Christian estaba en su negocio, una carnicería ubicada sobre Avenida Tláhuac, dos sujetos entraron y pusieron una tarjeta sobre él mostrador y le dijeron “aquí le dejamos por si necesita dinero para arreglar su local”.
Los hombres salieron sin decir más y se subieron a la moto en la que llegaron al lugar en la colonia Nopalera.
El hombre no dudo y llamó al número; una semana después le entregaron el dinero que solicitó en su negocio acompañado de las indicaciones de pago.
Desde ese momento supo que había sido un error haber pedido un préstamo y que las facilidades para obtenerlo se convertirían en dificultades para pagarlo.
El joven de 36 años pidió 50 mil pesos, obtuvo respuesta de inmediato pero no le dieron la forma de pago hasta que el recurso le fue dado bajo la consigna de “ya no hay devolución”.
El plazo fue a 12 meses, su mensualidad es de 4 mil 170 pesos y su interés es sobre la mensualidad, no sobre el total de la deuda.
El rédito solicitado es del 18 por ciento por lo que debe pagar un total de 4 mil 920 pesos y tiene que pagarlo cada miércoles a las 12 del día cuando pasan a cobrar.
De no tener el dinero el interés sube, otro 18 por ciento por día de atraso; incluso le han cobrado por horas.
El hombre lleva dos meses viviendo bajo amenazas de muerte pues se atraso con un pago y ahora debe, según el grupo delictivo, más de 25 mil pesos en réditos más la deuda que asumió.
Christian ha sido golpeado en dos ocasiones por sus prestamistas quienes le aseguraron que de denunciarlos con la Policía matarán a su esposa y a su hija, una niña de 5 años que ya no lleva a la carnicería por miedo a que le pase algo.
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