Metrópoli

Rodolfo dejó el Cevarepsi tras dos años y dos meses; "no voy a extrañar nada de ahí"

El joven fue maltratado, golpeado y hasta amenazado de muerte en el penal para enfermos mentales de la Ciudad de México, su mamá hace un llamado a familiares de internos a "no tener miedo y de denunciar los actos de corrupción"

Especial

La madre de Rodolfo cuenta que el miedo de alzar la voz quedó nulo y que el amor que siente por su hijo la hizo luchar por su libertad.

Rodolfo, el joven con deficiencias mentales que fue enviado a prisión injustamente y cuyo caso siguió Crónica desde el día de su detención, fue liberado después de dos años dos meses. El joven con problemas cognitivos, que nunca alcanzará la madurez mental de un adulto (ahora tiene 32 años) estuvo preso en el Centro Varonil de Rehabilitación Psicosocial (Cevarepsi) y a pesar de ser un penal para personas con capacidades diferentes, en el que tendría que estar seguro, su estancia se convirtió en un martirio, pues fue golpeado, le quitaban sus cosas y hasta lo amenazaron de muerte.

Blanca, la madre del joven, dio a conocer que le sorprendió la noticia de la liberación de Rodolfo; cuenta que luego de visitar a su hijo en el Cevarepsi recibió una llamada en la que le notificaron que un juez había ordenado su liberación a pesar de la condena que le habían impuesto —de tres años, cuatro meses—, lo que cambiaba por un tratamiento psiquiátrico en libertad durante seis meses.

“No me lo esperaba, estamos muy contentos y agradecidos con Dios porque hace las cosas a su tiempo, no al de nosotros. A pesar de lo que vivió mi hijo no salió amargado, no salió demacrado, yo lo veo muy bien y ha estado contento conviviendo con la gente que lo quiere. Creo que Dios permitió esto por algo y Rodolfo a pesar de sus limitaciones aprendió y maduró”, comentó Blanca.

“Sé que la situación de tener un familiar preso en un penal no es fácil, pero recomiendo a la gente que se arme de valor, que alce la voz, que denuncie los actos de corrupción. El miedo quedó nulo cuando veía a mi hijo vulnerable e indefenso y el amor que siento por mi hijo me hizo luchar por él. Mi motor para levantar la voz a pesar de las autoridades fue mi hijo; yo sabía que me estaba jugando el nada por el todo y ese todo era Rodolfo. No tengan miedo, no hay peor lucha que la que no se hace, más vale decir lo intenté a nunca hacerlo. El amor a mi hijo es lo que me hizo luchar”.

Rodolfo salió el pasado viernes 9 de febrero, él no dejó de sonreír mientras caminó de mano de su madre desde el acceso del penal hasta reencontrarse con su familia; se abrazaron y levantaron sus manos en señal de gratitud a Dios por “la victoria que les dio al poder salir de ese lugar”.

Rodolfo y Blanca el día de su liberación.

Rodolfo y Blanca el día de su liberación.

“Estoy feliz, contento, no me lo esperaba, me tocó mi salida. Lo que más extrañé fue ir a la iglesia, le voy a echar ganas y voy a cuidar a mi mamá porque ella me cuidó a mí, me dijeron que me portara bien. No debo mirar atrás, debo seguir adelante”, contó Rodolfo, además recordó “me trataban mal los compañeros, me pegaban, me golpeaban, no voy a extrañar nada de ahí. Lo que más me gusta hacer es trabajar y ver películas”.

La condena de Rodolfo fue reemplazada por un tratamiento psiquiátrico de seis meses.

La condena de Rodolfo fue reemplazada por un tratamiento psiquiátrico de seis meses.

Blanca visitaba a Rodolfo tres veces a la semana, durante la estadía de su hijo en el Cevarepsi, pasó muy malos ratos, no sólo porque sabía que Rodolfo no estaba seguro, sino también por el mal trato que recibió de las autoridades del lugar, especialmente del director Jaime Abasolo, quien trató de extorsionarla, le gritaba y buscaba cualquier pretexto para discutir con ella; recientemente hasta le dijo que la iba a denunciar por darle de comer a otros internos. Blanca acudió a Asusntos Internos en varias ocasiones a denunciar la manera en la que actuaba el director.

“La gente sabía que nosotros éramos diferentes, en las visitas yo aprovechaba para leerle la Biblia a Rodo, también orábamos juntos y todos se daban cuenta de eso, las otras mamás, los otros chicos, los guardias, hasta las licenciadas de jurídico de vez en cuando pasaban por donde convivíamos. Nada nos costaba compartir un taco. Sé que eso sirvió de testimonio para que Rodolfo fuera cuidado por otros, luego hasta le ofrecían agua caliente para su café. El director decía que nosotros estábamos protegidos, no sé a qué se refería, siempre se la pasaba enojado conmigo, no sé por qué”.

Las irregularidades en el caso de Rodolfo

En diciembre Blanca descubrió que existía un documento, expedido por un grafólogo de la Fiscalía capitalina, en el que se precisó que el joven no sabe leer, escribir, ni identificar conceptos; el escrito determinó que Rodolfo no firmó los documentos ni realizó la declaración el día que fue detenido y procesado de inmediato al Reclusorio Oriente.

Cuando fue detenido, ni los médicos legistas (que fueron tres) ni quienes lo procesaron en el Ministerio Público se percataron de su condición y lo que hicieron fue procesarlo fast track, lo que lo llevó al Reclusorio Oriente, uno de los más crueles de la capital; ahí estuvo más de 10 días sin recibir medicamentos o las atenciones necesarias. El 23 de diciembre de 2021 llegó al Cevarepsi.

Desde entonces Blanca trató de demostrar que su hijo había sido preso injustamente y que sus derechos habían sido vulnerados pues el joven no pudo defenderse ni testificar durante su detención.

La carpeta de investigación en la que se basaron para declarar a Rodolfo culpable cuenta con decenas de anomalías, desde la declaración de Rodolfo, el mal proceder de los defensores de oficio, hasta lo establecido por los médicos legistas; además, los videos en los que supuestamente quedó documentado el delito que cometió Rodolfo (un joven que pesa escasos 35 kilos, quien golpeó a un indigente) nunca fueron incluidos en la carpeta de investigación; sólo en una ocasión fueron mostrados a la madre y ella atestiguó que la persona sometida en el video era el mismo Rodolfo y cuando reclamó los quitaron, luego le dijeron que “los videos se habían perdido”.

Pese a todas las pruebas que avalaban la inocencia de Rodolfo y las irregularidades en el expediente, él fue sentenciado en abril de este 2023.

Blanca realizó varias denuncias formales, también escritos a diferentes dependencias, pero siempre le dieron largas hasta el día que recibió la llamada que cambió su vida, su hijo iba a ser liberado para reencontrarse con su familia.