Metrópoli

Violaciones en el CEVAREPSI, delitos que el director consiente y utiliza para amedrentar a los internos

El director del instituto permite la sobredosis de medicamentos psiquiátricos innecesarios a reclusos con discapacidades severas

ABUSOS

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Madres de internos acusan que el administrador del CEVAREPSI ejecuta  intimidación a quienes alzan la voz y solicitan que las infracciones en contra de sus hijos sean investigadas.

Especial

En el Centro Varonil de Rehabilitación Psicosocial (CEVAREPSI) las personas que son privadas de su libertad, individuos que padecen enfermedades mentales, viven sometidos a un “infierno” en el que sus derechos humanos son destruidos. Los abusos, crímenes y atentados que se realizan dentro de las instalaciones son permitidos por la “cabeza” que lidera este centro, es decir, el director, quien tolera y minimiza los abusos que algunos de los reclusos sufren, intimidando a cualquier persona que se atreva a denunciar un delito.

El coraje, la rabia y el rencor que éste sujeto ejerce hacia las víctimas de agresiones sexuales y en contra de las madres de los afectados, coloca a los reclusos en un escenario en el que tienen al alcance armas blancas y objetos punzocortantes para que atenten contra su propia vida, pues al sufrir trastornos mentales, algunos de los internos se provocan graves lesiones con los vidrios y picos que las autoridades del centro penitenciario les proporcionan.

El método que el administrador del CEVAREPSI ejecuta, es la intimidación a las madres que se atreven a alzar la voz y solicitan que las infracciones en contra de sus hijos sean investigadas, pues las aterroriza y se empeña en que la calidad de vida de los enfermos mentales baje a niveles indignos; el director “castiga” a las quejosas haciéndoles saber que sus hijos están desprotegidos y expuestos a “trampas” que vulneran sus vidas. Dicho funcionario entiende que el dolor de las madres es poderoso y callará las quejas y reclamaciones, pues es imposible que ellas actúen y protejan a alguien que está encerrado tras las rejas.

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Denuncias relegadas, testimonios de personas discapacitadas no tienen validez

En entrevista para Crónica, una mujer, quien es madre de un interno del CEVAREPSI, relató la manera en que trató de ayudar a su hijo después de que sufrió un abuso sexual por parte de otro recluso. Cuando en una visita su hijo le comentó el delito del que fue víctima, la mujer denunció el acto con el director, autoridad que ignoró su protesta y subestimó la narración de las acusaciones, pues él considera que no se puede confiar en las palabras de una persona con discapacidad cognitiva.

“Cuando entró empezó en un dormitorio, después lo pasaron a otro donde un chico abusó de él, fui con el director y me reclamó que mi hijo dice puras cosas erráticas, porque por la confusión no supo expresar si la violación había sido con su miembro o con un palo. Después me sentí muy intimidada porque el señor me comentó que la denuncia de mi hijo no iba a servir y que se la podían voltear, porque seguramente todo era falso y que eso le iba a traer graves consecuencias. El chico que abusó de mi hijo ¿Por qué no contrademandó? Entonces sí es cierto que a mi niño le hicieron eso.

Abuso sexual y discriminación a internos incapaces de expresarse verbalmente

Otra de las negligencias que el mandatario del CEVAREPSI permite y encubre, es la sobredosis de medicamentos psiquiátricos innecesarios a reclusos con discapacidades severas, mismos que son incapaces de realizar tareas básicas y que debido a sus impedimentos, los custodios e internos aprovechan para abusar de ellos.

Carlos, interno que padece deficiencias mentales, es el ejemplo de los continuos atentados que sufren personas que no tienen la facultad de expresarse, establecer oraciones y conversaciones para denunciar los crímenes que el funcionario a cargo solapa. La gravedad de los delitos que los trabajadores de ese reclusorio cometieron hacia él, llevaron a la víctima, quien estaba sometido a sufrir violaciones, a permanecer varios días intubado en un hospital peleando por su vida, en una perpetua desventaja ante el Ministerio Público o cualquier oficina de Gobierno, ya que su testimonio no es válido para las autoridades.

