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Las faltas morenistas en el Congreso capitalino, aplazaron la discusión de la regulación de la Ley del Espacio Público en la Ciudad de México, así lo informó Gabriela Salido, integrante de la Comisión. Al mismo tiempo, se permitió que botes, bancos, puestos, mercancía y cualquier objeto que “apartara” las banquetas y vialidades pudiera permanecer ahí, sin que alguna autoridad tuviera la facultad de retirarlo ni que los ciudadanos afectados por no poder gozar del libre tránsito y espacio, tuvieran los medios para reclamar.
Aunque la Constitución de la República Mexicana establece que todas las personas tienen derecho a usar, disfrutar y aprovechar los espacios públicos para la convivencia pacífica y el ejercicio de las libertades políticas y sociales, el aplazamiento de su regulación desembocó que vialidades de alcaldías donde el comercio informal es recurrente, creciera sin control y sin que los ediles o algún mando los pudiera retirar.
Es decir, botes, cables de telefonía en desuso, así como objetos que apartan lugares de estacionamiento y entradas a las viviendas, al ser considerados bienes mostrencos (sin dueño y que pertenecen al Estado), no pueden ser recogidos por una autoridad, por el contrario, solamente la ciudadanía tiene la facultad de tomarlos y entregarlos al Gobierno. Sin embargo, al no realizarse y limitar a las autoridades para llevárselos, entorpece la movilidad en las calles y vuelve ilegales operativos como los impulsados por ediles que recogen objetos a su voluntad, al mismo tiempo que grupos vulnerables como personas con movilidad limitada, no pueden aprovechar el espacio público, lo que hace vaga la existente Ley.
Asimismo, la ausencia de regulación del espacio público, generó problemáticas en la que administraciones como la alcaldía Cuauhtémoc, que negó el baile y la convivencia a adultos mayores en el Kiosco Morisco y cerró los espacios, pues aunque el goce de estos lugares es un mandato constitucional, no existen los medios o mecanismos para exigirlo, es decir, la Ley es real, pero no define cómo reclamar el derecho al goce del espacio, así como a la ciudad.
Al mismo tiempo, locales ambulantes, pérgolas ilegales y la colocación de otros elementos crecieron exponencialmente en el Centro Histórico y Tepito, no obstante, aunque estos bloquean el paso peatonal, así como las rampas para sillas de ruedas y obliga a transitar por el arrollo vehicular, aunque esto representa riesgos, la Ley del goce al espacio público se vuelve débil, dado que las garantías para reclamarlo, son vagas.
Un ejemplo es la colonia Centro, en la cual, decenas de restaurantes tomaron las banquetas y no solamente ocupan una parte de estas, si no que se apropiaron y obligan a los peatones a caminar por el asfalto, en consecuencia, las motocicletas y automóviles han lesionado a los transeúntes, lo que deja a los involucrados en una disyuntiva, ya que la ausencia de regulación, desordena el espacio público, pero nadie puede retirar el mobiliario del comercio para que la banqueta sea exclusiva para los ciudadanos. También, rampas para sillas de ruedas están bloqueadas por objetos, otras tienen basura.
Asimismo, los diableros dejan cajas pesadas en las banquetas y rampas; la calle de Manuel Doblado se volvió intransitable, solamente se puede caminar encima del pavimento, aunque las autoridades están limitadas para intervenir.
En un recorrido realizado por Crónica, se verificó que ante la falta de mantenimiento y gestión de los espacios, así como la invasión del comercio, en las calles Manuel Doblado, Lecumberri, Leona Vicario, Circunvalación, República de Venezuela y Colombia, después de las seis de la tarde genera inseguridad, además, ya que las banquetas están cubiertas por lonas y estructuras que ante la falta de regulación, es imposible de retirar. Aunque el comercio en la vía pública no es ilegal, el abuso de la toma de banquetas tiene que ver con el desplazamiento de su regulación.
