Los consejeros del Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM) negaron tajantemente ser un órgano de "cuotas y cuates" y analizan dos posibles vías para ir contra las reformas que el Congreso de capital del país aprobó este viernes para su reestructuración que implica la desaparición de cinco áreas técnicas y de más de cien plazas, lo que no lo exime de garantizar procesos electorales confiables.

En conferencia de prensa, la consejera presidenta del órgano autónomo, Patricia Avendaño, señaló que el instituto se deberá reorganizar lo que implicará carga de trabajo para todo el personal, pero además hizo énfasis en que se protegerán los derechos laborales de las personas que prestan sus servicios en las cinco áreas que deberán reestructurar.

"Se redoblarán los esfuerzos para continuar con todas y cada una de las atribuciones que los legisladores le han impuesto a esta autoridad, atendiendo los principios reactores de la función electoral, a través de los servidores públicos con los que cuenta la institución, quienes tienen la experiencia capacidad y 'expertise' en la materia para cumplir cabalmente con nuestras funciones y atribuciones", señaló la funcionaria.

El consejero Mauricio Huesca explicó que una de las alternativas que tiene el órgano electoral es presentar una controversia constitucional ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ante la violación al artículo 41 de la Constitución mexicana, que expresa claramente la facultad de los órganos autónomos para su organización interna.

Señaló que los recursos jurídicos para su defensa serán analizados una vez que ya concluyó el proceso legislativo del Congreso de la capital del país.

Con Patricia Avendaño y Mauricio Huesca también estuvieron de manera presencial y remota los consejeros Bernardo Valle, Ernesto Ramos, Carolina del Ángel y Erika Estrada, quienes coincidieron ser un instituto "de cuotas y cuates".

Carolina del Ángel admitió que su esposo trabaja en el órgano electoral de la Ciudad de México, pero aclaró que ella llegó tres años después al IECM y luego de pasar por un proceso de selección en el que compitió con muchas personas.

"Yo no soy pareja, esposa ni cuota de nadie. Yo soy consejera electoral", señaló, y repudió estas calificaciones. "Me parece muy poca falta de ética para quienes así nos consideran".

Loa consejeros fueron cuestionados sobre el tema de corrupción, uno de los motivos por los que se presentó la iniciativa de Morena para acabar con presuntas prácticas irregulares o de beneficios para allegados a los consejeros.

Erika Estrada rechazó estos señalamientos y lamentó que quienes lanzaron estas acusaciones no interpusieran una denuncia ante las autoridades correspondientes y no se haya buscado un acercamiento con los consejeros para abordar el tema.

Negó que ella sea cuota del consejero presidente del INE.

"Tengo 20 años de trabajo en el tema electoral. No se me puede acusar porque trabajé para una oficina de ser cuota. Tengo un currículum que avala mi trayectoria ", aseguró la consejera vía zoom.

En tanto Bernardo Valle y Ernest Ramos coincidieron en que el instituto se ha manejado con transparencia y en qué la reforma que reestructura al órgano electoral los pone en problemas para las actividades que se realizan todos los días dentro del instituto.

Advirtieron que tal ahorro de 52 millones de pesos que el Congreso prevé por cada año al eliminar cinco áreas estratégicas del IECM no es real, pero están asumieron la responsabilidad que tienen para trabajar por los derechos político-electorales de los capitalinos.