Metrópoli

No habrá encarcelados por el colapso de la L12, vaticina Gaviño

Estoy en medio de una administración que construyó el Metro (Ebrard) y una a la que se le cayó (Sheinbaum), es peor que estar entre las patas de los caballos, dice el exdirector del Metro en plática con el Consejo Editorial de Crónica

reparaciones e indemnizaciones, camino previsible

Foto: Adrián Contreras

Foto: Adrián Contreras

“Nadie se irá a la cárcel por el caso Línea 12”, señala Jorge Gaviño cuando se le pide que vaticine el futuro de las pesquisas judiciales sobre aquel accidente. Gaviño visita el Consejo Editorial de Crónica, encabezado en la reunión por el nuevo director general Rafael García Garza.

Añade que los dictámenes, ya hechos públicos parcialmente, apuntan hacia ese final judicial, previa ratificación de que en el asunto no hubo dolo y después de que la reparación del daño a agraviados quede completada.

El diputado perredista y viejo lobo de la política capitalina charló con directivos de esta casa editorial, incluido el columnista Rafael Cardona. El tema de la L12 es, evidentemente, el central y Gaviño muestra documentos, archivos digitales, carpetas enteras y el suficiente conocimiento técnico para respaldar lo que señala sobre su labor al frente del Metro, de 2015 a 2018, y aseverar que no tienen responsabilidad en el colapso del tramo elevado de la estación Olivos.

Mientras estuvo al frente del Metro, dice, lo único que hizo fue componer desperfectos de la llamada Línea Dorada; asevera que no tiene temor alguno. “¿Cómo te llevas con Pablo Gómez?”, pregunta en broma Cardona al invitado cuando surge el tema de la persecución a opositores en oficinas como la UIF.

–Entonces, ¿está tranquilo en lo personal sobre lo que vendrá en la investigación de la L12?

–Es un tema que efectivamente no se acaba de definir. Empezaré diciendo que yo no creo que por este tema alguien vaya a ir a la cárcel. Como estoy viendo las cosas, como se están manejando, se espera que Grupo Carso resuelva todo el tema de la estructura de la Línea 12 y de su rehabilitación. Carso va a apuntalar los 6 kilómetros que construyó, van a poner estructuras metálicas que evitarán que estos tramos sólo sean sostenidos por los famosos pernos Nelson.

Hay que decir que, según todos los dictámenes que conocemos, lo que fallaron fueron pernos Nelson que estaban mal soldados, que estaban en número insuficiente o mal instalados.

Así que primero va habrá reparación del daño al Gobierno de la Ciudad, y éste se tendrá que desistir (de la acción judicial) porque ya aceptó la reparación del daño en lo que respecta a la estructura de la obra. Y luego se están pagando recursos a los que están heridos y a los deudos de los fallecidos, se les está pagando como reparación del daño.

Si hay el desistimiento de todos los afectados, de todos los que se vieron afectados, se da por reparado el daño, y además se señala que no hay dolo, que nadie quería que pasara lo que pasó, que nadie siquiera creyó que podía pasar, entonces el nuevo sistema de justicia permite que se extinga la acción penal y eso es seguramente lo que va a ocurrir.

–Lo que yo veo –interviene Cardona–, es que todos quedaron indemnes: Marcelo se quitó el golpe, Claudia se quitó el golpe; a Mancera le quitaron el golpe y el único que dijo que se haría cargo de componer todo fue el que dijo que él no tuvo la culpa pero que como es buena persona soltó dinero para las reparaciones. Es el carpetazo más colectivo que he visto en mi larga vida…

–Creo que lamentablemente estamos a años luz de las instituciones suficientemente sólidas para llegar a la verdad y llegar a la responsabilidad, pero yo sí creo que en este tema muy concreto ya hay dictámenes y ni modo que los cambien: el problema de origen fueron los pernos Nelson. Eran tres líneas de pernos y sólo se puso el 60 por ciento, y de esos se pusieron mal.

