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Las feministas que protestan en las estaciones del Metro contaron a Crónica que a pesar de haber encontrado vigilancia en Centro Médico y Pino Suárez, prefirieron moverse a otras estaciones y rechazaron haber realizado protestas durante el evento del Checo Pérez en Paseo de la Reforma.
“En esas estaciones ya no había tantas feministas, eran mínimas las feministas que estaban en resistencia en Pino Suarez y en Centro Médico, pero sólo era para conservar los espacios y no dejar que la estación fuera totalmente de las comerciantes”.
Las sororas revelaron que los policías se encargan de tomar una bitácora diariamente en todas las estaciones donde se encuentran las feministas o las vendedoras; señalaron que también están al tanto de quiénes son comerciantes y quiénes son feministas.
“Los policías saben quiénes son las que hacen el relajo, las que contienden y hay cámaras, que revisen sus bitácoras y vean que nosotras estuvimos en las estaciones e incluso que llegaron más compañeras”.
Las feministas señalaron que en sus colectivas también hay mujeres de la tercera edad, indígenas y artesanas, “trabajamos por todas y para todos y es horrible que se nos venga a ensuciar. Ya estamos cansadas de eso”.
“No es por ser clasistas, pero basta con observar para saber quién es quién, es muy diferente la manera de hablar, de vestir y hasta los productos en venta. En las colectivas la mayoría tiene una licenciatura todas somos estudiadas, algunas terminamos, otras no, pero tenemos el conocimiento de luchar por el movimiento para todas las mujeres”.
Las mercaditas revelaron que su historia no comenzó en los espacios del Metro, traen una trayectoria desde las facultades en CU como: la Facultad de Filosofía, Psicología, Trabajo Social y de ahí han ido “avanzando” tomando diferentes espacios públicos, siempre ofreciendo una labor social.
“En las colectivas hay gente preparada, nuestra visión es compartir nuestros conocimientos con otras mujeres no es pelear un espacio. Salimos a la calle a trabajar dignamente, no le estamos pidiendo al gobierno lo que ellos tendrían que hacer, que es generar empleos; somos autosuficientes, somos organizadas y somos sororas. Nosotras si no estamos aquí es porque estamos atendiendo a nuestros pacientes”, dijo la mujer que es psicóloga.
Las sororas han insistido en un dialogo con las autoridades para tener un espacio seguro, pero no han sido escuchadas, es por eso que están en resistencia y piden apoyo para que la policía haga su labor y ponga en marcha algún protocolo de seguridad para controlar a las comerciantes y vagoneras.
“Nosotras respetamos y cuidamos los espacios, somos ordenadas y pacíficamente nos manifestamos moviéndonos de estación, no nos conviene hacer desorden o causar contienda en el lugar donde tenemos nuestra protesta, pero las comerciantes nos llegan a golpear y a ofender, hay evidencia de ello”.
Los problemas entre feministas y comerciantes en las estaciones del Metro comenzaron cuando a las feministas tomaron los espacios para realizar su protesta vendiendo diferentes artículos a lo largo de los pasillos. Pero las comerciantes quisieron hacer lo mismo, e incluso apartaban los espacios durante la madrugada para que las feministas no se pudieran colocar; de las estaciones tomadas por comerciantes han surgido algunas mafias y se cree que las estaciones donde está más fuerte el movimiento de comerciantes, están protegidas.
“Son tan fuertes que a ellas les dejan hacer lo que se les da la gana, se dice que se da 120 por dejarlas vender en estaciones como Pantitlán”.
Las feministas también han revelado que hay usuarios del Metro que las apoyan y saben de los ataques que han recibido.
“Los usuarios también platican con nosotras y saben la labor social que hacemos, no cobramos por asesorías, terapias o platicas, simplemente lo hacemos buscando ayudar a los demás”.
Contaron que hay diferentes grupos de feministas como las que luchan contra la violencia, el aborto, la inseguridad y que no todas tienen el mismo proceder pero que ellas; “las mercaditas” que se encuentran el Metro protestan con marchas pacifistas donde cantan y bailan o movilizaciones en las que venden sus productos.
“Hemos estado en marchas, donde los policías se disfrazan de encapuchadas y entran como grupo de choque, lamentablemente la gente le cree al gobierno por ignorante, al gobierno no le importa palear el hambre, hemos tratado de informar a la gente para que tenga conciencia y conozca realmente el movimiento y lo que está sucediendo”.
Comerciantes VS Sororas
Las comerciantes
También son mujeres, algunas ya tienen mantas moradas o verdes pero los productos son en su mayoría alimentos, dulces, artículos chinos. Se puede ver que en ocasiones hay hombres que les ayudan con el producto y muchas veces son acompañadas de sus hijos.
Las sororas
Entre los grupos hay indígenas, artesanas, mujeres de la tercera edad, productoras, en su mayoría venden artículos de segunda mano y sus mantas tienen el distintivo o nombre de la colectiva a la que pertenecen y sobre todo buscan ayudar a otras mujeres con alguna terapia o platica sin remuneración a cambio.
“La diferencia es notable, nosotras no pedimos nada regalado, pedimos un dialogo con el gobierno para trabajar derecho, ante la ley, con el pueblo, las mujeres queremos que esto cambie. Tenemos que abrazar a las demás, no podemos ser presumidas, egoístas, rivales, deberíamos de tener claro que juntas podemos lograr grandes cosas”.
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