A menos de dos meses para que se lleven a cabo las elecciones, la ciudad se encuentra repleta de propaganda electoral y la alcaldía Iztacalco no es excepción. La decoración electoral tiene en estas calles una peculiaridad: hay fronteras que detienen la propaganda opositora, donde sólo el

color vino con blanco de Morena es parte del entorno; nada de candidatos fuera de ese matiz.

La propaganda electoral está colocada en cada poste, esquina e incluso casas particulares. Hay lonas pequeñas, grandes y carteles de papel en los que se plasma la imagen de Claudia y de Clara; Lourdes paz, quien busca convertirse en alcaldesa, aparece de vez en vez.

En las colonias Juventino Rosas, Tlacotal y Ramos Millán hay propaganda compartida, las tres candidatas aparecen una sobre otra. A ellas se suman las imágenes de Omar García Harfuch y Ernestina Godoy. En torno a la sede delegacional la publicidad electoral se intensifica. Sin embargo, al dirigirse hacia la avenida Canal de Tezontle, las figuras y los colores cambian, a partir de la calle Sur 121, la propaganda del candidato de la coalición “va por la Ciudad de México”, Santiago Taboada, aparece y se mentiene hasta llegar a la unidad Infonavit.

Los espacios en torno a Plaza Oriente son muy demandados, así que han dado lugar a una combinación competitiva entre Clara Brugada y Santiago Taboada.

Lo que sí, es que la propaganda suele ser de calidad, ya lleva semanas allí, al sol, y casi toda luce como si recién hubiese sido colocada; en cambio la publicidad en papel está dañada, en muchos casos rota y decolorada, contribuyendo a ello una muy mala técnica de colocación: está sujeta a los postes con cinta adhesiva que da vueltas a imagen y semejanza de una envoltura de regalo mal hecha. Las candidatas están allí deformes.

Susana Clavijo vive en Iztacalco, cerca del Metrobús Rio Mayo y cuenta que un viernes, al salir de su casa y dirigirse hacia el Palacio de los Deportes, se encontró con las calles repletas de propaganda de Taboada. Sin embargo, al llegar el sábado, vio a varias personas quitar esa propaganda, colocando en su lugar las lonas con la imagen de Claudia y Clara. A ella el asunto le dio risa, confiesa.

Al preguntarle si a ella le gustaría que le colocarán una propaganda frente a su casa, contesta: “No… aunque si es una lona la acepto, le podría dar otros usos como sombrita para mi patio o para tapar mi lavadora”.