Personas que convivieron con Carlos, narran con firmeza el “infierno” que él vive dentro de las cuatro paredes en las que diariamente está sometido al abuso sexual y discriminación por parte de internos y reclusos que se aprovechan de su enfermedad.

“A Carlos lo violan otros compañeros y los custodios lo saben, no le hacen caso porque le dicen que está loco y no tiene derechos; hasta lo bautizaron cambiándole el nombre a femenino porque saben que lo violan muy seguido, eso lo sabe el director y no hace nada. Con los que son más vulnerables y enfermos se ensañan más, si dicen algo les contestan que son unos locos y que todo se lo están imaginando, pero todos los que estamos ahí sabemos que sí le hacen esas cosas. He platicado con él y me dice que se siente muy mal, siempre está retraído y aunque su mamá y su abuelo lo visitan, lo que diga no vale porque para ellos todos los que estamos ahí somos unos locos”, explicó un interno del CEVAREPSI.

“Carlos tuvo una sobredosis, o eso es lo que dice el director, se intoxicó muy fuerte con unos medicamentos e incluso estuvo intubado en el hospital Xoco; las pastillas que se tomó las agarró del suelo porque aunque te obligan a tomarlas, las puedes tirar. Aunque le pasó eso, siguen violándolo, no tienen humanidad y nos tratan por igual a todos, le siguen dando pastillas, a veces hasta nueve porque es la forma de tenerte lento y que no les des problemas”, argumentó.

“Las violaciones son a fuerza en el CEVAREPSI, Carlos está enfermo y por estar tan vulnerable no creen en su palabra, ahí te quitan tus derechos y tu dignidad. Una persona adulta abusa de él, cuando tiene visita y su familia le lleva cosas, se las quita, todo esto los custodios lo saben y lo permiten, hasta ellos le roban todo lo que tiene con el pretexto de que debe un cigarro, galletas o una comida, pero por su estado no se puede defender, a veces ni siquiera puede reaccionar, es muy cerrado y tiene miedo por todo lo que le pasa. No es un mal chico, es un hijo de familia al que en algún momento le va a pasar algo peor, porque para el director no pasó nada y Carlos tuvo toda la culpa”, explicó el interno.

"Terapias" discriminatorias, incongruentes para un centro de rehabilitación psicosocial

Las relaciones forzadas, la vulneración de la integridad física y la pérdida de la capacidad de decisión para llevar a cabo actos sexuales, son transgresiones que el director de ese instituto aprueba y posibilita, ya que algunos guardias pueden visitar a personas privadas de su libertad y obligarlos a tener relaciones sexuales dentro del penal.

“A Marco lo visita un custodio muy grande de edad, lo sacaba de su dormitorio y lo lleva a una caseta para tener relaciones con él, ésto es obligado. Ese chico tiene un problema muy fuerte en su cabeza, hay veces que está hablando normal y otras que ya no te contesta, por eso se aprovechan de él, porque si los acusa no le van a creer aunque sea verdad que el custodio lo viola”, reveló una persona privada de su libertad de ese centro penitenciario.

“Han abusado muchas veces de ese pobre muchacho, hay señores que te obligan a tener relaciones aunque no quieras y lo hemos visto. A Victor también lo violaron y ni el director ni los custodios hicieron algo para ayudarlo", mencionó.

El dolor y la desesperación de un grupo de personas con discapacidades mentales, cuya voz es inexistente para las autoridades del CEVAREPSI y del Gobierno de la Ciudad de México, ha generado que éstos individuos que diariamente son abusados y discriminados tomen la decisión de quitarse la vida, pues resulta más satisfactorio y tranquilizante morir que continuar soportando a las autoridades de dicho centro penitenciario.

“Las terapias no sirven para nada y nos perjudican, se han suicidado tres personas pero son cosas que ocultan las personas que trabajan ahí, la forma en la que te tratan provoca en ti que pierdas toda la dignidad, desde que bajas a comer te dicen que para qué bajas, si eres un muerto de hambre y que en tu perra vida has comido. Si eres gay, los custodios te discriminan porque son homofóbicos. Lo que vives ahí hace que muchos se quieran cortar las venas, otros se ahorcan”, sostuvo un ex recluso.