Metrópoli

Inservibles, los elevadores del Metro para personas con discapacidad

Solamente el 10 por ciento de las estaciones cuentan con éste sistema de fácil acceso, algunas personas ayudan a los usuarios a cargar las sillas ya que varios elevadores no funcionan durante el tiempo en el que los convoys dan servicio

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Los elevadores están fuera de operación casi todo el tiempo y la iniciativa para repararlos está lejos de ser una realidad.

Cuartoscuro

Además de los pisos rotos que dificultan el traslado de las personas con discapacidad en el transporte público de la Ciudad de México, los usuarios portadores de sillas de ruedas que necesitan trasladarse en en Metro y en el Metrobús, reclaman ser discriminados por las autoridades que construyeron y coordinan esos transportes, ya que las instalaciones de éstos, por ejemplo los elevadores en desuso e inexistencia de rampas para sillas podrían provocar accidentes graves a quienes intentan acceder a los convoys o a los camiones articulados.

La principal queja que las personas con discapacidad expresan, es el difícil acceso de las sillas de ruedas a los andenes del Metro, pues aunque en algunas estaciones se instalaron elevadores para que todos los usuarios gocen del transporte, solamente el 10 por ciento de las paradas cuentan con éste sistema; no obstante varios de ellos no funcionan durante todo el tiempo que el Metro da servicio.

"Nos sentimos muy ofendidos cuando anunciaron que iban a poner elevadores en el Metro porque parece que nos están haciendo un favor, cuando nuestro dinero también vale y tenemos derecho de transportarnos en la ciudad como todos los demás. El detalle es que no puedes trasladarte por todas partes, debes de elegir estaciones que tengan elevador y tener suerte que ese día estén funcionando porque muchos no sirven", declaró un capitalino con problemas de movilidad.

Elevadores inoperantes

"Todos los elevadores los instalaron en estaciones donde hay más gente, pero no sirven y los que no nos podemos mover tenemos que buscar la forma de que nos ayuden a subir y bajar las escaleras. Yo estudio en el Instituto Tecnológico de la Gustavo A. Madero y esa estación del Metro, que es Villa de Aragón tiene elevador, pero nunca funciona, entonces en las mañanas algunas personas me ayudan a cargar mi silla; a veces me tardo mucho porque la gente lleva prisa y no se puede detener, pero todo esto es discriminación y exclusión", compartió un estudiante en silla de ruedas de la capital.

Por su parte, los estudiantes que deben de trasladarse por este medio rodante, subrayan que las acciones por colocar accesos incluyentes en el Metro fueron inútiles, porque los elevadores están fuera de operación casi todo el tiempo y la iniciativa para repararlos está lejos de ser una realidad.

"Los estudiantes que venimos a Ciudad Universitaria fuimos beneficiados con el elevador que construyeron en el andén, pero nada más funcionó bien los primeros días. Lo que mis compañeros han organizado es juntarse todos a las seis veinte de la mañana y apoyarme a subir por las escaleras, es muy cansado para todos pero de otra forma no tendría la oportunidad de estudiar porque somos invisibles, raros. Las autoridades creen que no existimos y que somos poquitos, pero discapacitados hay muchos", aseguró una estudiante de Ciencias de la Comunicación de la UNAM.

Sillas de ruedas deben de "saltar" al Metrobús

Respecto al Metrobús, para una persona con discapacidad podría resultar peligroso acceder a los camiones articulados, porque a pesar de que en las entradas a las estaciones no existen escalones, en los andenes donde el Metrobús se estaciona, éste se coloca a más de 30 centímetros de separación entre el acceso y el área de espera. Ese desacierto ha provocado accidentes para los usuarios en silla de ruedas, ocasionando que las llantas se atasquen en las cavidades, en algunos casos las personas han caído al suelo.

Acceso al Metrobús en Glorieta de los Insurgentes.

Acceso al Metrobús en Glorieta de los Insurgentes.

Jorge Aguilar

"Es de terror esperar el Metrobús en la estación Glorieta de los Insurgentes, como tiene que dar vuelta, la separación para entrar y salir del camión es enorme. Alguien que puede caminar bien se para ahí y se caería hasta abajo, fácilmente cabe una persona en ese agujero. Los de silla de ruedas siempre nos quedamos atorados en ese espacio y alguien nos tiene que dar un empujón porque las llantas se aprietan, a veces las sillas se han ladeado y varios se han caído al suelo", aseguró un transeúnte con discapacidad.