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Movimiento del 68 marca fin a la tercera transformación: Martí Batres

• Batres Guadarrama encabezó la ceremonia conmemorativa por el 54 aniversario de la masacre estudiantil en Tlatelolco

Martí Batres encabezó la ceremonia del 2 de octubre

Martí Batres encabezó la ceremonia del 2 de octubre

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En el acto conmemorativo por el 54 aniversario de la masacre estudiantil en la Plaza de las Tres Culturas, el secretario de Gobierno (SECGOB), Martí Batres Guadarrama, destacó que pesar del paso de los años, el 68 sigue presente en la sociedad mexicana y continúa motivando transformaciones políticas y culturales.

"El 68 nos mueve tanto porque marca el fin de lo que llamamos la tercera transformación, un gobierno surgido de la Revolución Mexicana, masacrar a sus hijos, a la juventud forjada en la educación pública superior que se desarrolló como parte de los frutos de aquella revolución", expresó Batres Guadarrama.

Acompañado por el ex dirigente del movimiento estudiantil de 1968, Gastón Martínez Rivera, el secretario de Gobierno enfatizó que la decisión de no reprimir, no usar la fuerza, respetar las libertades, de cumplir con los mandatos internacionales, corresponde al gobierno civil, por lo que reconoció que el Gobierno federal y local trabajen en favor de las libertades, la democracia, la paz y la no violencia.

"Hoy es muy importante valorar históricamente que tenemos en la Ciudad de México y en el Gobierno de la República, un gobierno que no desaparece personas, que no reprime, que no usa la fuerza para masacrar al pueblo de México. Ese es el mejor homenaje que podemos hacer desde los órganos de gobierno a los estudiantes heroicos de 1968", compartió.

En representación de la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo, el funcionario agregó que el 68 marcó un largo periodo de violencia y represión que desembocaría con la llamada “guerra contra el narco”.

"El 68 marcó una larga era del uso de la fuerza que se hizo política de Estado. A la represión del 68 siguió la del 71, la guerra sucia la represión del sindicalismo independiente, el fraude del 88, toda la fuerza del Estado contra los zapatistas de Chiapas, el desafuero del Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, el fraude del 2006, la guerra contra el narco", recapituló.

Asimismo, reflexionó que el 68 plantea como nuevo tema las libertades y la democracia, ya que transformó la cultura política de abajo e incorporó el nuevo pensamiento crítico a las ciencias sociales y generó activistas, quienes se convirtieron en dirigentes de nuevos movimientos sociales.

"50 años después de 1968, casi sin que pudiéramos creerlo, el voto libre de la ciudadanía dio lugar a un gobierno que se identificaba con las ideas de democracia y libertades de los estudiantes de 1968; primera vez que, desde abajo, se generaba una mayoría social que se expresaba en los órganos de gobierno de manera libre", añadió.

El ex dirigente del movimiento estudiantil de 1968, Martínez Rivera agradeció la disposición del Gobierno de la Ciudad para restablecer la memoria histórica y conmemorar el movimiento estudiantil de 1968 que trajo consigo una transformación en la cultura, las luchas sociales y políticas de las últimas décadas.

"Quienes vivimos y actuamos en el movimiento estudiantil de 1968 teníamos distintas posiciones políticas y orígenes sociales diversos. Sin embargo, las aspiraciones de convertir en una manera social de vida la vigencia de las libertades democráticas y avanzar en una sociedad más justa en lo económico, político y cultural hizo confluir una constelación de fuerzas sociales y políticas no solo de estudiantes, sino de otros segmentos, en una causa común. A 54 años, el movimiento estudiantil vive y estamos en pie de lucha", concluyó.

Al acto conmemorativo también asistió el diputado Gerardo Villanueva Albarrán, vicepresidente de la Mesa Directiva del Congreso de la Ciudad de México; el magistrado Rafael Guerra Álvarez, presidente del Poder Judicial de la Ciudad de México; César Cravioto Romero, senador de la República de la 65ª Legislatura; Claudia Curiel de Icaza, secretaria de Cultura de la Ciudad de México, y Arturo Ávila Espinosa, director general del Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución de México.