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Los damnificados del Deportivo 18 de Marzo predijeron el futuro de quienes acaban de llegar al albergue que se adecuó en el María Morelos y Pavón, tras la explosión en la colonia Pensil; serán olvidados, les advierten.
Los habitantes de la alcaldía Miguel Hidalgo se han enfrentado a un cúmulo de problemas, primero se quedaron sin casa, están entre la espada y la pared porque no saben a quién hacerle caso, si al Gobierno central o a los de la alcaldía, no tienen agua caliente para bañarse y ahora presencian los malos tratos que les dan a los damnificados de la colonia Tacuba, donde un incendio dejó desamparadas a 8 familias.
Hay hasta 13 grados de temperatura ambiente, parece un crimen, reclaman, bañarse con agua fría… y así lo hacen; es eso, o estar sucios.
Crónica realizó un recorrido por las instalaciones del también centro de acopio; a pesar de que tanto G-CDMX y la alcaldía aseguran que todo está bien, los afectados demuestran lo contrario.
El horario para hacer uso de las regaderas del deportivo es de 09:00 a las 18:00 horas, no obstante, los administradores del deportivo les cierran el paso del gas para que no puedan tener agua caliente, esto en contubernio con la gente de Pilares, algunos de ellos ni si quiera tienen conocimiento de cómo está funcionando el albergue.
No sólo eso, también tienen que compartir alimentos y artículos que han sido donados, dada su situación, con los damnificados del albergue 18 de Marzo, que fueron olvidados por las autoridades. Sus viviendas, ubicadas sobre una vías del Tren en la colonia Tacuba, se incendiaron a principios de año.
Los de la Pensil no tienen problema, se saben en la misma situación. A los que parece que les molesta es a los de Pilares, que se han encargado de decirle a las 8 familias de la Gustavo A. Madero que “no son más que arrimados”.
Les avientan las cosas, les echan en cara cualquier apoyo, los intimidan y amenazan para que no hablen con alguien de lo que ocurre, de hacerlo así, se quedarán sin casa; los únicos que importan, dicen, son los de la Pensil, esos que fueron abandonados por su alcalde y que aseguran no olvidarán que no estuvo por más de 10 horas en el sitio del colapso.
“Somos 22 familias con personas de la tercera edad y niños, imagínate que se bañen con agua fría, se pueden enfermar o dar hipotermia, los del deportivo no seden con agua caliente, que si queremos será con agua fría”, comentó una damnificada de la Pensil.
¿SOLUCIÓN?
Ulises Labrador, representante de la Secretaría de Inclusión y Bienestar Social, quien está a cargo de resolver y reubicar a las familias afectadas, no ha dado respuesta alguna a los afectados; tampoco lo ha hecho la directora de Desarrollo Social de la Miguel Hidalgo, Alessandra Rojo de la Vega.
“Sólo vinieron, se tomaron la foto, nos apapacharon un rato y después…nos olvidaron. Si eso es a una semana, quiere decir que no espera un futuro igual que a los de Tacuba. Somos de zonas marginadas y así nos tratan”, dijo un hombre de unos 60 años.
Luego de que Crónica mantuviera una plática con varias personas damnificadas, llegó la autoridad de Pilares para retirar de sus instalaciones a representantes de esta casa editorial.
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