Dueños y empleados de varios estacionamientos ubicados en el Centro Histórico han manifestado su rechazo a la propuesta del jefe de Gobierno, Martí Batres, que busca convertir el Zócalo capitalino en un espacio exclusivo para peatones. Argumentan que esta iniciativa podría afectar sus niveles de ingresos al inhibirse la llegada de vehículos.

"Estamos en desacuerdo porque estos cambios impactarían negativamente en nuestras ventas, y no vemos los beneficios que la autoridad promete", declaró uno de los encargados de un estacionamiento cercano a la Plaza de la Constitución.

"Esto podría afectar seriamente nuestros ingresos, ya que dependemos en gran medida de los clientes que estacionan aquí. Si las personas se ven obligadas a llegar al Zócalo caminando, lo más probable es que lleguen en transporte público o se estacionen lejos de esta zona. Además, creo que la autoridad no ha mostrado algo que nos beneficie a quienes resultamos afectados."

A pesar de que la propuesta busca restringir el acceso de vehículos solo a los alrededores de la Plaza del Zócalo, manteniendo abiertas las demás calles del Centro Histórico debido a la abundancia de comercios en la zona, los representantes y dueños de estacionamientos expresaron diversas dudas sobre su éxito. 

"Tenemos desconfianza en esta propuesta y creemos que se necesita un extenso periodo de estudio antes de su implementación. Sería más conveniente dejarla para la siguiente administración", señaló otro propietario.

Cabe mencionar que el fin de semana pasado, el Gobierno de la Ciudad de México lanzó la plataforma "Camina tu Zócalo," que permite a la ciudadanía enviar propuestas individuales y en equipo para la peatonalización del Zócalo. El Gobierno capitalino subrayó que este no es un proyecto exclusivo de las autoridades y busca mejorar el espacio público más importante de la CDMX, considerando la opinión de sus habitantes, entre ellos los propietarios de estos negocios.

De acuerdo a la información compartida por las autoridades, las propuestas deben cumplir con criterios específicos, como garantizar el libre tránsito de peatones y otros vehículos no motorizados, mantener el espacio sin fines de lucro, priorizar la accesibilidad universal, ambiental y la sostenibilidad, preservar el carácter de espacio público multiusos de la Plaza de la Constitución y considerar su carácter patrimonial, entre otros.

El proceso de peatonalización no es nuevo en el Centro Histórico, ya que en 2009 se implementó con éxito en la calle Francisco I. Madero. Esta vía se cerró gradualmente a la circulación de vehículos motorizados, lo que resultó en una transformación evidente, convirtiéndola en la calle más transitada del país con un flujo de 350,000 personas a pie diariamente.

La propuesta de peatonalizar el Zócalo sigue generando un debate en la ciudad, entre aquellos que buscan mejorar el espacio público y quienes temen las repercusiones económicas en la zona. El resultado de este proceso dependerá en última instancia de la decisión de las autoridades y la participación activa de la comunidad.