
Desde que inició la pandemia de Covid-19 cientos de personas resultaron afectadas y en el desamparo, ya sea porque muchos perdieron sus empleos y sustento económico por esta enfermedad. En este contexto, los comedores comunitarios de la Ciudad de México se han convertido en un bálsamo temporal para resolver esta crisis al ofrecerles comida caliente, por lo que durante 2021 este apoyo se incrementó en 80 por ciento.
Los ciudadanos han visto estos lugares como una fuente de apoyo frente a los momentos más complicados que les ha provocado la pandemia, ya que aseguran que estos sitios les han dado un respiro en su economía.
Jessica González es una madre soltera lleva cuatro meses desempleada y cuenta a Crónica que el comedor comunitario ubicado en la calle de Trébol, en la alcaldía Azcapotzalco, la ha ayudado a sobrellevar esta mala racha.
“Todos los días vengo con mis tres hijos a comer, debido a la crisis económica apenas me alcanza para los gastos, esta es una ayuda no solo para personas en situación de calle, sino para cualquier ciudadano, pues somos muchas familias que sobrevivimos con este apoyo”, comentó.
De acuerdo con datos del Gobierno de la Ciudad de México, en los comedores emergentes las raciones de comida caliente aumentaron de 500 mil a más de 800 mil de 2020 a 2021, y al menos en el primer semestre del 2021 sumaron 650 mil, según la Secretaría de Inclusión y Bienestar Social (Sibiso).
Jimena es voluntaria en el comedor comunitario en la calle de Tonalá, en la alcaldía Cuauhtémoc, y asegura que desde que inició la pandemia es notorio el aumento en el número de comensales y destacó que de los dos años que lleva en esta labor, el 2021 ha sido el año con mayor demanda.
“Antes de la Covid atendíamos a un grupo de 70 personas al día, esto cambió repentinamente, pues ahora son unas 250 personas las que vienen diariamente a comer”.
La joven agrega que los retos de atender un comedor son varios, desde el personal de cocina hasta el de limpieza, todos trabajan en coordinación para darle a las personas la mejor atención posible.
Entre los clientes habituales se encuentran personas damnificadas por el sismo de 2017, oficinistas, vecinos de la zona e incluso estudiantes.
Alan cursa el cuarto semestre en el Instituto de Educación Media Superior (IEMS) y explicó a Crónica que diariamente pasa al comedor comunitario Alondra, en la calle Lago Tana de la alcaldía Miguel Hidalgo, asegura que los cuatro guisados que recibe son suficientes para él.
“Por solo once pesos recibo una comida completa, muchas personas piensan que estos lugares son para personas en situación de calle, pero la realidad es que somos estudiantes, ingeniero e incluso maestros los clientes mas frecuentes de estos lugares”, comentó el joven.
A partir del 2021 los programas de comedores fueron rediseñados como Comedores Sociales, que operan en dos modalidades: comunitarios, que ofrecen alimentos mediante una cuota de recuperación de 11 pesos a la población en general; y públicos, que son gratuitos a población prioritaria y vulnerable, como personas en situación de calle y/o con alguna discapacidad.
Alejandro Valencia, un vecino del Barrio de Tepito dice que asiste diariamente a la Fundación del Renacimiento ubicada en el Centro de la ciudad, este es uno de los comedores con mayor demanda ya que este es gratuito.
“Hay que llegar temprano para alcanzar lugar, son cientos las personas que vienen aquí a formarse con tal de comer, para muchos de los vagabundos e incluso los que vivimos aquí es una gran ayuda para nuestra cartera”.
Asegura que los comedores son esenciales para muchos pues son un respiro ante la crisis que el COVID-19 ha provocado.
Copyright © 2022 La Crónica de Hoy .