajar escalones y no hacen ni una rampa para silla de ruedas. Todo el piso es de tierra, cuando llueve y todo el cerro se deslava, los viejitos no salen en muchos días, porque varios de ellos han caído en las coladeras destapadas y tienen esguinces. Seguido vienen ambulancias para ayudarnos a sacarlos de las zanjas, nadie puede intervenir porque los lastimaríamos más o ya serían más heridos", comentó un ama de casa.
"Lo único que pavimentan en la GAM es La Villa porque todo el año vienen las peregrinaciones y tiene que estar bonito para que en la tele digan que es el templo más hermoso. Todo lo demás es pura porquería, hasta en las colonias de al lado como Lindavista o la Gabriel Hernández tienen el piso destruido; Cuautepec no es atendido porque está muy lejos, aunque vinieron hace un mes a prometer cambios, las cosas están peor, estamos en 2023 y aquí seguimos con pisos de tierra", afirmó la habitante.
Por su parte, los representantes vecinales de Cuautepec persisten en forzar a los funcionarios, (quienes en marzo convocaron a una asamblea en el parque de la colonia) a continuar con el proyecto que proclamaron, cuyo objetivo era que ese barrio abandonado prosperara y su imagen pública se embelleciera.
"Tenemos representantes por cuadrantes en Cuautepec y estábamos muy emocionados cuando en esa junta nos aseguraron que toda la colonia iba a ser renovada; supuestamente no iba a haber ningún asalto y los adultos mayores no iban a sufrir, pero en realidad están muy mal y nos urge que arreglen la tierra porque en cualquier momento se debe de solicitar una ambulancia y casi nunca llegan a las casas que están más altas, no por la subida, si no porque las piedras que están en el piso no dejan que los carros suban", mencionó un vecino.
"Los teléfonos que nos dejaron, en los que según íbamos a tener atención personalizada están desconectados y algunos no existen, eso quiere decir que nos olvidemos de todo lo que prometieron. Como siempre ese tipo de cosas se escriben en arena y no en piedra, se borran, nada más es para quedar bien en la foto. Supongo que en esa junta, fue la primera vez que el alcalde conoció Cuautepec porque ni sus lamparitas de las que tanto se regodea fueron puestas en estas calles de tierra", opinó.
Los "maderenses" de esa demarcación culpan al alcalde Francisco Chíguil de que sus pertenencias como salas, comedores y automóviles tengan fecha de expiración anual, pues la desatención a las avenidas desmoronadas ocasiona que la tierra y el deslave del cerro ingrese a los hogares, estropeando los muebles; dichos hundimientos que no existirían si las calles estuvieran cubiertas con asfalto.
"Las inundaciones son normales, pero son más graves cuando la tierra que está en las calles se vuelve lodo, se mete a las casas, echa a perder los sillones y hasta el refrigerador. Si nada más entrara agua no habría tantos daños pero ¿Cómo le sacas el lodo a tu carro o a la estufa? Chíguil tiene la culpa porque le vale lo que gastemos cada año en nuestros muebles desechables", reclamó un vecino.
"Con este señor siempre es lo mismo, se sube al escenario en el que se regodean de tomar protesta y alabar a la 4T, pero finalmente no hacen nada. A veces pienso que su ideología es dejarnos en la pobreza para gastar mucho y que el dinero se les quede a ellos, por eso nos dan de comer de la palma de su mano y todo lo que quieras pedir se lo tienes que implorar al alcalde", concluyó.
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