Metrópoli

A las 3:00 de la tarde se baja la cortina y el AIFA es un fantasma

“El movimiento depende de los vuelos programados, como el día de hoy, el último fue antes de las tres, después de esa hora esto se ve desangelado, triste diría yo, a pesar de que se ve poca gente, la gran mayoría son familias completas que vienen a conocer el aeropuerto, y muy contados turistas”, señala Lucía, encargada de atender una de las pocas taquillas de las aerolíneas en el aeropuerto.

Desangelado ambiente en el AIFA dos semanas después de su inauguración./

Desangelado ambiente en el AIFA dos semanas después de su inauguración./

Rodrigo Sánchez

Como si se tratara de un cuento de hadas, donde a la medianoche se rompe el encanto y se da paso a un hechizo, en esa dimensión algo ocurre en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) en Tecámac, Estado de México, y es que mientras desde las 8:00 horas de la mañana y hasta las dos de la tarde se aprecia movimiento de empleados, personal de mantenimiento y de seguridad que dan algo de vida a esta terminal aérea, pasadas las tres de la tarde, ya sin ningún vuelo de salida programado, con trabajadores apunto de regresar a sus hogares al cumplir con sus turnos, este coloso de acero y concreto cambia y se transforma en una mini-ciudad fantasma, donde es notorio ver que los únicos que andan por los pasillos son los oficiales de la Guardia Nacional que realizan sus patrullajes, personal de las aerolíneas que aguarda en espera de algún posible viajero y a los empleados de limpieza que no pueden retirarse hasta que no cubran el resto de la jornada.

Crónica realizó un recorrido este 4 de abril por el aeropuerto en el último día de servicio gratis del Mexibús, desde la terminal Ojo de Agua y hasta el aeropuerto de Santa Lucía, y fue perceptible ya el desangelado interés que han mostrado ciudadanos curiosos por conocer este proyecto, una de las obras insignia de la 4T, mientras que quienes subían y bajaban del transporte público eran los trabajadores que continúan aportando su mano de obra en obras pendientes que aún hay en esta terminal.

Personal de limpieza y empleados, los que más presencia tenían en el nuevo aeropuerto./

Personal de limpieza y empleados, los que más presencia tenían en el nuevo aeropuerto./

Rodrigo Sánchez

Pasado el mediodía en las entradas principales del AIFA algunos viajeros se acercaban al módulo de información para ser orientados sobre a qué lugar dirigirse para esperar la salida de su vuelo, otros para preguntar por un sitio para comprar algún refrigerio, café o si había algún restaurante en operación para desayunar algo mientras aguardan la salida de su avión, pero la respuesta fue directa: “Sólo está el Starbucks, ofrecen café y pan, hay una pequeña tienda en un pasillo alterno, pero restaurante aún no hay, ya muy pronto”, contestó quien amablemente orientaba a los escasos visitantes en la terminal aérea.

Este día sólo programaron cinco vuelos en el AIFA: El primero, el 3281 de Viva Aerobús que salió a las 11:35 con destino a Guadalajara; el 4411 también de Viva Aerobús que partió a Monterrey a las 12:30 del día; Volaris tuvo dos salidas, la primera, el vuelo 1012 con destino a Cancún y que partió a las 12:20, y otro más, el vuelo 1010 con destino a Tijuana y que abandonó las pistas del aeropuerto de Santa Lucía a las 13:02 horas. El último vuelo de esta jornada fue el 874 de Aeroméxico, con destino a la blanca Mérida y que partió a las 14:53 horas, para el resto del día ni un vuelo más, ni internacional a Venezuela.

Pasillos casi vacíos pasadas la una de la tarde en la terminal aérea./

Pasillos casi vacíos pasada la una de la tarde en la terminal aérea./

Rodrigo Sánchez

“El movimiento en la terminal depende de los vuelos programados, como el día de hoy, el último fue antes de las tres de la tarde, después de esa hora esto se ve desangelado, triste diría yo, a pesar de que se ve poca gente, la gran mayoría son familias completas que vienen a conocer el aeropuerto, y muy contados turistas que vienen a preguntar por los precios de algunos vuelos y el costo de los boletos, pero nada más”, señaló Lucía, una joven encargada de atender una de las pocas taquillas de las aerolíneas que tienen servicios en el AIFA.

Las voces de algunos trabajadores de limpieza que son los que más se observan en los pasillos se escuchan a más de 20 metros de distancia por el eco que hace el silencio y ante la poca gente en la terminal. El tacón de unas zapatillas de una visitante atrae las miradas de los pocos asistentes en el pasillo que lleva a las salas de llegada de vuelos.

La única cafetería en operación en espera de algún cliente./

La única cafetería en operación en espera de algún cliente./

Rodrigo Sánchez

Elementos de la Guardia Nacional que patrullan este coloso superan con su presencia el número de posibles viajeros y de curiosos que entran y salen por una de las entradas del patio principal.

Algunos viajeros que aceptaron conversar con este diario sobre su experiencia al llegar a este nuevo aeropuerto señalaron que: “Por ser nuevo se ve bonito, le faltan muchas cosas, tiendas, restaurantes, personal que ayude a cargar equipajes, además se ve muy solo, el ambiente es raro, falta el bullicio de un verdadero aeropuerto, con gente apresurada en todos lados, con tiendas de recuerdos abiertas, cafeterías, anuncios de gente que te espera a tu llegada, aquí no hay nada de eso, hasta como que te deprimes, al menos eso siento yo”, dijo Pablo Carmona, quien había llegado de Guadalajara y aguardaba por sus familiares que irían a recogerlo.

¿Cómo calificarías el ambiente que percibes en el aeropuerto así, sin mucha gente?, se le preguntó.

Compás de espera en el área de llegadas del AIFA./

Compás de espera en el área de llegadas del AIFA./

Rodrigo Sánchez

“Desolador y le falta esa magia que tiene todo aeropuerto, pero tal vez con el tiempo mejorará”, señaló.

En la terminal de autobuses que ya opera dentro del AIFA también el ambiente es desolador después de la hora marcada, tres de la tarde, y es que la última corrida, de las dos que ofrecen cada una de las líneas de autobuses, ADO, ETN, Futura y Primera Plus, ya que sus ventanillas de servicio cierran y sólo queda como servicio de guardia y hasta las 19:30 horas una Minivan que ofrece servicio hasta la terminal de autobuses en Observatorio.

La chispa que da vida a todo aeropuerto aún no aparece en el AIFA, ya sea por lo lejos para llegar o por la falta de interés de los turistas, pero por lo pronto, como la luz del día y la penumbra nocturna, el aeropuerto de Santa Lucía deberá combinar su poca vida por las mañanas y su cambio a mini ciudad fantasma por las tardes.

En soledad uno de los patios de acceso a la terminal aérea./

En soledad uno de los patios de acceso a la terminal aérea./

Rodrigo Sánchez