
En Octubre de 2022 el Gobierno capitalino presumía el inicio de una nueva era en la movilidad de la Ciudad de México con la inauguración del Trolebús Elevado, la también llamada Línea 10. Prometía ser un parteaguas en el transporte público, pero a poco más de un año y medio de su puesta en marcha, los usuarios expresan su descontento.
Las quejas se centran en la supuesta escasez de unidades durante las horas pico, el momento del día cuando el tiempo es oro y la paciencia se pone a prueba. Los pasajeros señalan que el servicio se torna lento y las unidades se ausentan. "Esperamos más de lo que viajamos", comenta Liliana, una usuaria regular, mientras mira su reloj con impaciencia. Las largas filas en la terminal Constitución de 1917 son un testimonio silencioso de la espera diaria.
"Es desesperante esperar tanto tiempo para abordar un trolebús, y cuando finalmente llega, el proceso de salida de la terminal también es lento", lamenta un padre que va a recoger a su hijo de la escuela.
El Sistema de Transportes Eléctricos (STE) asegura que no hay unidades fuera de servicio. De los 49 trolebuses asignados a la línea, 45 están operativos y 4 en reserva. Sin embargo, esta respuesta no parece aliviar la frustración de los pasajeros que necesitan un servicio eficiente para sus traslados cotidianos. La realidad percibida es otra, y las largas filas en las terminales parecen darles la razón.
La implementación de espacios exclusivos para mujeres, aunque necesaria, ha añadido otro nivel de complejidad al servicio. Las pruebas operativas para esta iniciativa parecen haber ralentizado aún más el ritmo ya pausado del Trolebús Elevado.
"Primero tardan en llegar, luego en salir de la terminal, y ahora con las pruebas para los espacios para mujeres, todo es aún más lento", argumenta otro pasajero afectado. La implementación de estas áreas es un esfuerzo por brindar seguridad, pero también ha impactado los tiempos de operación.
"No estamos viendo esa supuesta disponibilidad de unidades en la ruta", comenta otro pasajero. "Necesitamos acciones concretas para que mejore el servicio".
Un recorrido por la línea revela que los autobuses demoran en partir de la terminal Constitución de 1917, y los andenes se llenan hasta desbordar, especialmente en las mañanas y noches de entre semana. La imagen de la eficiencia prometida se desvanece entre la multitud que espera. Este panorama contrasta con las cifras oficiales que indican que la flota está casi completa, con 17 trolebuses sencillos y 28 articulados en servicio.
Con 11 estaciones y un viaducto de 7.4 kilómetros, el Trolebús Elevado transporta diariamente a casi 100 mil personas del oriente de la capital. A pesar de los desafíos, la línea sigue siendo una arteria vital de transporte en el oriente de la capital, operando de 5:00 a 24:00 horas con una tarifa accesible de 7 pesos, pagaderos únicamente con la tarjeta de Movilidad Integrada.
La Línea 10 del Trolebús Elevado enfrenta el reto de equilibrar la demanda de los usuarios con la oferta de transporte. Mientras el STE mantiene que la flota es suficiente, los usuarios claman por mejoras. La solución parece estar en un punto medio donde la eficiencia y la satisfacción del usuario puedan coexistir. La ciudadanía espera que las promesas de movilidad eficiente se materialicen en su experiencia diaria.
Copyright © 2024 La Crónica de Hoy .