Metrópoli

El creador de los Servidores de la Nación quiere coordinar la 4T en Iztapalapa (y ser su alcalde)

Es el creador de la principal estructura operativa de Morena, primero, y del gobierno amlista hoy en día. Creó un ejército de registro y reparto de los apoyos directos cuando no había como entregarlos; sin ese ejército, llamado Servidores de la Nación, la pandemia COVID habría desmoronado a la 4T, asegura. Ahora quiere capitanear un gobierno local, el de Iztapalapa nada menos, en la primera empresa propiamente política para la que se postula a efecto de construir “el segundo piso de la Cuarta Transformación”

El presidente López Obrador habla sobre la economía mexicana
Entrevista sea crónica con el senador Gabriel García Hernández en Iztapalapa Entrevista sea crónica con el senador Gabriel García Hernández en Iztapalapa (Adrián Contreras)

“Es un relevo generacional, en 2030 seguiremos aquí, por ahora todo ha sido un verdadero aprendizaje y sé lo que es el desgaste de un movimiento”, señala Gabriel García, un nombre que le dirá poco a muchos, pero esto cambiará cuando sepan que, sin separarse desde hace 25 años de López Obrador, creó los Servidores de la Nación para el entonces presidente electo y luego integró esa estructura a la Secretaría del Bienestar. 

Es senador actualmente y el Presidente le pidió que regresara junto a él, en una oficina aledaña a la suya en Palacio, pero esta vez, por primera vez, García Hernández pidió que lo dispensaran de esa labor: quiere coordinar a la 4T nada menos que en Iztapalapa, ser, por ende, el candidato a Alcalde de la mayor fuente de votos capitalinos al amlismo. Ofrece la lealtad a la 4T que suelen ofrecer todos los que han levantado la mano por una alcaldía, pero también quiere un proyecto técnico para resolver el problema el agua, a la par de uno organizativo barrial que tendría el reto de convertir a Iztapalapa en un gran cosechador de agua. 

En entrevista con Crónica, al pie de la Catedral de Iztapalapa, recuerda la tesis de Flores Magón, “sólo el pueblo puede salvar al pueblo”, y añade el corolario que desarrollo la 4T bajo la conducción de AMLO: “Sólo el pueblo organizado puede salvar una nación”.

–Eres economista, trabajas a partir de método, con planes que primero haces en el gabinete; eso es algo no tan común en la 4T...

–En 2018, 30 millones de personas dieron la confianza al proyecto del licenciado López Obrador, pero una vez que llegamos, había que cumplir y validar la premisa de ‘Por el y bien de todo, primero los pobres’. Y eso está en la redistribución del ingreso: Se tomaron 500 mil millones de pesos que antes, a nuestro juicio, se destinaban a grandes obras y corrupción; se distribuyeron a millones de familias través de pensiones de adultos mayores, de estudiantes en todos los niveles académicos. Esa labor tenía que ser rápida y eficiente.

–¿Cómo lo lograron?

–Por ponerte un ejemplo, son 11 millones de adultos mayores y en los padrones que recibimos sólo había 5 millones dados de alta. Lo que hicimos fue ir a buscarlos aún cuando estaban dispersos en pequeñas comunidades. Formamos una estructura llamada Servidores de la Nación, de manera que el gobierno fuera a la gente y no al revés. Eso nos permitió llegar a todas las comunidades y registrar a todos los beneficiarios. Con 12 meses de gobierno logramos que los 25 millones recibieran pensión. Por eso se dice que sólo el pueblo organizado puede salvar a la Nación, deriva en contacto directo y en el reconocimiento y aprobación, 7 de cada 10, para el gobierno del Presidente López Obrador. Esto es porque se hizo justicia, se redistribuyó el ingreso y el presupuesto es de todos.

–¿Hasta dónde llega la integración de lo que llamas “organización” en los programas del Bienestar?

–Yo tuve la fortuna de ser el coordinador de estos programas en los primeros tres años, hubo que reconstruir las instituciones por la vía práctica, con participación de la gente y no sólo en recibir sus beneficios, sino también hay casos como el de la construcción de caminos comunitarios en Oaxaca o el de “La escuela es nuestra”, donde se debe participar, rendir cuantas a la comunidad y generar los proyectos para la escuela local.

–Luego del triunfo del 2018, ¿hubo la tentación de centrar todo en la movilización de masas y menospreciar proyectos estructurados como los que encabezaste?

–Yo tuve la fortuna de ser alumno de Jaime Zurita Campos en la Facultad de Economía de la UNAM, fue el último asesor de Salvador Allende en proyectos sociales y proyectos de inversión privados. El maestro decía que la técnica no está peleada con la ideología, que son amigas íntimas, así que nos pedía estudiar los instrumentales, las técnicas y conocer los desarrollos tecnológicos necesarios para el desarrollo social. Tengo el pensamiento de mi maestro y en la 4T ha sido así. Cuando llegamos con la 4T decían que íbamos a durar poco, que iba a haber inestabilidad. Lo que entendimos de la historia es que debíamos hacer justicia de manera veloz, así que si no se hubiera redistribuido el ingreso, quizás no hubiéramos sobrevivido. Y venía, además, otro fantasma, la pandemia COVID que paralizó la economía. No íbamos a sobrevivir de estar informando al pueblo o de hacer asambleas. Para cuando llegó la pandemia, ya habíamos redistribuido el ingreso e incluso, con Ejército y Servidores de la Nación, llegamos al punto de entregar las pensiones en mano durante el COVID; echándole alcoholito a los billetes, pero se hizo. Sólo se tenía a tres estructuras solidas en ese tiempo: El Ejército, el sistema de salud con todos los profesionales de la salud, y los Servidores de la Nación.

