Scarlett marchó desde Monumento a la Revolución hasta la plancha del Zócalo capitalino para alzar la voz por todas las veces que ha sido acosada en diferentes transportes, ha tenido muchas malas experiencias, pero recuerda una en especial. Hace cuatro años al poco tiempo de dar a luz, utilizó un taxi para ir a trabajar y el conductor la manoseo.

“En cuanto me subí el taxista me empezó a hacer la plática, me dijo que daba masajes y le pregunté si sabía algo acerca de los masajes post parto, en eso pasó su mano hacia atrás en donde iba sentada y tocó mi parte intima, me quedé en shock y me quise bajar, pero no supe cómo reaccionar”, recordó Scarlett.

Cuando la chica bajo del vehículo se sintió llena de rabia, mareada, incluso vomitó: “Tenía mucho asco, se siente horrible, es muy feo porque la gente te ve muy mal y no te ayuda, policías no había, me causo mucha inseguridad”, relató la chica.

Cuando Scarlett llegó a trabajar los síntomas continuaban y no podía estabilizarse, le contó a su jefa lo que le había ocurrido, pero no le importó: “Llegué muy mal a trabajar y le conté a mi jefa, no tuvo empatía conmigo ni siquiera por ser mujer, me dijo: ni modo, así pasa, tienes que ponerte a trabajar”, expresó.

Además de aquella ocasión, Scarlett ha lidiado con el acoso sexual en el Metro y otros transportes, hoy invita a las mujeres a alzar la voz y a no quedarse calladas ante cualquier situación.

"Le recomiendo a todas las mujeres que cuando estén en una situación así, siempre apunten las placas", dijo Scarlett y agregó que los elementos de seguridad deberían hacerse presentes y auxiliar a las víctimas.