Metrópoli

Custodios venden protección a reos con problemas mentales; madres denuncian con depósitos bancarios en mano

Se les exige a las madres apoyos en efectivo, si en algún momento se niegan a costear el monto, se da la orden a todas las autoridades de la cárcel que ejerzan violencia extrema contra los morosos

Custodios venden protección a reos con problemas mentales; madres denuncian con depósitos bancarios en mano

La autoridad ofrece el traslado de reclusos a zonas que no están diseñadas para alojar a personas que cometieron algún delito.

Especial

Los custodios del Centro Varonil de Rehabilitación Psicosocial (CEVAREPSI) extorsionan a las madres de los reclusos para que les depositen dinero en cuentas bancarias; es venta de protección a efecto de que los internos no sean golpeados o eviten ser aislados en celdas de castigo, pequeños cuartos donde amontonan a 20 personas. Las madres pagan cuotas de hasta 500 pesos, con la esperanza de que sus familiares no sufran vejaciones (Crónica tiene en su poder los comprobantes de depósitos).

Cuando los custodios del CEVAREPSI ofrecen a las familias esa “seguridad especial”, añaden que es necesario pagar para que en los expedientes se señale “buena conducta” a los presos, sin poner trabas eventuales a beneficios de ley por cartas de mala conducta o notas en las que exprese que participaron en actos ilícitos como venta de drogas o riñas al interior de este penal especializado en procesados y sentenciados con problemas mentales.

Crónica tiene las copias de los depósitos a “José Ramón Paredes Acero”, guardia del CEVAREPSI que ha sido reiteradamente denunciado por actos de corrupción y cuyo único castigo fue ser reubicado, pues no ha dejado de laborar en el sistema penitenciario.

Este guardia les exige a las madres que le depositen en su cuenta bancaria personal, si en algún momento ellas se niegan a costear el “apoyo”, se da la orden a todas las autoridades de la cárcel que ejerzan violencia extrema contra los morosos. Durante ese maltrato, la amenaza mayor es que serán trasladados a los dormitorios cuatro y cinco, donde supuestamente los violarán personas portadoras de VIH/SIDA.

El propio director fue señalado por una de las madres consultadas por Crónica por haberle cobrado 15 mil pesos, además de invitarlo a comer, para que su hijo fuera trasladado a un asilo de ancianos, zona en la que no estaría en peligro ni expuesto a los custodios. Cuando el funcionario se da cuenta que existe una oportunidad de cobrar a los familiares por la obtención de beneficios adicionales, (además de su tienda en la que comercializa drogas, plata, lácteos y cigarros) la autoridad ofrece el traslado de reclusos a zonas que no están diseñadas para alojar a personas que cometieron algún delito.

Otras madres señalan que el director acepta regalos costosos, como invitaciones a restaurantes en el que se sirven cortes finos de carne u obsequios de procedencia extranjera, como chocolates provenientes de Suiza.

La madre de un interno narra la historia de terror que ella y su hijo han vivido desde que uno de los custodios del CEVAREPSI le solicitó dinero para que el preso no fuera vulnerado; al principio, la mujer siguió la indicaciones del custodio José Ramon Paredes Acero, primero depositó 500 pesos y posteriormente 100, cantidades con las que hipotéticamente el prisionero no sería víctima de abusos sexuales, ni de golpes cuando sufriera algún ataque; sin embargo, cuando decidió no continuar tolerando este abuso, acudió con la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, institución que solamente logró que ese custodio fuera reubicado en otro penal.

Custodios venden protección a reos con problemas mentales; madres denuncian con depósitos bancarios en mano

José Ramón Paredes Acero no ha dejado de laborar en el sistema penitenciario.

Jorge Aguilar

A pesar de la trascendencia del caso y el escándalo que provocó dentro de la cárcel, la violencia hacia el prisionero fue mayúscula, siendo acreedor a una sanción en la que todos los monitores y guaridas de seguridad tienen la consigna de matarlo. Igualmente, todos los tratamientos médicos que necesita, así como la atención hospitalaria hacia él es negada, sin importar la gravedad o complicaciones que su enfermedad provoque.