Fue un error constructivo muy grave que está en todas las bitácoras y saben que hubo una responsabilidad en la construcción, de allí que los diez responsables que señala la Fiscalía son supervisores, constructores, servidores públicos responsables de ese tramo. No van a ir a la cárcel y no hay prisión preventiva porque no hay dolo y si hay perdón de los ofendidos y reparación del daño, se extingue la acción penal. Finalmente, yo no querría que fuera alguien a la cárcel.

–Usted ha aparecido en la revisión al estar su administración del Metro en medio de la construcción y el colapso de la L12…

–Ha habido muchos señalamientos, yo estoy consciente de que estoy en medio de una administración que construyó el Metro y una a la que se le cayó. Uno es precandidato al Gobierno Federal y ella es precandidata al Gobierno Federal, pues esto es peor que estar entre las patas de los caballos. Las dos personas más poderosas de México que aspiran a tener el poder absoluto y yo en medio, y es complicado.

Pero aclaro que nosotros no participamos en la construcción del Metro, participamos en la reparación de lo que estaba mal hecho. Yo no estuve trabajando en obras ni fue parte del Proyecto Metro, yo trabajé como director del Metro. ¿Qué hace el director? Vende boletos, arreglas los trenes cuando se descomponen, ves el mantenimiento general… pero no hace obra, las obras que se hicieron fueron porque había desperfectos y lo hicimos como garantía.

–¿Tiene todos los elementos para responder en caso de acusaciones?

–Tenemos una transparencia impresionante en la gestión, por eso no han podido señalarnos de nada, porque tenemos todos los documentos; dictámenes, peritajes, responsables de obra; conozco la administración pública de fondo. He sido delegado, subdelegado, subdirector del ISSSTE, subdirector de la Lotería Nacional, director de Vivienda, yo construí 30 mil viviendas; tengo el expertis.

Yo sé que en la administración pública si no haces las cosas bien hechas, vas a tener problemas, no tengo ningún temor en ese sentido.

–¿Por qué se llegó a mencionar que el tramo caído fue el que se reparó durante su administración del Metro?

-Hubo una confusión, dijeron que ‘lo que reparó Gaviño se cayó’, y no fue así. Lo que compuse son las curvas 11 y 12. Y lo que se cayó son entre las columnas 12 y 13. Los números generaron la confusión, pero son tramos diferentes.

–¿Hay una parte de la Línea 12 que no deba ser intervenida? –se le pregunta a Gaviño después de que Cardona sugiere que debería derribarse todo y volverse a construir para estar seguros de su fiabilidad.

–La parte que hizo ICA, que la hizo con un sistema constructivo preconstruido, es decir, lo hacen en planta, hacen pretrenzado, que quiere decir que jalan las varillas, cuelan y lo vibran en planta, se hace en una sola pieza y se lleva al lugar a instalar. Son las famosas ballenas. Es muy difícil que se caigan, lo revisan con rayos x y ultrasonido.

La parte que se cayó la construyeron en el sitio.

SÍ HABRÁ APRENDIZAJE

Gaviño termina su conversación con el Consejo Editorial de Crónica señalando que sí piensa que habrá aprendizaje de este desastre en la L12, que no será un carpetazo y ya: “Como en el sismo de 1985, que después se cambiaron las reglas de construcción, se hizo más rígido su cumplimiento”.

El diputado local expone que la L12 debió tener redundancia, es decir, sistemas dobles de soporte en la construcción en los que, de fallar uno, el otro hubiese resultado suficiente para evitar el colapso.

La reparación de Carso a los tramos donde están los poco fiables pernos Nelson es, precisamente, darles redundancia, señala Gaviño mientras muestra gráficas al respecto. Ahora, además de la estructura original construida bajo el mandato de Ebrard en la capital, habrá estructuras metálicas en forma de tirantes apuntalando los tramos elevados en el suelo. “Nos copiaron una reparación que hicimos”, señal Gaviño, pero indica que es el camino correcto.

Ese, piensa Gaviño, es el futuro del Metro capitalino después del desastre de Tláhuac: los futuros administradores del Sistema de Transporte Colectivo se verán obligados a actuar con cuidado y a exigir obras que garanticen la redundancia de las estructura, doble garantía a que no ocurrirá una tragedia similar a la de 3 de mayo de 2021.