–¿Cómo crees que puede recibirte Iztapalapa con tu perfil?

–En los últimos 150 años se han instalado aquí todas las culturas e México. Si recorres la Alcaldía encontrarás un mosaico cultural que representa a México. Quien entienda lo que pasa cultural y socialmente aquí, entiende a México. De aquí también surgen los principales movimientos sociales como el de vivienda digna. Yo vivo en Iztapalapa y sé que para la 4T es fundamental.

–Es un bastión poblacional y de votantes para la 4T...

–Este proyecto se está realizando porque se logró la Presidencia. Hay dos registros de Iztapalapa para la 4T: en el 2000 le dio la diferencia ganadora al licenciado López Obrador para ser jefe de Gobierno; el segundo momento es 2009, cuando le quitan el registro a Clara Brugada descaradamente; el partido (PRD) ya nos había abandonado y surgió el tema de Juanito, pero no era la persona, sino una forma de decir que no podían tomarle el pelo a Iztapalapa por una supuesta vía legal. En sólo 15 días, algo que no se ha visto ni en Finlandia, ni en Suecia ni en ninguna democracia desarrollada, se hizo un enredo para votar por un candidato que luego iba a renunciar en favor de Clara y eso lo vio con mucha sabiduría Iztapalapa. Se gana así la elección y cuando vi al licenciado López Obrador lo que dijo fue que había que iztapalapalizar todo México. Allí comprendimos que la fuerza que recibimos en Iztapalapa nos sirvió para ir al resto del país. Dos veces ha salvado Iztapalapa a la 4T.

–¿Cuál quieres que sea tu papel en Iztapalapa de cara a la selección de coordinadores y candidatos de la 4T?

–Yo vivo aquí, pertenezco aquí, admiro valores y cultura de Iztapalapa, así que aquí quiero estar y aquí quiero participar ahora. Creo que entender los problemas de Iztapalapa es necesario, pero si no se conocen las soluciones es una pérdida de tiempo. La nueva bandera debe ser los problemas que no hemos logrado acabar. Aquí el principal es la escasez y la contaminación del agua.–¿Un técnico como tú qué puede proponer al respecto?–Iztapalapa significa lajas sobre el agua, piedras sobre el agua. Abajo hay agua, estamos hablando de siete volcanes hasta la Sierra de Santa Catarina que siempre han traído humedad, pero pusimos una plancha de pavimento y casas, así que cuando se alimenta de agua con la lluvia, lo que escurre termina yendo al drenaje profundo. Nada más con sus 177 metros cuadrados, nos llueve cada año miles de millones de litros, lo que daría para atender sin mayor problema los requerimientos de la población. Tenemos la oportunidad de aprovechar esta agua, podemos reciclar la gran mayoría con pozos de absorción. Tenemos también cien mil azoteas en donde podemos instalar sistemas de cosecha e lluvia, en donde se pueden llenar de 10 a 12 tinacos en tiempo de lluvias. Eso significa dejar de extraer la cantidad de agua actual. En tiempo de sequía habría agua suficiente: Pozos de absorción y sistema de cosecha de lluvia. 

–¿Esto no rompe con cierta tendencia a que en Iztapalapa se le exige poco al ciudadano a cambio del apoyo político?

–Si hacemos esta solución integral, es evidente que todos tienes que participar, tienes que estar de acuerdo en que se use su azotea, en que en tiempo de lluvia se cierran los pozos. Eso es parte del segundo piso de la 4T, la revolución de las conciencias, no es un asunto que pueda resolver sólo el alcalde, pues también toca a quien sea jefe de Gobierno y quien será Presidenta de México. En este momento puedo yo desarrollar el proyecto, que hemos llamado Sentimiento de Iztapalapa, incluyendo el tema del agua, y estoy juntando firmas. 

El Presidente ya anunció que habrá regulación en la materia y ojalá sea una nueva Ley de Agua, que se frene la sobreexplotación y elimine la privatización disfrazada. Hay que generar proyectos locales y por eso este planteamiento está dentro de Sentimientos de Iztapalapa; pero solito no puedo, necesito medio millón de firmas para el proyecto. Sé que quien se dedica a estructurar los proyectos generalmente no tiene el reconocimiento de la población, aunque lo que se ve sea producto de lo que no se ve, y es una reflexión que hice el año pasado. El Presidente López Obrador me invitó a participar junto a él nuevamente, pero le dije que quiero ir a caminar Iztapalapa y escuchar el sentir de la gente y a diseñar un proyecto para ellos. Si se quiere, yo lo voy a encabezar 

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