“Después de que el custodio Acero fue removido a otro penal, las agresiones hacia mi hijo se volvieron peores. Puse una queja porque cada que le traigo comida, los guardias se la roban, además de los insultos que todos los guardias le dicen, por ejemplo puto, borrega y maricón. Desde que denuncié en Derechos Humanos la extorsión están en contra de mi hijo, entonces ahora nosotros somos los malos. Los custodios Casados, Garay, Juanito y “El Vampiro”, le roban a mi hijo, todo lo que le traigo se lo quitan y ejercen maltrato psicoemocional hacia él”, aseguró una madre.

“Un interno engañó a mi hijo porque supuestamente si le daba dos cigarros le conseguía una llamada, fue falso, no le dio la llamada y el abusivo fue con dos custodios a decir que mi hijo lo había golpeado, los guardias se pusieron de acuerdo e hicieron un escrito asegurando que mi hijo los amenazó, pero no fue cierto, cuando lo subieron, seis guardias le pegaron en la cabeza, le dieron puñetazos y entró en pánico. A pesar de las quejas que metí me dijeron que ellos mandan y fue porque denuncié al custodio que me extorsionó para supuestamente proteger a mi hijo, sé que todo se originó por esa situación”, recalcó.

Las represalias hacia el hijo de la mujer extorsionada, alcanzaron el punto más álgido cuando las autoridades del penal vulneraron su integridad física y mental, a pesar de que la familia del preso mostró documentación (que Crónica tiene en su poder) en la que se prohíbe administrar algunos medicamentos controlados, los doctores y psiquiatras del CEVAREPSI lo obligan a tomárselo, torturándolo sin importar las consecuencias de ésta negligencia médica y las graves secuelas que su organismo presenta.

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Solicitud de la madre del interno hostigado.

Jorge Aguilar

Las autoridades del CEVAREPSI que se niegan a vigilar la administración de los medicamentos y regular los padecimientos que manifiestan las personas privadas de su libertad, así como el correcto suministro de fármacos, están violando el artículo 469 de la Ley General de Salud, el cual sanciona hasta con 5 años de prisión a quien por motivo económico niegue atención médica urgente.

“Mi hijo baja muy espantado, lo vi muy mal porque le están dando medicamento que no le recetaron, se lo dan cuando quieren, se desquitan con eso, incluso después de que traje recetas del ISSSTE donde se explica que no le deben de dar Clonazepam. En los papeles decía que únicamente le administraran Risperidona, Valproato de magnesio y Fluoxetina pero no me hicieron caso, mi hijo tiene los párpados caídos, saliva en la boca y el sistema psicomotriz dañado porque le dan mucho Clonazepam; están jugando con su salud, le da miedo bañarse porque se puede caer de tan mareado que está por ese medicamento que no está prescrito por el hospital”, sostuvo la mujer.

De acuerdo con médicos especialistas, la sobredosis de Clonazepam podría tener consecuencias fatales, por ejemplo somnolencia extrema, confusión, debilidad muscular o estado de coma.

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Señalamientos hacia la administración.

Jorge Aguilar

“A la administración del CEVAREPSI se le sumó a una nueva encomienda, matarlo. El homicidio tendrá que ser realizado por los compañeros de las celdas y el premio que tendrá el asesino será café y azúcar, además de que el monitor (líder de la celda) ya fue amenazado para que no divulgue al exterior los detalles.

“Los custodios están ensañados con matar a mi hijo, les compran a los internos cajetillas de cigarros y pan para que le peguen y se lo lleven al dormitorio cuatro y cinco, ahí hay presos que están aferrados a que quieren su cabeza. Hablé con el director y no me hizo caso, supuestamente iba a quitar a esas personas y no lo hizo”, explicó la madre del agredido.

Un monitor de la cárcel narró la manera en que los custodios le ordenan a los presos que atenten contra la vida del afectado, sobornándolos con dulces y drogas que no deberían consumir, compras que tienen la finalidad de que algún recluso termine con su vida.

“El custodio Casados, Garay y Vampiro se llevaron a José a la tienda y le compraron un café para que le pegara a ese chico y luego lo trasladaran al dormitorio cinco y ahí le pegaran mucho más. Él les dijo que no y los guardias lo patearon, que era un puto y que le encargarían la chamba a alguien más”, sostuvo el monitor.

Luego de las amenazas, la madre del preso agraviado acudió a la Subsecretaría de Sistema Penitenciario de la Ciudad de México y a la Jefatura de Gobierno de la capital para expresar su testimonio en contra de los custodios agresores, dichos organismos le prometieron a la mujer que en 10 días hábiles tendría una respuesta y posiblemente una reunión con Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno.