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Usuarios y trabajadores del Metro critican eliminación de boleto e implementación "apresurada" de Tarjeta MI

La transición hacia la Tarjeta MI ha traído consigo diversas dificultades que afectan directamente a usuarios y trabajadores del Metro

Especial crónica 

Metro

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La transición hacia métodos de pago alternativos en el Metro ha generado una serie de inconvenientes para usuarios y trabajadores, desde corrupción y falta de transparencia, hasta la ausencia de máquinas expendedoras en estaciones o poca disponibilidad de tarjetas para garantizar el acceso.

Fue el pasado 20 de abril de 2024 cuando las Líneas 2 y 3 se despidieron oficialmente del boleto de banda magnética, poniendo fin a más de 54 años de uso de estos boletos en toda la red del sistema de transporte. A partir de entonces, el único medio de acceso a las 195 estaciones del metro es la Tarjeta de Movilidad Integrada (MI).

Las autoridades del Metro explicaron que esta medida es parte de un proceso de modernización y actualización de la red integral del Metro. Desde 2012, cuando se inauguró la Línea 12, se comenzó a implementar el sistema de cobranza con tarjetas recargables. En 2019 se introdujo la Tarjeta de Movilidad Integrada, que permite a los usuarios acceder a diferentes sistemas de transporte en la Ciudad de México. El objetivo era mejorar la accesibilidad y unificar los métodos de pago en todas las líneas del metro.

Una transición tortuosa para usuarios

Sin embargo, la transición hacia la Tarjeta MI no ha estado exenta de desafíos. Numerosos usuarios se quejan del tiempo excesivo requerido para recargar sus tarjetas en las taquillas, lo que resulta en largas filas, aglomeraciones y retrasos en sus viajes. Todo esto sumado a la falta de cambio en algunas de las cajas, un problema que causa frustración entre los pasajeros, quienes se ven obligados a buscar monedas adicionales para completar sus transacciones.

Además, se señala la escasez de tarjetas en máquinas y taquillas. Este problema ha dejado a muchos usuarios sin la opción de adquirir o recargar sus tarjetas de transporte.

En cuanto a las máquinas expendedoras, se refiere que, aunque sí las hay en diversas estaciones de la red, estas se encuentran descompuestas o no aceptan ciertos tipos de monedas, lo que dificulta aún más el proceso de compra y recarga de tarjetas, sin mencionar que algunas estaciones carecen por completo de máquinas expendedoras, dejando a los usuarios sin la posibilidad de recargar sus tarjetas en el lugar.

Metro

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Maquinas de recarga en el Metro

Maquinas de recarga en el Metro

Por si fuera poco, se denuncia la presencia de lectores de tarjetas inservibles en varias estaciones, lo que ha generado inconvenientes adicionales, ya que los pasajeros no pueden validar sus tarjetas para acceder a los andenes.

Una usuaria frecuente de la línea 5, expresó su frustración diciendo: "La eliminación del boleto magnético me ha complicado mucho las cosas. Siempre hay problemas con las recargas y nunca hay cambio en las taquillas, y con mi teléfono no puedo hacer regargas porque no me acepta esa función. Más de una vez he tenido que pedirle el favor a otra persona, porque en la estación no se pued recargar".

Otro pasajero, comentó: "Es inaceptable que las máquinas estén en su mayoría descompuestas. Deberían mejorar el mantenimiento para evitar estas molestias. Se me dificulta usarlas, y luego se tragan tus monedas o no te las acepta. Entonces, si voy con el cambio justo y me pasa algo de esto me quedo sin viajar o voy a recargar 2 pesos a la taquilla. Si van a modernizar el sistema de pago mínimo que lo hagan bien antes de quitar el sistema tradicional".

Entorno de caos y corrupción para trabajadores

Durante un plantón del Sindicato Mexicano de Trabajadores del Metro llevado a cano durante la semana pasada, una taquillera expuso una serie de denuncias que arrojan luz sobre un entramado de caos, corrupción y falta de transparencia en las taquillas del Metro.

De acuerdo con la inconforme, la implementación de la nueva modalidad de Tarjeta de Modalidad Integrada ha sido el catalizador de esta situación. Explicó que la empresa responsable no solo ignora los problemas existentes, sino que además culpa injustamente a las taquilleras por las irregularidades en los paquetes de tarjetas entregados por la empresa de valores.

Dijo que, en un escenario donde las medidas de seguridad son prácticamente inexistentes, las taquilleras se ven obligadas a asumir responsabilidades que no les corresponden, enfrentándose a multas y sanciones por faltantes que escapan a su control.

Además, agregó que las propias tarjetas entregadas presentan fallas, lo que lleva a que las recargas realizadas por los usuarios desaparezcan misteriosamente sin dejar rastro. En un intento desesperado por mantener la integridad de sus cuentas, las taquilleras se ven forzadas a depositar dinero a ciegas, enfrentándose a investigaciones internas si hay discrepancias entre lo depositado y lo registrado por el sistema.

La falta de apoyo por parte del personal de supervisión agrava aún más la situación. En lugar de investigar las fallas en el sistema y respaldar a las taquilleras, se dedican a presionarlas para cubrir supuestos faltantes, imponiendo multas injustas que merman aún más sus ya escasos ingresos.

La ausencia de lineamientos claros para abordar las fallas y proteger a los usuarios afectados deja a ambos grupos en un estado de vulnerabilidad preocupante. Mientras tanto, las promesas de aumentos salariales y mejores condiciones laborales siguen sin cumplirse, dejando a las taquilleras luchando por mantener a sus familias sin caer en la deuda.

A medida que el Metro enfrenta estos desafíos post-eliminación del boleto magnético, los usuarios y trabajadores esperan que las autoridades tomen medidas rápidas y efectivas para abordar estos problemas y mejorar su experiencia en el sistema de transporte más importante de la ciudad.