Al mismo tiempo, programas impulsados por el Gobierno Central, como “Ciudad al Aire Libre” que otorgó permisos para que mesas y sillas de restaurantes fueran colocadas en la vialidad, no han sido respetados, pues obstruyen pasos peatonales, áreas de resguardo, rampas para personas con discapacidad, drenajes y cajones de estacionamiento para personas con discapacidad y en consecuencia, ambulantaje informal tampoco tiene reglas específicas, lo que promovió el desorden.
La propuesta impulsada por la panista Gabriela Salido y que está en espera a dictaminarse, plantea que el espacio público no ha recibido la importancia que merece, se le ha visto como el espacio residual. Además, los pocos espacios con los que cuenta la ciudad, tienen problemas estructurales de diseño, por ejemplo, en la mayoría de los casos no incorporan elementos verdes o materiales permeables, por lo que se vuelven grandes planchas de cemento que no producen mayores beneficios a la población. Otro de los problemas en materia de espacio público es que, ante la falta de mantenimiento y gestión, la ciudadanía no se apropia de los mismos y en muchos casos estos se encuentran abandonados, lo que favorece situaciones de inseguridad y la comisión de actos delictivos.
“En la legislatura pasada, cuando se iba a dictaminar, Morena nos dejó sin quórum y no se pudo, en esta ocasión ingresamos tres proyectos de Ley, es una iniciativa que le da su lugar al espacio público en la Ley de la ciudad, ya no se entiende como un área accesoria a un proyecto, si no como un hilo articulador de la ciudad y de la sociedad donde se hace historia, cultura, comunidad, entonces se le da un lugar preponderante. Además, se establecen responsabilidades entre los niveles diferentes niveles de Gobierno, pero también respecto al ciudadano y se plantean temas como la necesidad de homologación de criterios en su rescate, el uso de ciertos materiales que se deben de privilegiar, es una Ley que nos hace falta que se ha postergado y un pendiente para la ciudad”, dijo a Crónica la legisladora.
Al mismo tiempo, Salido aludió que el Gobierno y Estado deben de garantizar que los espacios públicos sean aprovechados, por ejemplo zonas que han sido tomadas por grupos, como la Glorieta de Insurgentes u otros parques, dado que en la actualidad es complicado que las viviendas cuenten con áreas de esparcimiento, lo que tendría que garantizar que los parques sean del goce de toda la población.
“La colocación de los establecimientos surgió como una alternativa a la pandemia, sin embargo, sí hay abusos, hay reglas que se tienen que cumplir, bajo cualquier circunstancia se debe de respetar el espacio del peatón. En la sesión donde Morena no dio el quórum también se iba a discutir el tema del cableado, el problema es que durante décadas, las cableras pagan por instalar, pero no por desinstalar, entonces se acumula y hay postes en el espacio público que se vuelven bodegas de cables, en el entendido que ellos no son los únicos usuarios del espacio aéreo de la ciudad; esa es otra problemática que se empezó a tratar de manera particular”.
Hacia ello, la iniciativa pendiente intenta que las alcaldías remuevan las instalaciones o enseres que obstruyan la vía o el espacio público, en los términos de la Ley de Procedimiento Administrativo de la Ciudad de México, además de evaluar de forma constante las vialidades a su cargo con el fin de buscar aumentar el número y área de vialidades parcial o totalmente peatonalizadas, es decir, priorizar proyectos de calles compartidas o peatonales.
“La constitución te da el derecho a la ciudad, a transitar, a trabajar el la vía pública, entonces lo que tenemos que hacer es ver cómo mediamos entre estos derechos establecidos, contra una norma que tiene que regularlo y a eso sumarle los reglamentos, se tiene que complementar, llevarlo de lo general a lo particular. Hay una serie de abusos, se han dado concesiones para publicidad, simulando mobiliario, pero para hacer un ordenamiento de la ciudad, se necesitan a los tres órdenes de Gobierno, pero solamente hemos visto pleitos los últimos seis años”, dijo la legisladora.
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