Miriam vive en la colonia Adolfo López Mateos, en la Venustiano Carranza, es viuda y actualmente vive sola; los sismos y simulacros le provocan ansiedad y ataques de pánico.

Para ella cualquier sonido de alarma le hace perder el control; luego de que su esposo falleció, la primera situacion de peligro que vivió sola fue el terremoto del 2017.

"Cuando mi esposo se fue, seguido fue el temblor, no sabía qué hacer solo pude salir corriendo a la calle y ponerme a llorar", recuerda Miriam.

Pasaron los días de aquel temblor y la mujer continuaba sufriendo los estragos, cada réplica era una garantía de un ataque de pánico: "sonaba la alarma y perdía el control de mí, creía que era mi final y las réplicas me provocaban desmayos".

Este año no fue la excepción, a pesar de que Miriam sabía que se realizaría el simulacro, como todos los años, de igual manera un ataque de pánico llegó a apoderarse de ella: "traté de mentalizarme a que pasaría de nuevo, a pesar de que me previne con mi medicamento, no logro controlarme, afortunadamente mis vecinos saben lo que me pasa y me auxilian".

Pasando el simulacro Miriam volvió a su hogar, segura de que la parte difícil del día había terminado, hizo sus deberes, preparó un café y se recostó a ver noticias cuando el sismo la sorprendió: 

"Pensé que se trataba de un mareo cuando volvió a sonar la alarma sísmica, se me vino el mundo encima, salí a la calle y mis vecinos ya estaban afuera, me preguntaron que por qué me tardé tanto en salir... realmente yo perdí la noción del tiempo, estando afuera me desvanecí", relata Miriam 

Los vecinos de Miriam ayudaron a amortiguar su caída para que no se golpeara, ella no recuerda mucho de lo que pasó, pero ahora se encuentra alerta en su hogar: "Cuando recobré el conocimiento estaban tres de mis vecinos a mi alrededor, yo estaba acostada en la banqueta y me trajeron hasta mi habitación... tengo mucho miedo que vuelva a pasar".