La Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT) suspendió actividades de cinco establecimientos ubicados en la calle Génova, en la colonia Juárez, debido a que incumplieron con las normas de contaminación auditiva.

Dicha sanción se aplicó después de que ese organismo les advirtió a los locatarios que estaban infringiendo la norma establecida del nivel de ruido permitido en la capital, por ende, se les dio un periodo para que realizaran modificaciones en las instalaciones de los bares, después del tiempo determinado, éstos no se adecuaron a los protocolos y reformas establecidas, por lo que la interrupción de su labor tuvo que ser efectuada.

Previo al cierre de los centros nocturnos, Mariana Boy, procuradora del la PAOT, comentó que desde el 27 de abril realizaron un recorrido en la zona para notificarles a los encargados de los establecimientos mercantiles que estaban rebasando los decibeles de sonido permitidos, por lo que exhortaron a transformar la infraestructura de sus negocios, con el objetivo de que los transeúntes y consumidores pudieran coexistir en un ambiente en el que el derecho al medio ambiente y a la ciudad no sean vulnerados, no obstante, cinco comercios ignoraron el llamado.

Ejemplificando las quejas de los denunciantes, Boy dio a conocer el número de quejas por ruido que la PAOT ha recibido, colocando a la alcaldía Cuauhtémoc en primer lugar con mil 500, seguido de Benito Juárez con 741, Miguel Hidalgo 565, Iztapalapa 406 y Coyoacán 393. 

Bares omitieron las advertencias

"Al principio eran 10 bares los que estaban incumpliendo la norma, luego de seis días les dimos la oportunidad de que se adecuaran a las medidas de sonido, sin embargo cinco de ellos siguen sin cumplir el grado de decibeles que marca la reglamentación, porque después de que venimos a hacer una nueva medición con el sonómetro, siguen rebasando el ruido autorizado. En uno de los bares se quitaron las bocinas del exterior y en otro se colocaron cortinas para la lluvia, pero eso no sirve para mitigar el sonido", declaró la procuradora.

"No hay sanción económica, van a estar cerrados hasta que adopten nuevas medidas de sonoridad y nos informen para que tomemos nuevas mediciones, de no ser suficientes estaremos suspendiendo otra vez", dijo.

Gerentes acusan a la PAOT de terminar con fuentes de empleo

Por su parte, los dueños y encargados de los bares se mostraron inconformes con la suspensión de actividades, pues manifiestan que el sonido que expiden sus comercios no viola la reglamentación de la PAOT; también comentaron que los negocios que se adecuaron al ordenamiento no son atractivos para los clientes. Asimismo, acusan al organismo de terminar con el empleo de decenas de personas, las cuales son las más afectadas por los cierres repentinos.

A su vez, los gerentes mencionaron que existe una desigualdad al momento de realizar mediciones sonoras, pues otros restaurantes y bares superan el rango de decibeles permitidos y hasta el momento no han sido sancionados, del mismo modo, califican esta diligencia como un acto político.

"Los bares que apagaron completamente el ruido no tienen ni una mesa ocupada, invirtieron cuatro millones de pesos que no van a recuperar nunca; nosotros pagamos impuestos y no molestamos a los vecinos, al contrario, les cambiamos las ventanas y tengo facturas. La norma no es equitativa, en la calle Madero hay mucho más ruido que aquí, incluso he hecho pruebas en Sanborns y no cumple las reglas; el objetivo de ellos es acabar con la vida nocturna", enunció el encargado de un local suspendido.

"No vamos a abrir hasta dentro de una semana, son pérdidas para la gente que vive al día, sus sueldos y está mal que quieran hacer campaña con esto. Me duele que mi gente se vaya a su casa y que no pueda comer o pagar la renta", aseguró.

Procuradora sostiene que su objetivo es el cumplimiento voluntario, no obligatorio

En respuesta, la procuradora de la PAOT explicó que su ideología es el cumplimiento voluntario, ya que al acudir a las calles en las que no se respeta la normatividad, se realiza una invitación a ajustar el sonido, antes de suspender las actividades. Obedeciendo al día internacional de ruido, la institución informará en las zonas comerciales de la ciudad que la frecuencia sonora establecida de seis de la mañana a ocho de la noche son 65 decibeles, en el resto del horario son 63.

"Hemos hecho varios recorridos de sensibilización explicándoles qué hace la PAOT, exhortando a que lo realicen y las estrategias de vigilancia continuarán, sin embargo sigue habiendo incumplimiento de las reglas como en Coyoacán", dijo la funcionaria.

Sumado a las reclamaciones de los gerentes de los negocios suspendidos, los inconformes señalaron que las mediciones de ruido son efectuadas de manera irregular, pues no se respetan los protocolos para el análisis del bullicio. Por igual, calificaron la interrupción a las actividades como un pretexto para realizar campañas políticas anticipadas.

"Hicieron mal las mediciones, no estamos arriba del nivel permitido pero los resultados se alteraron; casualmente vienen a hacerlo cuando se acercan las campañas políticas, la procuradora se toma la foto con las pancartas y los sellos de clausura, pero no se da cuenta de cuánta gente se quedó sin trabajo y tal vez no tiene qué comer", formuló un gerente.