Metrópoli

Irrumpe “arte mandala” contra autismo y es una ventana a la recuperación económica

Convoca el Mandala Fest a más de cien expositores y al público en general a explorar el coloreado de círculos de complejas figuras con sus orígenes en el hinduismo y el budismo

PARQUE NAUCALLI

Eloísa Domínguez

El Mandala Fest abrió sus puertas en el Parque naucalli a artistas que plasman sus sentimientos de la mano de los expositores

/Eloísa Domínguez

El “arte mandala” ha penetrado en Occidente hace ya tiempo, pero su motor de sanación con sus círculos y figuras que buscan representar el macrocosmos y microcosmos -según como lo veían en el hinduismo y el budismo- se pone de fiesta con revelaciones que exhibe el Mandala Fest, la primera gran exhibición de artistas que plasman sus sentimientos de manera más conceptual y elaborada de la mano de expositores que venden artículos comerciales, sin dejar de lado la importancia de lo que es la espiritualidad y la purificación del alma plasmada en playeras, pulseras, pastilleros, collares o almohadas.

Este viernes, el Parque Naucalli, ubicado en Naucalpan, Estado de México, se abrió como el “anfitrión” de artistas, talleristas y vendedores de mandalas que acogen -hasta el próximo 9 de octubre- a visitantes conocedores y aprendices en el coloreado de los círculos que India, en el continente asiático, aporta a la humanidad como terapia contra la depresión o padecimientos como el autismo.

En el Ágora del Naucalli, Miravay Peralta, artista visual egresada de la Universidad La Salle de México, abrió al público en general la curaduría “Vibrar a Colores”, una muestra compuesta de más de 30 obras de creadores jóvenes y no tan jóvenes de mandalas, en la que destacaron las creaciones de Sara Durand, quien el “arte mandala” la arrancó del negocio textilero al que por años se había dedicado.

Niñas y niños han encontrado en este espacio

Niñas y niños se han maravillado con este concepto

/Eloísa Domínguez

“El círculo tiene infinitas posibilidades para crearlo, desde el pintado, el tejido, los calados, los sugeridos, explícitos e implícitos y de todo tipo de formas”, expresó Peralta al inaugurar la exposición.

De 59 años, Sara Durand advierte que no sabía qué era esto del mandala, pero al conocer el compás conoció a los círculos desde su propia creación.

En “Vibrar a colores”, la artista del mandala comparte que ahora puede vivir de esto cuando sus cuadros como “Las huellas del tiempo infinito” se cotizan en más de 20 mil pesos.

“Ese no fue el motivo, esto era para mí, cuando conocí el mandala, un escape, porque yo no estudié o no fui a una escuela de pintura, esto ayuda en la sicología transpersonal. Doy talleres, y esto ha ayudado a niños con autismo, es de verdad una gran terapia para muchas personas a las que podemos sacar de padecimientos como la depresión o la ansiedad”, cuenta Sara Durand.

Concepto

La curaduría “Vibrar a Colores” es una muestra compuesta de más de 30 obras de creadores jóvenes y no tan jóvenes de mandalas/

Eloísa Domínguez

En su primer día, el Mandala Fest vibró con visitantes de todas las edades que acudieron al Parque Naucalli en busca de colorear y colorear círculos ante adversidades, pero también para el aprendizaje y el esparcimiento.

Arizane, de 39 años, quien supera una neurocirugía realizada hace cinco meses por epilepsia refractaria, halló en Facebook -red social con la que antes de la operación no tenía contacto- ese evento. La convocatoria la vibró y viajó sola desde Pachuca, Hidalgo, para colorear mandalas. A sus 39 años, y como sicóloga clínica, Arizane, pincel en mano, cuenta que su contacto con los círculos la tienen entretenida, y meditando sobre los procesos que ha enfrentado en su vida.

Su cara brilla al colorear y de manera juguetona mueve su cabello para dejar ver dónde está la huella de la cirugía a la que fue sometida “para quitarle la parte del cerebro que no le servía”.

Eloisa

Arizane viajó sola desde Pachuca, para colorear mandalas./

Eloísa Domínguez

En otra mesa, una pequeña de cinco años colorea junto a su madre, que explica que llegaron al taller que ofrece el Mandala Fest para conocer de qué se trata esto, y han quedado encantadas.

En el Parque Naucalli, los visitantes podrán tener acceso a siete talleres interactivos para pintar mandala en distintas técnicas. Todos los materiales incluidos para los participantes, en un bufete de colores y texturas, además de cinco Master clases para aprender más acerca de los mandalas, desde trazarlos desde cero e interpretarlos hasta meditar con ellos.

El festival incluye el bazar de emprendedores y pymes que ofrecen decoración, joyería, accesorios con los mandalas como eje temático, además de materiales para pintura y papelería.

Los visitantes podrán tener acceso a siete talleres interactivos para pintar mandala en distintas técnicas/

Los visitantes podrán tener acceso a siete talleres interactivos para pintar mandala en distintas técnicas/

Eloísa Domínguez

Los boletos para los talleres están a la venta en https://www.mandalafest.com.mx/experiencias

Todas las entradas incluyen las master clases y los talleres seleccionados.

La entrada a la galería artística no tiene costo.