Madres de desaparecidos: “El único regalo que queremos es ver a nuestros hijos de nuevo”
Este Día de las Madres, cientos de madres exigieron justicia y verdad ante la desaparición de sus hijos e hijas, "10 de Mayo no es de fiesta, es de lucha y de protesta"
marcha 10 de mayo
Este 10 de mayo se llevó a cabo la Marcha de la Dignidad Nacional, que se realiza anualmente desde el 2011, en la que madres, padres y familiares de desaparecidos exigen justicia a las autoridades.
Desde las 10 de la mañana cientos de personas, colectivos, familias, mujeres y hombres se dieron cita en el Monumento a la Madre para partir al Ángel de la Independencia; protestó desde el más pequeño de la familia hasta los de la tercera edad, pero en su mayoría fueron mujeres las que se presentaron a la movilización ya que la marcha se realiza en el marco del Día de las Madres.
Durante su trayecto dejaron algunas fichas de búsqueda pegadas en muros, monumentos y bancas de Paseo de la Reforma, esta vez sin pintas y sin destrucción de objetos; las armas más poderosas fueron las consignas que impactaban en los espectadores que les abrían paso durante su trayecto.
Con mantas gigantes, pancartas, carteles, fichas de búsqueda, tambores y altavoces gritaban a una sola voz lemas como; “hijo escucha, tu madre está en la lucha”, “10 de mayo no es de fiesta es de lucha y de protesta”, “mentira, mentira, la misma porquería… queremos justicia para las madres que buscan a sus hijos”.
“Mientras cientos de autoridades celebran a sus madres y esposas, nosotros venimos a exigir justicia, queremos que tengan empatía con nosotros, perder a un hijo es el dolor más grande que una madre o un padre puede sentir, peor si está desaparecido, es muy difícil mantener esperanzas después de años”, contó una mujer a Crónica.
Personas de diferentes estados como Hidalgo, Guerrero, Coahuila, Veracruz, e incluso de otros países como Ecuador y Honduras, acudieron a la manifestación pacífica, para exigir respuestas ante los más de 100 mil casos de desaparecidos en México. La impotencia y desesperación de todos aquellos familiares que no tienen noticias de las víctimas es evidente, hombres y mujeres lloraron por sus hijos e hijas desaparecidos o asesinados.
“Muchas familias centroamericanas tienen la desgracia de perder a sus hijos al cruzar el país, hombres y mujeres que llegan a México buscando cambiar su vida y si el pueblo mexicano sufre por encontrar a sus desaparecidos, las familias centroamericanas estamos aún más perdidas y en el olvido”, dijo una representante de familias centroamericanas.
Cuando llegaron al Ángel de la Independencia, en el monumento, desde las escaleras hasta las esculturas, fueron colocadas las mantas y carteles con la información de los desaparecidos; mientras eso sucedía, se dio lugar a los testimonios de algunas personas que buscan justica, los lamentos, protestas y llantos prevalecían con el paso de las horas, los colectivos abrazaban con un, “no estás solo / no estás sola”, a todos aquellos que hablaron frente a cientos de personas.
“Somos hermanos del mismo dolor y no nos queda más que abrazarnos y no perder la esperanza de que habrá justicia, somos la voz de nuestros hijos y pedimos al presidente que cumpla porque nos dio luz de esperanza diciendo que todo iba a cambiar”.
Los familiares de muchas de las victimas aseguraron que las autoridades los mandan de una fiscalía a otra, que no son empáticos y temen que siga pasando el tiempo sin encontrar respuestas.
“Las autoridades nos ignoran, hay justicia para los ricos, no para los pobres, me prometieron ayuda y no la he recibido; admiro al padre de Dabnhi que hizo y deshizo por encontrar a su hija, la encontró, desgraciadamente muerta, pero la encontró. Yo no pierdo la esperanza de encontrar a mi hijo”.
A pesar del tiempo, días, meses, años, en algunos casos más de 10 años de búsqueda, las madres no pierden la esperanza de volver a ver o tener noticias sobre sus hijos o hijas, algunas saben que sus hijos podrían estar sin vida, pero desean saber en dónde están sus restos y dales una sepultura digna.
“El único regalo que queremos es ver a nuestros hijos de nuevo, encontrarlos, no nos vamos a dar por vencidos. Suplico para que todos aquellos que han participado en una desaparición que se toquen el corazón porque también tienen familia”.