Metrópoli

Ni la Semana Santa es benévola con el AIFA; "vengo de Pachuca y me encuentro con ventanillas cerradas"

“Imagínese, venir de Pachuca para comprar los boletos, no para hoy, pero si no hay quien atienda después del mediodía pues así como quieren que este aeropuerto funcione. Se lo aseguró que si vamos ahorita al Aeropuerto de la Ciudad de México (Benito Juárez) no tendríamos este problema, allá a todas horas dan atención”, señaló Esperanza, originaria de Pachuca y quien llegó en busca de comprar sus pasajes con destino a Tijuana pero su visita fue infructuosa.

Contados, los viajeros que llegaron a ventanillas para verificar la salida de sus vuelos y si estaba correcto lo que marcaban los tickets./

Contados, los viajeros que llegaron a ventanillas para verificar la salida de sus vuelos y si estaba correcto lo que marcaban los tickets./

Rodrigo Sánchez

Han pasado 26 días desde que se inauguró el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y ni en las vacaciones de Semana Santa los viajeros se han animado a utilizar esta terminal aérea. Este Jueves Santo fueron nuevamente los curiosos los que dieron algo de vida a este coloso de acero y concreto, ya que los potenciales viajeros siguen brillando por su ausencia. Algunos turistas que arribaron al aeropuerto quedaron maravillados con los baños, aunque otros, potenciales viajeros que llegaron para comprar sus boletos de viaje se fueron decepcionados al encontrar las ventanillas cerradas después de la una de la tarde.

Tal y como sucedió desde el día posterior a la apertura oficial del aeropuerto de Santa Lucía, el ir y venir de personas por los pasillos del AIFA en su mayoría son empleados del propio aeropuerto que continúan con las labores de mantenimiento en varias áreas inconclusas o simplemente por mantener la limpieza del lugar.

Personal de algunas dependencias de apoyo a turistas como la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) y de información tuvieron escaso trabajo, por lo que para matar el tiempo aprovecharon las horas con alguna lectura o charlando con personal de la terminal que se acercaban para comentar algún chismecillo ocasional.

En uno de los pasillos del AIFA, en Jueves Santo y con escasos viajeros./

En uno de los pasillos del AIFA, en Jueves Santo y con escasos viajeros./

Rodrigo Sánchez

Crónica realizó un recorrido por el AIFA este Jueves Santo, una de las jornadas importantes del periodo vacacional de Semana Santa, y constató que la presencia de viajeros fue la normal desde que se puso en marcha la operatividad del nuevo aeropuerto, con pocos viajeros que salían a los distintos destinos (Cancún, Monterrey, Tijuana y Mérida) y con un mediano arribo de turistas. Quienes aprovecharon nuevamente para conocer el lugar fueron familias completas que por curiosidad recorrieron los pasillos y el mirador de esta terminal aérea.

Turistas y potenciales viajeros expresaron su opinión aportando datos en favor y en contra.

A mí lo que me impresionó fueron los baños.

Algunos viajeros entrevistados por este diario y que habían llegado al mediodía procedentes de Monterrey señalaron que la terminal aérea “luce bonita, no hay mucha gente, el vuelo de Viva Aerobús venía a medio cupo y creo eso está bien. Las instalaciones de este aeropuerto están modernas, muy iluminadas, pero a mí lo que me impresionó fueron los baños, están muy grandes y hasta como que le tomé cariño al que entré, ya que tenía pasajes prehispánicos y de eso no vez en todos lados”, señaló Alejandra Clemente, quien acompañada de su mamá, una mujer de la tercera y su hijo de 15 años aguardaban a que sus familiares llegaran por ellos al aeropuerto.

Aunque hubo viajeros felices por comenzar en familia las vacaciones de Verano, hubo también quienes no ocultaron su molestia, como Esperanza y Carlos, un matrimonio con residencia en la ciudad de Pachuca, Hidalgo, que llegaron al AIFA para comprar sus boletos para viajar a Tijuana, Baja California, donde tienen familia. Esta pareja no ocultó su molestia, ya que se encontraron con la sorpresa de que a la una de la tarde las ventanillas de la aerolínea Volaris, que es la que ofrece sus vuelos a Tijuana, ya estaba cerrada y sin nadie que los atendiera.

Ventanilla de una de las aerolíneas que ofrece servicios en el AIFA, sin personal aen ventanilla después de la una de la tarde./

Ventanilla de una de las aerolíneas que ofrece servicios en el AIFA, sin personal aen ventanilla después de la una de la tarde./

Rodrigo Sánchez

Visita infructuosa

“Imagínese, venir de Pachuca para comprar los boletos, no para hoy, pero si no hay quien atienda después del mediodía pues así como quieren que este aeropuerto funcione. Se lo aseguró que si vamos ahorita al Aeropuerto de la Ciudad de México (Benito Juárez) no tendríamos este problema, allá a todas horas dan atención, pero aquí ya no hay nadie. Nos dijo el joven que da informes que después de la una, cuando ya sale el último vuelo que la aerolínea tiene programado ya no se esperan en ventanillas, así, mejor ya no doy mi vuelta ni gasto de más y mejor me voy al otro aeropuerto, que aunque de Pachuca me queda más lejos es seguro que compro mis boletos y tal vez más baratos”, señaló Esperanza, quien aunque molesta por su visita infructuosa aprovechó para recorrer los pasillos de esta terminal, con lo que posiblemente calmó su enfado.

SIN VUELOS EXTRA.

El itinerario de los vuelos programados este Jueves Santo 14 de abril, no registró ningún vuelo extra a los ya establecidos por las aerolíneas que ofrecen sus servicios en el AIFA, los horarios no cambiaron en relación con las salidas de días anteriores, teniendo Volaris dos vuelos, el 1012 con destino a Cancún y que salió a las 12:20 del día, otro más, el 1010 con destino a Tijuana y que salió sin retraso a las 13:12 de la tarde.

Viva Aerobús solo tuvo este día un vuelo, el 4411 con destino a Monterrey y que salió a las 12:30 del día.

Aeroméxico cerró la bitácora de vuelos programados en el AIFA este día santo con su vuelo 874 con destino a la ciudad de Mérida y que salió a las 2:53 de la tarde, con lo que la jornada del Jueves Santo en esta terminal aérea culminó como cualquier otro día.